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Overlord vol. 7 novela ligera |
Traducción jpn-ing: Yen Pre$$Traducción ing-esp: ErbCorrección: Erb
Overlord Volumen 7: Los Invasores de la Gran Tumba
Capítulo 2: Mariposas Atrapadas en una Telaraña
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Parte 4
Estaban en el mausoleo central. Estaba rodeado de estatuas de guerreros y caballeros gigantes que parecían estar protegiendo a su señor feudal. Eran tan realistas que parecía que pudieran moverse en cualquier momento. Hekkeran estaba escondido al pie de una de las estatuas de guerreros, vigilando de cerca uno de los cuatro mausoleos más pequeños.
Después de un tiempo, Hekkeran notó que cinco personas corrían a toda velocidad desde uno de los mausoleos. Continuó escondiéndose, inspeccionando a las personas que corrían en busca de anomalías, y también si alguien las estaba observando. Después de eso, una vez que confirmó que la gente que corría estaba bien, Hekkeran finalmente suspiró aliviado.
Se asomó desde detrás de la estatua e hizo una señal. Gringham, que corría a la cabeza de su grupo, lo notó y corrió hacia Hekkeran.
—Gringham, ¿por qué tardaste tanto?"
—Mis más sinceras disculpas; parece que os he hecho esperar.
—Bueno, no es como si hubiéramos acordado una hora de reunión, así que está bien. Aparte de eso, vayamos a un lugar diferente y decidamos qué haremos a continuación.
Hekkeran bajó su postura, liderando el camino incluso mientras vigilaba su entorno.
Poco después de que comenzaron a moverse, Gringham preguntó:
—Una pregunta, si se me permite; ¿Vuestro equipo ha descubierto un tesoro?
Después de escuchar la emoción apenas disimulada en la voz de Gringham, Hekkeran recordó cómo había sido su propio equipo y le sonrió con satisfacción.
—Oh, sí, lo hicimos. Éramos todo sonrisas. El anciano también dijo lo mismo.
—¿Así que ésa también fue vuestra experiencia? En verdad, hicimos bien al venir a esta tumba.
—Ciertamente, deberíamos agradecer debidamente a cualquier pez gordo que haya sido enterrado aquí.
—Mm. Dicho esto, después de descubrir tanto tesoro, es posible que tengamos que prepararnos para la posibilidad de que la tumba principal esté vacía.
—No, estoy dispuesto a apostar que habrá más tesoros.
—Vuestras palabras… ¿Cuánto os atrevéis a apostar?
—Así se habla. ¡Encontraremos más tesoros en la tumba y ganaré algo de ti! Genial. El único problema es que al parecer ambos apostaremos en la misma dirección…
Ninguno de los dos se rió a carcajadas, simplemente sonrieron ampliamente.
—Indudablemente. Hablando de ello, tengo una pregunta para vos; ¿qué es eso?
Ante los ojos de Gringham había una estatua enorme, que tenía algo que parecía una placa de piedra solitaria a sus pies.
—¿Quieres decir eso?
Hekkeran lo puso al corriente de los resultados de la investigación sin detenerse, y explicó que nadie de los otros tres equipos que ya habían llegado sabía lo que decía el escrito. Todo el mundo esperaba que alguien del equipo de Gringham lo supiera.
— Parece un monumento de piedra y tiene algún tipo de escritura tallada.
—¿Qué queréis decir con "algún tipo de escritura"? Eso es terriblemente vago
—Nadie entiende ese idioma. No es del Reino ni del idioma del Imperio, y tampoco parece ser ninguno de los idiomas antiguos de por aquí. Puede que ni siquiera sea un lenguaje humano. Sin embargo, entendimos el número 2.0.
—¿Un número? Lógicamente hablando, esa debería ser la fecha en que se construyó el mausoleo. Pero en ese caso, sería un número demasiado pequeño.
—Arche dijo que podría ser un acertijo relacionado con estas ruinas... ah, en cualquier caso, sólo tenlo en cuenta.
—De hecho, ciertamente lo haré.
Después de pasar la enorme estatua, subieron un largo tramo de escaleras de suave pendiente que parecían estar hechas del mismo material que el sarcófago de piedra, y la entrada al mausoleo central se extendía ante ellos.
—Es el hedor de los muertos.
—Sí, tienes razón. Es un olor común en las Planicies Katze.
