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Overlord vol. 7 novela ligera |
Traducción jpn-ing: Yen Pre$$Traducción ing-esp: ErbCorrección: Erb
Overlord Volumen 7: Los Invasores de la Gran Tumba
Capítulo 1: Invitación a la Muerte
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Parte 3
En cierto distrito residencial de clase alta que ocupaba una gran extensión de terreno en la capital del Imperio. Desde hacía mucho tiempo que en estas tierras se había construido filas de mansiones lujosas erigidas al estilo del pasado. Caminar por entre estas mansiones provocaría una sensación de nostalgia histórica, y con seguridad se podría decir que el tipo de residentes viviendo aquí eran aristócratas en su mayoría.
Las mansiones de los aristócratas eran una señal de su posición social. Podría ser visto como un desperdicio de dinero, pero si no estuvieran extravagantemente decoradas, ellos seguramente serían ridiculizados.
Muebles, joyas, ropa, mansión, patio; era necesario mantener todas estas cosas para tener estatus entre las clases altas de la sociedad. Para los aristócratas, que continuamente formaban grupos y conexiones, era necesario demostrar su riqueza. Vivir en una mansión simple era razón suficiente para ser ridiculizado y menospreciado. Debido a esto, los aristócratas que estaban interesados en la política y el poder, tenían que decorar sus cuerpos y sus propiedades. En términos realistas, esto era parecido a una demostración de fuerza entre grupos militares. Era un privilegio reservado para los poderosos.
Éstas eran las cosas que uno vería al mirar alrededor.
Incluso dentro de la capital, esta zona era uno de los distritos mejor regulados, donde todo era agradable y tranquilo. Sin embargo, si se observaba con cuidado, la tranquilidad podía ser un poco inquietante debido a la falta de presencia humana.
En realidad, la mayoría de estas mansiones estaban desocupadas y vacías. Debido a los eventos desencadenados por el Emperador de Sangre, la mayoría de sus habitantes habían terminado siendo incapaces de continuar soportando los gastos de vivir en este distrito.
Entre estas mansiones vacías, seguía habiendo unas cuantas todavía en uso. Aunque a diferencia del pasado, los jardines estaban descuidados y ya no había sirvientes esperando afuera.
Fueron sus padres los que recibieron a Arche en la sala de recepciones de una de esas mansiones. Mostraban la apariencia apropiada de los nobles típicos, con ropa lujosa y el porte correcto.
—Ooh, bienvenida a casa, Arche.
—Bienvenida.
Antes de poder responder correctamente, Arche se volteó para mirar una delicada pieza de vidrio que había sido cuidadosamente tallada con la forma de una copa. Irradiaba un aire de gran valor.
El rostro de Arche se retorció ya que no la había visto antes.
—... ¿Y esto es?
—Oh, es del artista Jean...
—No estoy haciendo ese tipo de pregunta. Esto es algo que no teníamos antes, ¿por qué lo tenemos ahora?
—Se debe a que fue comprado justo esta mañana.
Ésa fue la respuesta casual de su padre, con el mismo tono de voz que usaría para decir “Buenos días”. Al oír esto, el cuerpo de Arche comenzó a temblar.
—... ¿Cuánto?
—Hm... Creo que sólo costó alrededor de 15 monedas de oro. Barato, ¿verdad?
Arche perdió la fuerza en los hombros, desesperada. Originalmente había planeado usar el depósito de su trabajo actual para pagar una parte de la deuda, y ahora se enteraba que se había incrementado incluso más.
—¿Por qué lo compraste?
—Como aristócratas, si ni si quiera pudiéramos comprar esto, nos convertiríamos en el hazmerreir de todos.
Al escuchar la risa orgullosa de su padre, los ojos de Arche comenzaron a brillar con rabia.
—Ya no somos aristócratas.
La expresión de su padre endureció ante el sonido de esas palabras y su cara se puso completamente roja.
—¡No es cierto!
El padre de Arche estrelló la mano con fuerza contra la mesa. Debido a la dureza de la mesa, la pieza de vidrio no fue afectada por el golpe. Aunque a Arche no le hubiera importado si se rompía, probablemente su padre no habría sentido ningún remordimiento. “Sólo costó quince monedas de oro”, sería lo que pensaría.
— ¡Siempre y cuando se muera ese advenedizo pedazo de mierda, nuestra familia puede recobrar instantemente su posición! Los miembros de nuestra familia han sido nobles del Imperio por más de cien años. Es absolutamente imperdonable ponerle fin a nuestro linaje. ¡Ésta es una inversión para nuestro renacimiento! ¡Además, esta demostración de poder es para mostrarle a ese tonto que no nos hemos rendido!
