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Overlord vol. 7 novela ligera |
Traducción jpn-ing: Yen Pre$$Traducción ing-esp: ErbCorrección: Erb
Overlord Volumen 7: Los Invasores de la Gran Tumba
Capítulo 1: Invitación a la Muerte
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Parte 2
La capital del Imperio, a menudo considerada como la manifestación de su poder, tenía muchos aspectos que sorprendían a la gente. Uno de ellos era algo que asombraba a la mayoría de los viajeros que llegaban a la capital: Cada uno de sus caminos estaba cubierto de ladrillos y piedras.
Entre los países vecinos, incluso al interior de la Teocracia, que era tecnológicamente más avanzada, la idea de tener que empedrar los caminos de toda una ciudad haría que la mayoría se acobardara. Por supuesto, esto no era posible de hacer en cada una de las ciudades en el Imperio, pero el hecho de que su capital fuera capaz de lograr esto reforzaba aún más su poderío. Era algo que a menudo hacía suspirar a los diplomáticos de otros países.
Especialmente el diseño de los caminos; cuando uno caminaba en ellos, inmediatamente podría apreciar su elegancia y practicidad.
A diferencia de los caminos típicos que se veían por todas partes, los caminos en la capital estaban segregados en carriles separados, donde los que estaban al centro eran para los carruajes y los carriles a ambos lados eran las aceras para los peatones.
Para garantizar la seguridad, las aceras estaban elevadas más arriba que el suelo y estaban protegidas por una cerca. Por la noche, las luces de la calle, que eran colocadas en pares a ambos lados del camino, se encendían alimentadas por magia. Además, las calles eran patrulladas regularmente por pelotones de caballeros para asegurar la paz.
En uno de estos caminos de la capital, se podía ver a un joven tarareando y sonriendo mientras caminaba tranquilamente por la acera. El hombre tenía quizá unos 175 cm de estatura, y parecía tener unos veinte años de edad. Con el pelo rubio, ojos azules y un color de piel saludable que sugería que había estado expuesto regularmente a la luz del sol, sus características físicas sólo podían ser descritas como comunes a lo largo del Imperio.
No era un chico bonito. Colocado en un grupo de diez personas, definitivamente pasaría desapercibido. Sin embargo, irradiaba un encanto difícil de describir que parecía atraer a otras personas. Es posible que fuera debido a la sonrisa vigorizante de su rostro, o a la confianza que exudaba al caminar.
Con cada paso que daba, de debajo de sus ropas podía oírse un tintineo metálico que parecía ser provocado por la fricción de cadenas. Un observador informado se daría cuenta de que el ruido se debía a que usaba una cota de malla.
Dos espadas colgaban de su cintura. Por su longitud, parecían ser espadas cortas. Parte de las empuñaduras estaban completamente cubiertas por el protector de la mano, con las hojas ocultas en sus vainas. Se podía saber que definitivamente no eran baratas. Y finalmente, tenía una maza y un yoroidoshi[1] guardados detrás de su cintura.
Poseer dos armas era considerado normal en este mundo. Sin embargo, era bastante raro ver a alguien con armas que podían usarse para cortar, perforar, y realizar ataques contundentes.
Para una persona normal, el hombre parecería ser un aventurero. Sin embargo, los bien informados serían capaces de saber que se trataba de un “trabajador”, simplemente por el hecho de que los aventureros debían llevar placas metálicas alrededor del cuello. Trabajador, esta palabra era usada para describir a personas que habían abandonado la carrera de aventureros.
El trabajo otorgado a un aventurero era proporcionado directamente por el Gremio de Aventureros, donde el contenido y la dificultad de las tareas eran investigados a fondo de antemano. Sólo las que eran consideradas adecuadas les eran asignadas a los aventureros y tenían rangos correspondientes de acuerdo a la dificultad de la tarea. En otras palabras, los trabajos que eran considerados inapropiados eran aquellos que podrían poner en peligro la seguridad del público o el tipo de trabajos que rompían las leyes, como por ejemplo investigar las plantas usadas de material en la creación de narcóticos. Esos tipos de solicitudes serían rechazadas por el Gremio de Aventureros.