Hekkeran expresó su conformidad con los murmullos de Gringham.
Si bien no era tan nauseabundo como el vil olor a descomposición, el leve hedor a nomuerto exclusivo de los cementerios flotaba en el aire frío.
Había nomuertos presentes en una tumba tan bien cuidada como ésta.
El grupo se preparó mientras entraban al mausoleo. Ante ellos había un gran salón. Innumerables losas mortuorias de piedra se alineaban a ambos lados del pasillo, y frente a ellas había una escalera que conducía hacia abajo. La puerta que conducía a la planta baja estaba abierta de par en par. Una ráfaga extrañamente escalofriante de aire helado salía de detrás de ella.
—Por aquí.
Liderado por Hekkeran, el grupo de Gringham descendió las escaleras.
Había una bóveda funeraria al pie de las escaleras, con un par de puertas al frente. Parecía ser la única alrededor.
Si bien era más estrecho que la habitación de arriba —el mausoleo— era lo suficientemente ancho. Los compañeros de Hekkeran en Foresight, Tenbu de Eruya y el grupo de Palpatra estaban todos aquí.
—Ahora bien, ¿qué haremos ahora? El plan original era dividirnos aquí e investigar el interior, pero después de inspeccionar los mausoleos, ¿tienen alguna otra idea?
Después de decir eso, Hekkeran miró a todos los demás.
No parecía que nadie quisiera proponer nada nuevo. ¿Era deseo o sencillamente un simple truco de la luz? No podía estar seguro de qué era ese brillo en los ojos de todos. Sus rostros estaban llenos de emoción mientras ansiaban correr hacia las profundidades de la tumba.
—En ese caso, tengo una sugerencia. Examinaremos el exterior en un círculo para comprobar si hay puertas ocultas.
El líder del equipo pudo haber hablado, pero los miembros del equipo no parecían felices con eso.
Después de todo, todos habían visto los premios brillantes hace un momento. Incluso si esa opinión provenía de su líder veterano, era muy difícil para ellos aceptarla. Seguramente, deben haber imaginado el tesoro huyendo ante sus propios ojos.
—¿Qué les parece? Hemos comprobado la superficie, pero no podemos decir que la hayamos comprobado muy a fondo. Puede que haya otras rutas escondidas debajo de los mausoleos, ¿no creen? Además, no hemos revisado el cementerio, ¿verdad?
—Creo que lo que el venerable anciano está tratando de decir es que, según las canciones de los bardos sobre las grandes ruinas, es decir, las Ruinas de Sasashal, había un pasaje seguro cerca de la entrada que podía llevar a todos directamente al corazón de la zona.
—Ah, Gringham. Ya lo hemos comprobado, pero desafortunadamente no hay puertas secretas en esta habitación.
—Precisamente. Estamos dispuestos a sacrificarnos por el equipo, así que a cambio, esperamos que nos den una parte de los tesoros que encuentren en este nivel. ¿Qué tal el 10% de cada equipo? Además, si encuentra otro nivel más abajo, ¿podemos solicitar el derecho a entrar y mirar primero?
—No tengo objeciones a esa propuesta.
El primero en responder fue Gringham. Poco después, Hekkeran también expresó su conformidad.
—¡Muy bien parece que nadie se opone! Por cierto, ¿Qué hay de ti, Uzruth?
—Personalmente, me opongo mucho, pero si solo es el 10%, no es gran cosa.
El anciano se rió alegremente ante la espinosa respuesta de Eruya. Y fue Eruya quien terminó disgustado porque sus ácidas palabras fueron completamente ignoradas.
—Ah, anciano. En ese caso, tenemos una solicitud. Encontramos una enorme bandera tejida con hilos de metales preciosos en el mausoleo que investigamos. No la trajimos porque era demasiado voluminosa. ¿Podemos molestarlo para que nos ayude a traerla de vuelta?
—Estoy de acuerdo con la opinión de Hekkeran. Aunque me avergüenza molestarlo, me alegraría si vos también pudiera ayudarnos a recuperar la nuestra.
—Ya que es así, también te dejaremos la nuestra.
Eruya señaló con la barbilla a una de las Elfas, y la chica delgada descargó temblorosamente un gran trozo de tela que llevaba a la espalda y lo dejó en el suelo.