Qué estúpido.
Ésa era la opinión que Arche tenía sobre su padre, que en estos momentos había perdido el aliento debido a la cólera. Con “tonto” probablemente se refería al Emperador de Sangre. Para alguien como él, la familia de Arche ni siquiera era digna de consideración. Si realmente planeaban recuperar su título de nobleza, éste definitivamente no era el método a usar.
Al estar atrapados en su pequeño mundo, no eran capaces de ver qué era lo que sucedía en el exterior.
Arche sacudió la cabeza con impotencia.
—Dejen de pelear, ustedes dos.
Viendo a su despreocupada madre, Arche decidió dejar ahí las cosas con su padre.
Poco después, su madre se puso de pie y le entregó un pequeño frasco.
—Arche. Esto es perfume, comprado especialmente para ti.
—¿Cuánto?
—Tres monedas de oro.
—Ya veo... gracias.
Al mismo tiempo que calculaba interiormente las dieciocho monedas que se habían desperdiciado, Arche le dio las gracias a su madre. Luego de aceptar el diminuto frasco que contenía una pequeña cantidad de perfume, lo colocó en su bolsa.
Arche tenía dificultades para mirar fríamente a su madre. Por lo menos los perfumes y el maquillaje tenían más usos prácticos que un objeto de vidrio.
Vestirse adecuadamente y asistir a fiestas de clase alta eran los medios que tenían los nobles para reunirse y conocerse. Si se consideraba que la felicidad de una mujer consistía en casarse, quedar embarazada y parir, entonces era importante que las hijas de la nobleza se arreglaran, por lo menos desde el punto de vista de un noble.
Sin embargo, incluso si era así, en su situación actual, Arche simplemente no podía permitirse derrochar tanto. Además, tres monedas de oro eran suficientes como para alimentar a una familia normal por todo un mes.
—Ya he dicho esto innumerables veces, los gastos deben mantenerse al mínimo. Sólo compren lo que realmente sea necesario.
—¡Exacto, eso es lo que decía yo! ¡Esto era necesario!
Sintiéndose cansada de seguir discutiendo, Arche simplemente se quedó mirando la cara enrojecida de su padre. Tener que estar recordándoles continuamente unas cosas tan simples se estaba volviendo demasiado para ella. Aunque sólo podía culparse a sí misma por todo esto. Si hubiera usado la fuerza para resolver estas cosas desde el principio, la situación no habría terminado así. Además, no le habría causado problemas a Foresight.
—Ya no traeré dinero. Me llevaré a mis hermanas a vivir a otro lugar.
Al oír las palabras que Arche pronunció en silencio, su padre comenzó a acalorarse una vez más. Probablemente lo que más lo ha perturbado es la pérdida de sus ingresos, pensó Arche con indiferencia.
—¿Quién crees que fue él que te crió desde que naciste?
—Ya he pagado mis obligaciones.
Arche terminó la conversación abruptamente. La cantidad de dinero que había ganado hasta ahora, aunque no era ridículamente alta, seguía siendo una suma bastante considerable. Ese dinero lo había ganado durante las aventuras que había tenido con sus camaradas, y debía haberlo utilizado para fortalecerse tal como lo habían hecho el resto de sus compañeros de equipo.
¿Qué pensarían sus camaradas al ver que nunca actualizaba el equipo que llevaba?
Utilizar equipos débiles probablemente significaba que era la miembro más débil de su equipo.
Sin embargo, los miembros de Foresight nunca lo habían mencionado. La habían consentido demasiado.
Arche lo miró intensamente. Al recibir la fuerza completa de su mirada, su padre cedió y apartó la mirada. Siendo alguien que había atravesado situaciones de vida o muerte, no había ninguna razón para que Arche fuera derrotada por el torpe aristócrata que tenía de padre.
Arche volvió a mirar a su atónito padre, y abandonó el cuarto.
Al salir del cuarto, suspiró aliviada.
—Mi señora.
—¿Qué sucede, James?
James había sido el mayordomo de la familia desde hacía mucho tiempo. En su rostro se podía ver una expresión de nerviosismo, una que se había visto muy a menudo desde que su familia había caído en desgracia.
—Aunque no deseo decirle este tipo de cosas, mi señora...
Arche levantó una mano para interrumpirlo. Considerando que no era una conversación que debían tener cerca a la sala, ambos se alejaron a cierta distancia.