También se rechazaba los trabajos que podrían dañar el balance ecológico de una zona. Por ejemplo, el Gremio de Aventureros nunca emitiría solicitudes que involucraran la remoción de monstruos que desempeñaban ciertos roles en un ecosistema. Esto se debía al temor de que la eliminación del monstruo podría desencadenar el colapso del balance ecológico de una zona, lo que podría resultar en hordas de otros monstruos abandonando sus hábitats y causando daños a asentamientos humanos. Sin embargo, si dichos monstruos dejaban su hábitat por sí mismos e ingresaban al territorio humano, esto sería tratado como un asunto por completo diferente. En otras palabras, los aventureros eran aliados de la justicia.
Sin embargo, el mundo no funcionaba basado sólo en ese principio.
Independientemente de cómo se describiera las cosas, había personas dispuestas a asumir grandes riesgos simplemente por la recompensa. También existía el tipo de gente que simplemente disfrutaba matando monstruos.
Estas personas, a comparación de los aventureros que estaban en la luz, preferían permanecer en la oscuridad. Los “desertores” entre los aventureros. Así era como algunas personas los llamaban.
Sin embargo, no todos los trabajadores eran del tipo de personas anteriormente mencionadas.
Hipotéticamente hablando, si un muchacho joven en un pueblo estaba gravemente herido y un grupo de aventureros capaces de usar magia curativa pasaba por allí, ¿tenían permitido usar hechizos para salvar al chico?
La respuesta era que no.
Había una regla que prohibía estrictamente que los aventureros usaran magia curativa en la gente común a menos que les pagaran cierta cuota.
Esto se debía a que el uso común de la magia curativa estaba restringido a los templos, a los que un paciente debía acudir y pagar cierta cuota para recibir la curación. Si los aventureros ignoraban este sistema e iban por allí curando gente, los templos no serían capaces de permanecer en el negocio.
Por esta razón, los templos habían presionado fuertemente al Gremio de Aventureros para hacer cumplir esta regulación.
Si los aventureros eran incapaces de obedecer las reglas, entonces podían optar por convertirse en trabajadores.
Aunque esto hacía parecer que los templos eran los malos, en realidad había una buena razón. Debido a la influencia de la magia en la vida cotidiana de la gente, la magia podía considerarse como otro instrumento político para el poder. Con el objetivo de ser capaces de proveer los beneficios a la gente sin ser controlados por la política, la única fuente de ingresos que los templos podían recibir provenía de la misma gente. A cambio, los templos proveían curaciones, purificación de nomuertos, así como la investigación y el desarrollo de nuevos hechizos de sanación.
Si los aventureros ignoraban las regulaciones y usaban sus hechizos curativos libremente, los templos se verían forzados a volverse más seculares, y sus ideologías iníciales se corromperían.
Así pues, siempre había dos lados en una historia. Sin luz, no habría sombra. La existencia de los trabajadores podía ser descrita de la misma forma. Por dinero, estaban dispuestos a ignorar las regulaciones y a menudo hacían un lío de las cosas, sin embargo, también había casos en los que habían traído beneficios para la gente, como por ejemplo en la creación de medicina más barata.
Dicho esto, éste era el tipo de profesión que este hombre tenía: Hekkeran Termite.
—Hmm... ¿Qué comprar?
Simplemente había demasiados objetos mágicos que Hekkeran quería. Por el momento, probablemente debía enfocarse en objetos defensivos. Después de eso, había una cosa más que quería por motivos especiales.
—Primero separaré dinero para eso... el resto lo usaré para comprar los objetos necesarios para ir de aventuras. ¿Eh? Me equivoqué en el orden. Primero comprar los objetos, y el resto será para eso. —Hekkeran se rascó la cabeza.