—Entendido. ¿Hay algo más que deseen dejar atrás o que quieran que nos llevemos? —Nadie respondió a la pregunta de Palpatra—. ¡Bien! Entonces, seguiremos la sugerencia de ahora e investigaremos la superficie. Ustedes también deben tener cuidado. Sin embargo, si encuentran algún objeto de valor, no duden en dejárnoslo.
—Jaja, venerable anciano. Con mucho gusto os dejaré los monstruos, pero lamentablemente, no dejaremos ni una sola moneda de tesoro detrás.
El grupo se rió entre dientes y luego Hekkeran preguntó a todos:
—Entonces, ¿nos movemos?
El grupo aceptó esa sugerencia de inmediato, por lo que siguieron adelante. Sus ojos brillaron con deseo y expectativa cuando dieron el primer paso hacia las ruinas desconocidas: la tumba subterránea.
Después de abrir la puerta de la habitación, un pasaje conducía directamente a las profundidades. Quizás deberían haber esperado esto, pero el pasaje estaba muy limpio.
Éste era un pasaje de piedra sin moho ni algas creciendo en él. Había nichos a ambos lados, cada uno lleno de objetos de tamaño humano envueltos en sudarios funerarios. No había nada del hedor que era exclusivo de los cadáveres. Solo había aire frío y limpio, así como un olor como el de los muertos.
Había luces blancas espaciadas a lo largo del techo a intervalos regulares, pero debido a la gran distancia entre ellas, todavía había muchos rincones oscuros a lo largo del pasillo. Hekkeran no tenía ningún problema para caminar, pero estaba lo suficientemente oscuro como para que le preocupara que pudieran pasar por alto algo. Sintió que debería haber traído una luz.
—Rober, ¿hay una reacción nomuerta de ese cuerpo?
—No, ninguna en absoluto.
—¿De verdad? —Respondió Arche, y luego se acercó a un cadáver envuelto, cortando el sudario con una daga. Después de ver sus acciones, dos de los hombres del grupo se adelantaron para ayudar a exponer el cadáver debajo del sudario.
—A juzgar por la altura y el físico, lo más probable es que sea humano. Y un hombre adulto.
—No lleva ropa, por lo que no podemos saber de qué época provienen las ruinas.
—Aún así, estas ruinas son realmente un misterio. No podemos saber su edad por su arquitectura o los estilos de entierro. Por lo que sabemos, estas ruinas podrían ser de hace más de 600 años.
—Si ése fuera el caso, entonces este sería un hallazgo histórico.
Quizás ese tema podría haber sido interesante para un académico, pero estaban aquí para trabajar.
Mientras Hekkeran y Gringham los miraban con frialdad, los tres rápidamente agregaron:
—Después de todo, la fecha de construcción y los antecedentes de estas ruinas siguen siendo un misterio.
—Entendido. ¿Ahora podemos seguir adelante? Quiero matar monstruos.
Eruya, algo disgustado, expresó su acuerdo con Hekkeran y Gringham, y el grupo siguió adelante de nuevo. Sin embargo, se detuvieron nuevamente después de dar algunos pasos.
Todos sacaron sus armas, preparándose para el combate.
El sonido del traqueteo de huesos venía de delante de ellos.
Podían ver criaturas nomuertas corriendo hacia ellos desde adelante bajo la iluminación de las luces del techo.
A medida que la distancia entre ellos se redujo y vieron a lo que se enfrentaban, una conmoción surgió de los sorprendidos trabajadores, como si hubieran visto algo que no se atrevían a creer.
—Oh, vamos, estás bromeando…
—Oi, oi, ¿en serio…?
—¿Eh? ¿Son realmente Esqueletos?
En el momento en que alguien mencionó los nombres de esos monstruos, su risa estalló incontrolablemente para llenar todo el pasillo.
—¡Oi oi oi oi! No importa cómo lo mires, los Esqueletos no serán suficientes, ¿verdad? ¡Estamos todos aquí!
Los monstruos de tipo Esqueleto no variaban demasiado en apariencia y, a veces, es posible que uno no pudiera diferenciarlos a simple vista.
Sin embargo, a juzgar por la impresión que daban, los trabajadores estaban seguros de que se trataba de Esqueletos corrientes.
—Si alguien estuviera enviando exploradores para probar nuestra fuerza, entonces debería estar enviando a monstros más fuertes. ¡Lo tengo! ¡O nadie está a cargo de estas ruinas, o la oposición no puede medir nuestra fuerza, o son lo suficientemente estúpidos como para no haber descubierto a los intrusos todavía!