Arche tomó una pequeña bolsa y la abrió. Muchas luces diferentes brillaron en su interior. La mayoría eran de color plateado, seguidas de luces de color bronce, y en menor número, doradas.
—Esto debería ser suficiente, ¿cierto?
Al recibir la bolsa, James examinó el interior y su rostro finalmente se relajó.
—El pago y también los intereses para el vendedor... Creo que podré encargarme del resto, mi señora.
—Muy bien.
Arche pudo relajarse por fin. Aunque era el pago mínimo, era suficiente para subsistir.
—¿No se pudo evitar que mi padre lo comprara?
—El vendedor vino con nobles que nos conocían. Aunque se lo recordé varias veces al señor...
—Ya veo... —Los dos suspiraron—. Sólo hay una pequeña cosa que me gustaría preguntar. ¿Cuánto debo preparar para pagarlo todo?
Los ojos de James se abrieron de par en par, y luego le devolvió una sonrisa triste. Tal vez la razón por la que no había movimiento en sus ojos se debía a que ya sabía que se lo preguntaría.
—En efecto, una vez que termine de calcularlo, se lo informaré.
—Entonces estaré contando contigo.
En ese instante se pudo oír a alguien corriendo por el pasillo. Incluso sin mirar, Arche ya sabía quién era.
Relajando su expresión, Arche se dio la vuelta justo a tiempo para ver una sombra avanzando hacia ella y saltando sin reducir la velocidad.
La figura que había saltado a los brazos de Arche medía menos un metro de altura. Tenía alrededor de cinco años y sus ojos eran parecidos a los de Arche. Mientras la abrazaba, la niña levantó la cara y mostró una expresión de insatisfacción al mismo tiempo que sus mejillas sonrojadas se abultaban.
—Es demasiado duro.
Esto estaba dirigido al pecho plano de Arche.
Arche usaba ropas que la protegían en sus aventuras. La zona alrededor de su pecho y su abdomen había sido reforzada con cuero duro para incrementar sus propiedades defensivas. Chocar contra ella definitivamente se sentiría como chocar contra una superficie dura.
—¿Estás bien?
Tocó la mejilla de la niña mientras le acariciaba el cabello.
—Mm, estoy bien, hermana.
Viendo la felicidad en el rostro de su hermana, Arche sonrió también.
—...Entonces me retiro.
Arche le dio las gracias al mayordomo, que no deseaba molestarlas, y luego se volvió para acariciar la cabeza de su hermana una vez más.
—Ulei... cuando estés en el pasillo...
Arche se detuvo de pronto. Quería decirle que no era elegante que las niñas nobles corrieran al interior de la casa, pero luego de haberle dicho a su padre que ya no eran nobles, este tipo de reprimendas no eran necesarias.
Durante todo esto, la mano de Arche no se detuvo ni por un momento, y aunque el cabello de la niña se había desordenado por completo, a ella no le importó y continuó riendo.
Arche miró a su alrededor, y confirmó que estaban solas.
—¿Dónde está Kuude?
—¡En su cuarto!
—Ya veo... Hay algo que me gustaría decirles a ambas, vamos juntas.
—Sí.
Ella era la de responsable de proteger las alegres sonrisas de sus hermanas. Una sensación cálida creció rápidamente en su interior al tomar la pequeña mano de su hermana. Una mano tan pequeña que incluso la mano de Arche podía cubrirla por completo.
—Hermana, tu mano es realmente áspera...
Arche miró su otra mano. Debido a las heridas que había recibido en sus numerosas aventuras, ya no se podía decir que estas manos ásperas le pertenecían a la hija de una familia noble. Sin embargo, no tenía remordimientos. Estas manos eran la prueba de que su vida transcurría junto a la de sus amigos, junto a sus camaradas de Foresight.
—... ¡Pero me gusta de todas maneras!
Con las manos de su hermana sosteniendo firmemente la suya, Arche sonrió y dijo:
—Gracias.
♦ ♦ ♦
Como era habitual, el mercado del norte en la capital del Imperio rebosaba de energía. Sin embargo, debido a la especialización de los productos ofertados, el número de clientes que lo frecuentaban era mucho menor al compararlo con el del mercado central. Como tal, no era difícil desplazarse por las atestadas calles.
Viendo la atmósfera usual que rodeaba el mercado, Hekkeran y Roberdyck relajaron los hombros y comenzaron a mirar las cosas.
