Overlord Volumen 14, Intermedio

Lee la novela ligera de Overlord volumen 14, Intermedio en español.
Raruk Berg

Overlord novela ligera vol. 14
Overlord vol. 14 novela ligera
Traducción jpn-ing: Hitori
Traducción ing-esp: Rawi
Corrección: Raruk Berg
Info! Esta traducción es la versión 2.3 traducido por Rawi. Se sacará una nueva versión en el futuro.

Overlord Volumen 14: La Bruja del Reino Caído

Intermedio

En la ciudad que formaba parte de la Alianza Ciudades-Estado de Karnassus, Peibart.

La residencia de la alcaldesa femenina de la ciudad estaba iluminada como de costumbre.

La propietaria de la residencia, Ri Kista Kabelia, cogió los documentos acumulados y empezó a leer. La Alianza Ciudades-Estado estaba compuesta por:

Karnassus

Beppo Allo.

Gaith del Este.

Gaith del Oeste.

Veneria

Listaran Mayor.

Oaknys.

Nueva Orcneas.

Grand Wythes.

Ris.

Franklin.

Y, finalmente, Peibart.

Esta ciudad era parte de las doce mencionadas que habían formado una alianza. Cada ciudad — incluidos los otros territorios que poseían — tenía en promedio una población de 400.000. La ciudad más grande albergaba a 600.000.

Entre estas ciudades, Peibart era una excepción, ya que las otras ciudades nunca tuvieron una raza mayoritaria con más del 40% de la población. La Alianza Ciudades-Estado era una unión de múltiples razas y ciudades. Si uno retrocediera en el tiempo unos siglos atrás, encontrarían la gran nación que fue el origen de la Alianza Ciudades-Estado.

Debido al colapso de aquel enorme condado, catorce ciudades-estado aparecieron con cada metrópoli en su centro. Después de que eso sucediera, hubo mucho derramamiento de sangre entre las ciudades-estado, o, más bien, los países pequeños. Esta situación continuó con los estados uniéndose y dividiéndose hasta la saciedad hasta el evento que llamaron el Gran Debate, en el cual, se formó la alianza actual entre las doce ciudades-estado.

♦  ♦  ♦

Aun así, todavía era difícil para todos abandonar sus predisposiciones entre sí. Aunque hacía un siglo, era el pasado para las razas con vidas más cortas, para algunas de las razas de vida más larga, todavía era un recuerdo reciente.

Por esta razón, se celebraba un torneo quinquenal como una salida para aquellos que aún guardaban rencor por el pasado y estaba a punto de empezar pronto.

La ciudad en la lista para albergar el próximo torneo, era Peibart.

Si bien era cierto que había cuatro años de tiempo para prepararse, solo les quedaban cuatro años.

El torneo tenía dieciséis eventos, uno de los cuales atraía más atención que el resto.

El Connelier — o simulacro de combate. También se conocía coloquialmente como el Mutual Wallop.

Cada ciudad-estado enviaba a diez de sus luchadores más fuertes que luego lucharían contra los otros combatientes bajo la protección del ítem mágico conocido como el Estándar de la Paz.

Este era el más entretenido y llamativo de los eventos y era bastante popular entre la población. Había llegado al punto en que la mayoría de la gente sentía que estaba bien perderse todos los eventos, excepto este. Por eso no podían permitir que ocurriera el más mínimo error durante este evento.

Eso no era una metáfora, un motín con bajas masivas había sido incitado en el pasado cuando la ciudad-estado de Oaknys no estaba completamente preparada para el evento. A pesar de que habían pasado cuarenta años desde entonces hasta ahora, la frase "El organizador de Oaknys" seguía siendo un título despectivo para una persona incompetente.

Aunque un error en cualquiera de los eventos podría incitar a la ira, el Connelier era el evento único donde ni siquiera se permitía la mitad de un error.

Sin embargo, el gobierno de nivel superior de cada ciudad sabía que el organizador de Oaknys no era tan malo, su problema radicaba en su laxitud de alerta contra los Espectros Vencidos.

No había ninguna evidencia directa para apoyar la existencia de Espectros Vencidos. Incluso si esa fuera la primera vez que aparecieron, el error que causaron fue fatal.

Kista se frotó los bordes de los ojos cuando terminó de leer los documentos.

La última vez que Peibart había organizado el torneo, fue hace unos cincuenta años. Los miembros del equipo central a cargo de organizar el asunto habían fallecido hacía mucho tiempo.

Aunque se había preparado para aprender las cuerdas desde cero, todavía sentía que podía colapsar por el estrés y la presión de toda esta terrible experiencia.

Había perdido el sueño cada vez que le venía a la mente la idea de que el torneo podría acabar en un fracaso.

Kista no pudo evitar reírse.

Todavía le quedaban cuatro años, pero ya estaba en este estado. ¿Cómo sería ella cuando estuviera cerca de la ceremonia de apertura?

Ella ya estaba molesta por eso.

Pero, mientras leía los documentos que dejaron sus predecesores y escribía todos sus pensamientos e ideas, hubo un breve momento de consuelo.

Justo cuando Kista estaba a punto de coger otro puñado de documentos, alguien llamó a su puerta.

Se levantó de su silla y caminó hacia la puerta. Al otro lado, estaba la cara familiar que esperaba. Era su abuelo, el ex alcalde de la ciudad, Ri Berun Kabelia.