La risa de todos continuó.
—No, no puedo creer que sean Esqueletos. Tal vez todo el tesoro estaba en los mausoleos de arriba.
—Eso sería terrible.
Los Esqueletos eran demasiado débiles en comparación con estos trabajadores, que eran comparables a los aventureros de rango mithril. Además, eran menos numerosos que los trabajadores, por lo que no tenían idea de lo que pensaba la oposición.
Frente a los seis esqueletos bloqueando su camino, todos se miraron, sin saber quién debería ir primero.
—No cuenten conmigo.
Eruya expresó claramente su opinión y todos pudieron entender cómo se sentía.
—Entonces iré yo.
Después de eso, Gringham avanzó.
No se sabía qué pasaba por las cabezas vacías de los esqueletos. ¿Creían que el guerrero solitario había sido expulsado de su grupo? ¿O algo más?
Los esqueletos atacaron de inmediato, y luego...
Su hacha cortante y su escudo los hicieron fácilmente pedazos.
Solo había tomado el espacio de unos segundos. No, de hecho había sido incluso menos que eso.
Después de destrozar los seis esqueletos y de pisar sus restos, Gringham suspiró con cansancio. No fue porque se había sentido fatigado por la batalla, sino porque estaba muy decepcionado por el hecho de que después de llegar a estas ruinas inexploradas que eran el sueño de un trabajador, la primera batalla que se suponía que agregaría color y sabor a esta aventura se había convertido en una lucha contra los Esqueletos, el rango más bajo de los nomuertos. Él lo encontraba bastante triste.
—Patético, los Esqueletos son simplemente Esqueletos, después de todo. Dicho esto, no se descuiden. ¡Consideren que podrían aparecer nomuertos más poderosos y avancen mientras se mantienen alerta!
Los labios de todos se tensaron al escuchar las palabras de Gringham. Avanzaron, más adentro de las ruinas, sus corazones llenos de expectación por la montaña de tesoros que los esperaba.
***
—Sheesh, se han ido.
—Se han ido todos. Puede que sean trabajadores, pero compartimos el pan con ellos y son nuestros camaradas para este trabajo. Espero que regresen sanos y salvos... ¿qué piensas, Momon-san?
—Que todos van a morir.
Ainz respondió en tono lúgubre, y el líder de los aventureros que lo había interrogado se congeló.
Mierda. Dije lo que estaba en mi corazón…
—Eh, no, lo que quise decir es que deberíamos estar mentalmente preparados para ese resultado. Estas son ruinas previamente desconocidas, y no se sabe qué peligros les esperan en el interior. Ser demasiado optimista es perjudicial.
—Ya veo, eso es lo que quisiste decir... gracias por tu preocupación.
Eso pareció bastante forzado… ¿pero supongo que lo acepta sin pensarlo mucho? Funciona para mi…
El líder probablemente asentía sin parar porque esas palabras fueron dichas por un hombre de rango adamantita, así que estaba pensado ciegamente lo mejor de él.
Parecería que los esfuerzos de Ainz —había sido tan amigable y accesible como le fue posible durante su viaje a Nazarick— habían dado sus frutos, dada la actitud favorable que tenían hacia él.
—Entonces, de acuerdo con el plan, iré a descansar primero.
Ainz se dirigió a su —naturalmente, la compartía con Narberal— tienda. Como estaba a cierta distancia de las otras tiendas, sabía que algunas personas habían estado difundiendo rumores de que era porque no quería que ciertos… sonidos fueran escuchados por otros. De hecho, el líder de los aventureros le había dicho eso hace un momento.
Comparado con los trabajadores, el líder parecía querer acercarse más a Momon, quien era un compañero aventurero, por eso le había dicho lo que había escuchado de los trabajadores.
Ainz y Narberal entraron juntos a la tienda y cerraron la solapa, y luego, por si acaso, revisaron el exterior. Nadie parecía prestarles atención; de hecho, parecían estar deliberadamente tratando de no mirar a Ainz.
—... Aunque la gente llama a esto un nido de amor, creo que hice bien en no negarlo de inmediato. De esa manera, no sospecharán por qué instalamos nuestra carpa tan lejos, y no nos prestarán atención indebida ni se acercarán a este lugar.
Podría haber perdido algunas cosas, pero había ganado mucho más a cambio.