Podían bajar la guardia ya que estaban en el mercado del norte, que era probablemente uno de los distritos más seguros en la capital.
—Bueno, Hekkeran. ¿Qué es lo que necesitamos comprar?
—En primer lugar, objetos curativos. Necesitamos abastecernos de esas “Varitas de curación de heridas menores”. Dependiendo de la situación, también podríamos necesitar algunas “Varitas de curación de heridas moderadas”... No escojas ninguna que tenga pocos usos. Por lo que he oído, nuestro objetivo es una tumba, podríamos necesitar usarlas contra nomuertos. Después de eso, tenemos que abastecernos de objetos para contrarrestar a criaturas nomuertas, venenos y enfermedades. También necesitamos medidas contra la energía negativa y contra los nomuertos que no tengan formas físicas... Los objetos de uso ilimitado son demasiado costosos, así que también sería mejor conseguir pergaminos imbuidos con magia.
Las varitas eran un tipo de objeto capaz de contener múltiples cargas de un único hechizo. El usuario podía usar el hechizo hasta que las cargas se agotaran. Como tal, cuando se las comparaba a los pergaminos, que sólo podían usarse una vez, las varitas eran objetos mucho más valiosos para ciertas tareas, como por ejemplo la curación de heridas.
—Ya veo. Pensé que habíamos venido a comprar algún regalo y que querías mi consejo.
—¿Un regalo?
— ... No te preocupes por eso, Hekkeran. Comencemos a buscar lo que necesitamos.
—... Er, mm.
Las tiendas en el mercado del norte eran todas al aire libre, organizadas cuidadosamente y repletas de artículos para la mirada de las personas que pasaban.
Los objetos expuestos eran colocados usualmente en tablas. Una por objeto. Sin embargo, la mayoría de las cosas en venta en cada una de las tiendas sólo era de calidad media. Los objetos nuevos o desconocidos eran poco comunes aquí.
La mayoría de los vendedores parecían ser capaces de cuidar de sí mismos. O poseían armas de aspecto poderoso o estaban vestidos como lanzadores de magia. A comparación de un comerciante ordinario, estos parecían ser guerreros experimentados.
A simple vista estos vendedores parecían estar fuera de lugar, pero realmente se trataba de los dueños de sus respectivas tiendas, a pesar de que era sólo por ese día. Habitualmente estarían trabajando como aventureros o trabajadores. En otras palabras, la profesión real de los vendedores era parecida a la de Hekkeran y Roberdyck.
Generalmente vendían equipos u objetos que ya no necesitaban, o cualquier cosa que encontraran durante sus aventuras. Si se los comparaba con mercaderes especializados en objetos mágicos o con el Gremio de Magos, al contactar ellos mismos a sus clientes podían evitar tener que pagar los costos de intermediación y así bajar el precio de sus artículos. La suma que se ahorraba con esto era mayor que las tarifas que uno tenía que pagar para colocar una tienda propia.
Era por esto que los aventureros y los trabajadores como Hekkeran frecuentaban los mercados del norte como primera opción para buscar gangas. Algunos incluso venían todos los días si tenían tiempo.
Y por último, éste era el motivo principal por el que el índice delictivo era tan bajo. ¿Quién estaría lo suficientemente loco como para provocar un escándalo en un distrito lleno de combatientes veteranos?
Luego de pasar algún tiempo mirando alrededor, las caras de los dos hombres no estaban ni tristes ni contentas.
—No encuentro nada.
—Yo tampoco.
Ya que los artículos en venta eran objetos no deseados en su mayoría, encontrar los objetos que necesitaban era una tarea difícil. Aunque estos objetos podrían ser adecuados para aventureros o trabajadores inexpertos de bajo rango, para estos dos, incluso si pensaban en sus compañeros, simplemente no había nada útil.
—Qué lamentable. Tal vez sería más rápido ir a una tienda normal.
—Sólo vine con la esperanza de encontrar gangas. No hay remedio si no podemos encontrar nada. Ah bueno, economizar humildemente de esta manera es el primer paso para comenzar a ahorrar.
—Ahorrar, eh... Hekkeran, ¿qué crees que pasará?
—Si pudiera entender qué es lo que quieres decir con sólo eso, podría ser un lanzador de magia de un nivel extremadamente alto... ¿hablas de Arche?
—Así que lo entendiste de todas maneras.
—Bueno, por lo que has estado diciendo, como que pude adivinarlo.
—Entonces sabes lo que quise decir, ¿cierto?
—...Tratas de decir que ésta podría ser nuestra última aventura, ¿no?