En ese caso…
—Siendo la vanguardia, necesito más resistencia mágica, tal vez también llegó el momento de sacar mis ahorros. No, si por alguna razón tuviera que recurrir a subyugar a los nomuertos de las Planicies Katze para ganarme la vida, sería mejor que comprara objetos que me hagan más resistente a los venenos, a la parálisis y a la enfermedad.
Los objetos mágicos tenían un alto valor en este mundo. En especial los que eran útiles durante el combate eran muy buscados por los aventureros. Los objetos únicos tenían precios que los mantenían fuera de las manos de Hekkeran.
Por el momento, los objetos que tenía en mente no eran de los del tipo extremadamente costoso. Sin embargo, una persona ordinaria de todas maneras requeriría de años de ahorro para poder permitirse comprarlos. Era por eso que se estaba tomando su tiempo para pensar bien las cosas.
Su rostro relajado, que no podía contener la sonrisa detrás de su emoción, de pronto se puso tenso en el instante en el que vio a un grupo de caballeros parados a un lado del camino.
El grupo, compuesto de caballeros de armadura pesada y de armadura ligera, estaba haciendo guardia a un lado del cruce de caminos. Debido a que el Templo de los Cuatro Grandes Dioses estaba cerca, la cantidad de patrullas en esta área era considerablemente mayor. Aunque estos caballeros no comenzarían a interrogar de pronto a la gente normal, Hekkeran podía sentir que sus miradas se reunían en las armas que llevaba.
Para un aventurero podría haber estado bien, pero para un trabajador como Hekkeran, que no tenía el respaldo de una organización o de una persona de influencia, simplemente no era muy inteligente verse envuelto en conflictos con los caballeros que tenían a cargo la protección del Imperio.
Como había esperado, Hekkeran pasó al lado de los guardias sin incidentes. Luego de verificar que su cara no estaba en la lista de criminales buscados, los caballeros no hicieron ningún otro movimiento. Luego de dejar atrás el territorio del templo, Hekkeran finalmente pudo relajarse y fijó la mirada más a lo lejos. Divisó un gran edificio, y junto a éste, el sonido de ovaciones, batalla y de sed de sangre.
Ese edificio excepcional era la Gran Arena, que sólo existía en la capital del Imperio. También era una de sus edificaciones emblemáticas.
Para Hekkeran, que durante su trabajo había visto la suficiente sangre derramada y que no tenía interés en las apuestas, el área era un lugar que no significaba nada para él. Sin embargo, para la población de la capital, era una de las fuentes más importantes de entretenimiento. Incluso desde donde estaba caminando podía oír las ovaciones. También parecía que hoy el lugar estaba completamente abarrotado.
—¿Son las finales? La emoción es realmente muy alta.
En el pasado, Hekkeran había llevado a su equipo de trabajadores a la Arena, en donde habían tenido que luchar contra hordas continuas de monstruos. Ya que los monstruos no aceptaban rendiciones, perder resultaría en la muerte. Por supuesto, no era como si no hubiera muertes en los enfrentamientos entre humanos.
En un día típico en la Arena, era muy extraño no ver morir a una persona. Si realmente llegaba a suceder algo como eso, la presión de la audiencia sería lo suficientemente fuerte como para matar a alguien, ya que los eventos con muchas muertes eran muy populares.
Entre estos eventos, el más popular era el que tenía el mayor número de víctimas: el Torneo del Gran Combate.
Hekkeran se encogió de hombros.
No tenía el menor interés de ver desarrollarse escenas sanguinarias, y no tenía ningún deseo de visitar ese lugar. Sin embargo, los eventos que ocurrían allí eran temas candentes de los que la gente hablaba, así que siempre había razones para acudir.
Hoy no planeo entrar, pero cuando regrese probablemente debería preguntar sobre los momentos destacados. Parece que los encuentros de hoy son muy emocionantes.
Mientras intentaba memorizar los planes que había hecho, Hekkeran se dirigió hacia el lugar en el que había una variedad de locales. Poco después, vio un letrero familiar que decía “El Pabellón de la Manzana Cantante”.