Ainz se quitó el casco, exponiendo su rostro esquelético.
—Ahora bien, Nabe… no, Narberal, regresaré a Nazarick. Planeo que Pandora’s Actor ocupe mi lugar; si algo sucede antes de eso, piense en una forma inteligente de lidiar con eso.
—Entendido, Ainz-sama.
—Mm. Si pasa algo, contácteme inmediatamente. Te lo dejo a ti.
Ainz descartó su armadura y espadas creadas mágicamente. El peso del casco en sus manos también desapareció.
No se sentía cansado, pero después de haber sido liberado de las ataduras de cuerpo entero de su armadura, no pudo evitar suspirar satisfecho. Giró los hombros, que no le dolían, como un remanente de su personalidad humana.
—...Caramba.
Sintió que los restos persistentes de sus sentimientos humanos eran un impedimento para él.
Si pudiera lidiar con calma con todos sus problemas, tal vez sus circunstancias actuales serían diferentes. Pero si no tuviera los restos de su humanidad con él, ¿seguiría apreciando la Gran Tumba Subterránea de Nazarick? Quizás sus pensamientos como el ser humano Satoru Suzuki y sus buenos recuerdos de sus amigos se habrían desvanecido con eso.
Ainz sonrió amargamente mientras lanzaba un hechizo. No había parte de su mente que todavía reflexionara sobre la cuestión de su humanidad. Ainz no era una persona lo suficientemente grande como para preocuparse por dos o tres problemas al mismo tiempo y lo que debería hacer al respecto. Debería concentrarse en la tarea que tenía entre manos y descartar todo lo demás.
El hechizo que lanzó fue Teletransportación Mayor.
Debido a que llevaba el Anillo, Ainz pasó por alto la barrera desplegada sobre Nazarick y llegó inmediatamente a la cámara frente al Salón del Trono.
—Bienvenido a casa, Ainz-sama.
Justo después de eso, una melodiosa voz femenina lo saludó.
—He vuelto, Albedo.
La mujer profundamente inclinada levantó la cabeza y una sonrisa como una flor floreciendo se extendió por sus deslumbrantes rasgos.
Uhhhh ...
Cuando vio la mirada de amorosa adoración en sus ojos, Ainz sintió picazón por todas partes y quiso rodar por el suelo. Sin embargo, no pudo actuar de una manera que no encajara con Ainz Ooal Gown, soberano de la Gran Tumba Subterránea de Nazarick.
Con el fin de reprimir las débiles y persistentes emociones dentro de sí mismo, Ainz tosió deliberadamente, algo que su cuerpo esquelético no debería haber requerido.
—Si todo avanza según el plan, los invasores deberían llegar pronto. No, quizás ya hayan llegado. ¿Se han hecho los preparativos de bienvenida?
—Son impecables. Estoy segura de que podremos entretener a nuestros invitados.
—Es eso así... Albedo, espero con ansias la recepción que has preparado.
Ainz entró en el corazón de Nazarick; el Salón del Trono. Albedo estaba un paso detrás de él, pero pronto lo alcanzó.
Ainz le había dado a Albedo una orden sobre los intrusos esta vez. Había expresado el deseo de observar el desempeño de las defensas que ella había erigido en condiciones de batalla en vivo.
En el pasado, sus amigos habían decidido dónde aparecerían los monstruos POP en Nazarick y dónde colocarlos. Los arreglos de sus amigos fueron perfectos. Pero ahora que la situación había cambiado, no había garantía de que no hubiera una mejor manera.
En ese caso, se podría decir que reevaluar las disposiciones de seguridad era una necesidad urgente. Por tanto, quiso aprovechar esta oportunidad para observarlo por sí mismo.
—... Los intrusos son muy débiles, por lo que obviamente será imposible utilizarlos para verificar todos los sistemas. Aún así, espero que aprendamos algo de esta operación.
—Entendido. Le garantizo que cumpliré sus expectativas, Ainz-sama.
—Muy bien. Además, como sabes, se debe evitar enérgicamente rociar gas venenoso sobre el enemigo antes de que los nomuertos los ataquen y otras trampas que utilicen monedas. Espero que te ciñas a las trampas que involucran a los monstruos POP. ¿Estará bien?
Ainz asintió al ver la sonrisa de Albedo.
—¿De veras? Entonces me quedaré aquí y disfrutaré del espectáculo. Bien, ¿dónde están los otros Guardianes de Piso?