—Por favor no digas ese tipo de frases que podrían traernos mala suerte. —Roberdyck rió con amargura—. Aunque ésa parece ser la situación. Si Arche-san dice que tomará a sus hermanas bajo su cuidado, parece que en el futuro nuestras aventuras ya no serán tan fáciles.
—Es justo como dices. Aunque sigue siendo necesario trabajar, eso no significa obligatoriamente que deba tratarse sólo de aventuras.
—A ella le será fácil encontrar otro trabajo. Después de todo es una lanzadora de magia del tercer nivel. Su familia... Aunque no sabemos cuántas hermanas tenga, ella debería estar bien si sólo tiene que cuidar de tres o cuatro personas.
—Ah, yo también pienso eso. Probablemente es por eso que tomó esta decisión.
—Y ahora el problema es para nosotros. En el caso de que nuestra maga Arche deje el equipo, ¿qué deberíamos hacer sobre nuestro próximo miembro?
—Si tan solo nos cayera del cielo un lanzador de magia del tercer nivel.
—Por favor, intenta separar los sueños de la realidad... Si fuésemos aventureros, entonces el Gremio nos ayudaría a solucionar nuestro problema... Tendremos que confiar en la suerte si necesitamos buscar uno nosotros mismos.
Los dos se miraron el uno al otro y suspiraron.
Perder a un camarada. No poder estar a la altura o ser la única persona en el equipo con poderes destacables. Éstas eran las razones típicas para que un aventurero o trabajador abandonara su equipo. Estas situaciones no estaban fuera de lo común. Era extraño que un equipo mantuviera los mismos miembros desde el principio hasta final. En situaciones típicas, un equipo habría cambiado a sus miembros de dos a tres veces por lo menos.
Era lo mismo para Hekkeran, Roberdyck e Imina.
Aunque una vez dicho esto, era difícil encontrar lanzadores de magia arcana, especialmente aquellos capaces de usar magia del tercer nivel. Y en el caso de los trabajadores que actualmente se encontraban sin compañeros, la calidad de su carácter era una cuestión completamente diferente que también debía abordarse.
—¿Qué tal si entrenamos a un lanzador de magia del segundo nivel?
—Que ése sea nuestro último recurso. Me gustaría evitarlo si fuera posible.
—Escoger nuevos miembros realmente es una molestia. La mayoría de los que deciden ser trabajadores tienden a tener personalidades desastrosas. Si escogemos mal, las cosas podrían ponerse muy feas, como por ejemplo si escogiéramos accidentalmente a alguien obsesionado con el combate...
—...En ese sentido hemos tenido mucha suerte, ¿no?
—Es bastante extraño que un equipo esté compuesto sólo por gente que desea dinero. Bueno, el caso de Arche es un poco diferente.
—En el pasado, cuando Arche-san se nos acercó por primera vez, lo único en lo que pensábamos era en cómo cubrir la vacante para el último miembro.
Roberdyck miraba a la distancia mientras recordaba el pasado, y Hekkeran sentía que estaba pensando en lo mismo que él.
—Todavía puedo recordar lo que estaba bebiendo en ese entonces... El momento de la llegada de Arche-san fue tan oportuno que comencé a pensar que la formación de nuestro equipo se había dado por la voluntad de Dios.
—Je, es increíble. Yo sólo lo recuerdo vagamente. ¿Qué bebías?
—Agua.
—¿No es lo habitual entonces? ...Al parecer realmente no bebes nada de alcohol. Aunque sería molesto si también comenzaras a beber como Imina.
—No lo puedo evitar. No bebo alcohol... Aunque debo admitir que el hábito de beber de Imina-san en verdad da un poco de miedo.
—Bueno, Rober, una sola copa es suficiente para que tu cara se ponga roja, luego azul, y finalmente blanca. Sigo preguntándome qué habría pasado si en aquel momento no hubiéramos usado magia para desintoxicarte.
—Probablemente alguien más estaría parado aquí en mi lugar. No es como si nadie hubiese muerto antes por intoxicación alcohólica. —Roberdyck se encogió de hombros mientras continuaba—. Volviendo al tema, ¿qué haremos sobre la situación de Arche-san? ¿Terminaremos disolviendo el grupo?
—Si no podemos encontrar un reemplazo, entonces tendrá que ser así. Ir de aventuras con tres personas es simplemente demasiado arriesgado... ¿Tal vez tendremos que volver a ser aventureros?