No solo era la gran persona responsable de la paz duradera de Peibart, sino que también fue el alcalde la última vez que se celebró el torneo en Peibart.

"Abuelo-sama." —lo saludó Kista con una sonrisa— "¿Has venido aquí a propósito o estabas cerca? Habría ido directamente a ti si me lo hubieras dicho."

"Está bien, está bien, solo estoy haciendo ejercicio por el bien de mi columna vertebral. Incluso si mis piernas no funcionan como solían hacerlo, si yo fuera a estar encerrado en casa para siempre, se atrofiaría aún más rápido. Aparte de eso, Kista, perdón por interrumpir tu trabajo, pero ¿estás bien?"

"Mmmm, por supuesto que estoy bien, Abuelo-sama. Por favor, entra."

Kista condujo a su abuelo hacia el sofá, donde se sentaron uno frente al otro.

Berun sirvió té caliente en las dos tazas de té que Kista había preparado para ellos. El líquido verde pálido emitía un aroma suave y refrescante que impregnaba toda la habitación.

"Entonces, Kista. He oído de una de las doncellas que no has estado durmiendo bien estos últimos días."

Aunque no quería que su abuelo se preocupara, no podía ocultarlo más.

"Sí, Abuelo-sama. Me cuesta dormirme cada vez que me acuerdo de lo que podría pasar en otros cuatro años..."

La mayoría de la gente se reiría de la idea de que alguien estaría preocupado por lo que sucedería cuatro años después, tal vez incluso dirían que estaba demasiado ansiosa. Berun, sin embargo, no se reía. El peso de las cargas que soportaba un alcalde era un sentimiento que él, naturalmente, conocía muy bien por sus largos años sirviendo como alcalde de esta ciudad.

"Kista. Si ya estás en este estado, te arruinarás. Este es un té de hierbas que te ayudará a calmarte. Bebetelo y ve a dormir temprano. Un líder excepcional no es el que puede lograr más en el menor tiempo posible, sino el que entiende cómo delegar adecuadamente sus responsabilidades a los subordinados apropiados. No importas tú o yo, ¿cuánto podemos lograr realmente por nosotros mismos, verdad?"

"Muchas gracias. Pero... todavía tengo algo de trabajo que debe completarse pronto."

"¿Tiene algo que ver con las ciudades vecinas? ¿Pero no recuerdo haber oído hablar del Rey Ecuestre haciendo algún movimiento?"

El enemigo de la Alianza Ciudades-Estado era el que ocupaba las vastas llanuras del este, el Rey Ecuestre. Como Peibart no estaba cerca de las llanuras, cada vez que el país estaba bajo ataque, solo tenían que enviar sus gravámenes.

"...La noticia del Imperio recientemente se convirtió en un estado vasallo, seguramente ya has oído hablar de eso. La cuestión de cuánto deberíamos estar en nuestros guardias contra el Reino Hechicero es algo que debe resolverse lo antes posible."

"Ah, el Reino Hechicero..."

La expresión de Berun se volvió aprensiva.

El país que vasalizó el Imperio solo tenía una sola ciudad propia. También corrían rumores de que habían asimilado a esa organización asesina en sus propias filas.

Había todo tipo de rumores y cotilleos flotando, si era cierto o falso, era difícil de decir.

Kista recordó a alguien.

El Emperador del Imperio, Jircniv Rune Farlord El Nix.

El joven emperador al que se le había dado el título de Emperador Sangriento, lo había conocido una vez como parte de una misión diplomática — como un oficial de alto nivel del enviado al Imperio. Habían conversado entre ellos en la gala de recepción que se celebró después.

Era uno que era rico en inteligencia, riqueza y encanto como se esperaba del líder de un país. ¿Cómo se convirtió alguien como él en el vasallo de otro estado?

Tenía que haber una razón — debía estar codiciando algo.

"En lo que respecta al proceso de recopilación de inteligencia en el Reino Hechicero, ¿podría molestar al Abuelo-sama para que maneje algunos hilos?"

Berun, como alcalde de la ciudad durante mucho tiempo, tenía muchas conexiones, mucho más allá de lo que tenía Kista. Por supuesto, se había reunido con la mayoría de sus conexiones cuando había heredado su puesto, pero, si Berun fuera quien pidiera ese tipo de información en lugar de ella, sería mucho más eficaz.

"Por supuesto, Kista. Aunque esto no es exactamente a través de mis conexiones, he oído hablar de algunos aventureros brillantes que acababan de emigrar del Imperio hasta aquí, ¿debería preguntarles al respecto?"

"Sí, por favor, lamento molestarte — Abuelo-sama, muchas gracias."

Kista agachó profundamente la cabeza. Incluso si fueran parientes, él era alguien que tenía casi ochenta años de edad y aún así podía asumir el papel de alcalde sin ningún problema. Incluso fue reverentemente referido como el "Águila de Peibart" en los alrededores. Esto era algo que ella había tenido en cuenta desde la juventud.

"Agradecerme es un poco — no importa, acepto tu gratitud, Kista. A partir de hoy, aunque solo sea temporalmente, ve a dormir temprano. ¿Me oyes?"

"—Sí, Abuelo-sama. Gracias por toda la atención que me has brindado hasta ahora."

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