—Ordené a todos que se reunieran a su regreso. Entrarán cuando lleguen. ¿Es eso aceptable?
—Lo permitiré. Después de todo, es más divertido cuando hay más personas reunidas.
Mientras Ainz se sentaba lentamente en el trono, varios objetos parecidos a monitores de televisión aparecieron ante él. Los monitores mostraban escenas desde dentro de Nazarick; o en otras palabras, las escenas que su controlador, Albedo, quería que Ainz viera.
Lo más seguro era que mostraban partes de la red de defensa que Albedo había ajustado, pero él no sabía realmente qué era lo diferente con lo de antes.
...Para que este ejercicio de entrenamiento sea fructífero, necesito aprender algo de estas imágenes. De lo contrario, las cosas irán mal cuando concluya el ejercicio e intercambiemos opiniones.
Ainz era el gobernante supremo de Nazarick. Un hombre en una posición tan alta no podría alegar ignorancia de los sistemas defensivos a sus propios subordinados.
—Entonces, por si acaso, me gustaría confirmar que Ariadna no se activará, ¿verdad?
Abrió la consola de control y vio que todo estaba bien, pero aun así no pudo evitar preguntar.
—No lo creo. Sin embargo, tengo una pregunta para usted, Ainz-sama. Si los intrusos bloquean la entrada, ¿se activará Ariadna?
Ainz recordó las Preguntas y Respuestas que había visto antes en Yggdrasil. O no, ¿había sido explicado en un parche del juego?
—No lo creo… recuerdo que no debería… creo.
Había sido así en Yggdrasil, pero nadie podía garantizar que seguiría siendo así en este mundo. Además, ni siquiera podían estar seguros de si existía el sistema Ariadna.
—Entonces, ¿Qué hay de manipular a los humanos para activarlo a propósito?
—Puede que no se active, pero después de pensar en las pérdidas que sufriremos si lo hace, no creo que sea un experimento que queramos realizar.
El sistema Ariadna.
Este era uno de los mecanismos de verificación involucrados en el sistema de creación de bases de Yggdrasil.
La forma más sencilla de hacer una fortaleza inexpugnable era simplemente bloquear todas las entradas para que nadie pudiera entrar. Para una gran tumba subterránea como Nazarick, simplemente enterrarla bajo tierra sería suficiente. Sin embargo, eso era intolerable desde la perspectiva del juego.
El sistema Ariadna se usó para monitorearlos y evitar que los jugadores construyeran una base como esa, que no pudiese ser invadida.
Las especificaciones del sistema requerían que hubiera un camino continuo desde la entrada hasta el corazón de la mazmorra. Aparte de eso, el sistema Ariadna también mediría la distancia recorrida dentro de la mazmorra, la cantidad de puertas que uno tenía que atravesar y muchas otras categorías, todo con gran detalle.
Una vez que una mazmorra que violaba estos requisitos se cargaba en Yggdrasil, se imponía una multa y se deducía una gran cantidad de fondos de las arcas del gremio.
Para Nazarick, los Pisos 5to y 6to habían resuelto todos estos problemas, eso, y la ayuda de una gran cantidad de artículos en efectivo, les había ayudado a mantener una mazmorra tan grande.
Uno de los monitores que estaba controlando Ainz mostró una imagen de los trabajadores.
—¡Tch! Muy bien, finalmente entraron. Me estaba cansando de esperar.
Ainz estaba profundamente disgustado al ver a estos miserables entrar en la fortaleza que había construido con sus camaradas, manchándola con sus pies sucios. Por lo tanto, la oleada de emoción dentro de él excedió el punto de corte y se calmó de inmediato. Aun así, no pudo apagar completamente las llamas de su agravio.
—Albedo, ni uno solo de ellos escapará intacto, ¿entiendes?
—Pero por supuesto. Por favor, disfrute del destino que les sobrevendrá a estos tontos ladrones que se atreven a profanar el santuario de los Seres Supremos. Además... creo que dijo antes que desearía ratas de laboratorio para probar su habilidad con la espada. ¿A quienes usaremos?
—Hmm, es correcto. He entrenado con el anciano antes, he practicado con ese hombre en la carretera y este equipo no es adecuado para la práctica. Por proceso de eliminación, tienen que ser ellos.
Ainz movió el monitor para que Albedo pudiera ver y señaló a un grupo de personas.