—No puedo aceptar las regulaciones establecidas por los templos. Si tiene que ser de esa manera entonces preferiría retirarme.
—Retirarse, eh... No es una mala idea.
—Todavía tengo los ahorros que ganamos, buscaré un trabajo en el que pueda ayudar a otras personas o en el que pueda proteger a los débiles. Tampoco estaría mal ser sólo un agricultor en alguna aldea próspera mientras estudio las enseñanzas de Dios. ¿Qué hay de ti, Hekkeran?
—No lo he decidido aún
Las comisuras de la boca de Roberdyck se contrajeron hacia arriba.
—... Tal vez no sea bueno que lo decidas tú solo.
A Hekkeran le tomó algo de tiempo procesar por completo lo que Roberdyck había dicho. Luego de comprenderlo al fin, levantó la cabeza.
—¡Qué!
—Juju... —era un risa pícara— ¿pensaste que no me había dado cuenta?
—¡Ahhhhhh~! No, no lo estaba tratando de ocultar. Mira, es que en este momento... El regalo... ¿Era eso de lo que hablabas?
—¿Quién lo confesó primero?
—Oye, ¡Rober! Mira allá.
En la dirección que señaló Hekkeran, dos personas estaban viendo la mercadería expuesta bajo un bonito pabellón. Uno de ellos era un guerrero enfundado en una armadura completamente negra, con una capa carmesí detrás de su espalda y llevando dos espadas gigantescas.
—Qué cambio de tema tan abrupto... Bueno, no importa. Sólo tendré que enterarme de más después. Mm, qué equipo tan impresionante. Si el que lo lleva tiene habilidades a la par, entonces sería un guerrero notable. ¿Se trata de alguien al que conocemos y que logró obtener mejores equipos?
—No estoy seguro, pero al menos no creo que sean de la capital. Por ejemplo, ¿ves a la mujer a su lado? Nunca antes he visto su cara.
—El ángulo en el que estoy es malo. ¿Cómo es a comparación de Imina-san?
—Por favor no me preguntes eso. ¡No hay forma de que pueda responder! ...Lo cierto es que, la mujer de allá es más hermosa.
—Imina-san es toda una belleza también. Para que incluso su amado diga eso... Así que es así, esos dos o son viajeros o son aventureros. Tal vez han decidido trasladarse a la capital.
—Sin embargo, están viendo objetos mágicos para el hogar, ¿no te parece extraño?
Había filas de objetos mágicos ordenados cuidadosamente bajo el bonito pabellón. Sin embargo, a diferencia de los objetos mágicos usados por los aventureros y trabajadores, los que se exhibían eran para el uso diario. Por ejemplo, recipientes que mantenían fría su temperatura interior, actuando básicamente como un refrigerador evitando que los alimentos se deterioren. U objetos parecidos a ventiladores, capaces de soplar viento.
La mayoría de estos objetos habían sido ideados hace doscientos años por el Minotauro conocido como el Sabio Fanfarrón. Era un guerrero, y el apodo se debía al hecho de que propuso muchos objetos pero no tenía la capacidad de fabricarlos ni podía explicar por qué tenían la forma que tenían o por qué lógica había llegado a ellos.
Sin embargo, sus habilidades como guerrero habían sido más que de primera, y dejó atrás la leyenda de que un solo movimiento de su hacha era capaz de crear tornados y de partir la tierra. También fue muy conocido por elevar el estatus de los humanos en la Gran Nación Minotauro, de una especie que era tratada como comida al de esclavos usados para el trabajo.
Era muy extraño ver que aventureros, que comúnmente vivían en posadas, estuvieran interesados en objetos mágicos para el hogar que fueron ideados por un semihumano y que no tenían ningún uso para las aventuras.
—No es tan extraño. Los conocimientos mágicos del Imperio son bastante avanzados. También es más barato que en otros países. ¿Tal vez piensan que incluso tomando en cuenta los gastos del viaje es más barato comprarlos aquí?
—Ah, así que es por eso. Ya veo. Es algo que no se me había ocurrido.
—Es verdad que sus acciones pueden parecer extrañas desde nuestro punto de vista, pero no es tan raro si consideras que son viajeros.
—Ah, es cierto. Si lo pienso así entonces definitivamente puedo entenderlo.
El guerrero de armadura estaba examinando con cuidado los objetos mágicos. Los abría, luego los cerraba, los levantaba, les daba la vuelta. Hasta el punto de hacer sudar la frente del mercader.
—Debemos ser igual de serios que ellos al buscar objetos mágicos.
—Sí.