Se decía que el local había comenzado con las reuniones de los bardos que construían sus instrumentos de la madera de los manzanos, pero ahora era un bar y una posada. Desde el exterior, el local parecía un tanto anticuado, pero el interior estaba sorprendentemente ordenando y en buenas condiciones. Mantenía el frío afuera. El piso estaba bien encerado. La calidad del lugar era en realidad bastante alta pero no era muy costoso. Para Hekkeran y sus compañeros, no, realmente para la mayoría de los trabajadores, sin ninguna duda, este local era considerado como la mejor de las posadas.
Aunque no podía compararse con los hoteles de clase alta del Imperio, esos tipos de hoteles eran más adecuados para los aventureros de pie en el escenario público.
En primer lugar, el trabajo que los trabajadores recibían usualmente requería discreción. Los hoteles llamativos en lugares públicos no eran convenientes en absoluto para el tipo de gente que requería de los servicios de los trabajadores. Pero al mismo tiempo, no siempre podían reunirse en lugares sospechosos y llevar a cabo sus negociaciones allí.
Lo siguiente era la necesidad de múltiples equipos de trabajadores para quedarse en el mismo lugar al mismo tiempo. Por consiguiente, las posadas como el Pabellón de la Manzana Cantante, que eran muy discretos y en los que los huéspedes podían discutir cosas en privado, eran lugares ideales que satisfacían las necesidades de los clientes. Debido a que los trabajadores no contaban con el apoyo de una organización como el Gremio de Aventureros, los clientes mismos tenían que buscar a los equipos de trabajadores. Sería muy molesto para todos si los trabajadores se alojaran en lugares diferentes.
Es más, desde la perspectiva de los trabajadores, quedarse junto a otros trabajadores les daba una sensación de camaradería, así como el beneficio de poder evitar trabajos que pudieran entrar en conflicto y así evitar un derramamiento de sangre innecesario. Por último aunque no por importancia, la más importante de las razones: la comida aquí era realmente buena.
Mientras pensaba sobre la cena de esta noche, Hekkeran abrió la puerta de la posada. Estaría muy feliz si era su estofado de cerdo favorito. Con este tipo de pensamiento al entrar, las palabras que oyó no fueron las típicas “Bienvenido” o “Buen trabajo” que esperaba, sino:
—¡Ya te lo dije! ¡No lo sé!
—No, no, incluso si dices eso...
—No es como si fuera la guardiana de esa chica o su pariente. Es imposible que te pueda decir en dónde está.
—¿No son compañeras? Simplemente no puedo aceptar un “no lo sé” como respuesta y marcharme. Es mi trabajo, después de todo.
En el primer piso de la posada, al centro del comedor, un hombre y una mujer se miraban fijamente el uno al otro.
Hekkeran conocía bien a la mujer.
Aunque sus ojos irradiaban una ferocidad intensa, la característica que más destacaba en ella eran el par de orejas más largas que las de un humano normal. Dicho esto, sus orejas seguían siendo sólo la mitad de largas que las de los Elfos típicos. Así es, era una Semielfo.
Los Elfos tendían a ser más delgados a comparación de los humanos. Al parecer, esta mujer también había heredado esa característica. Todo su cuerpo era muy delgado. Ya fuera el área alrededor de su pecho o de su cintura, no había curvas visibles en su cuerpo. Era plana como una tabla. Desde lejos, no sería de sorprender que las personas la confundieran con un hombre.
Vestida con una buena armadura de cuero, sin sus típicos arco y flecha, la única arma que tenía en este momento era la daga en su cintura.
Se llamaba Imina, y era una de las compañeras de Hekkeran.
Sin embargo, Hekkeran no conocía al hombre que se encontraba discutiendo con ella.
Aunque dio la impresión de estar disculpándose frente a Imina al agachar la cabeza, no había ni una pizca de sinceridad en sus ojos. De hecho, lo que se sentía allí era desprecio. Al menos por ahora, parecía que el hombre intentaba mantener las cosas civilizadas.
Los brazos y el pecho del hombre estaban llenos de músculos. Sólo con su apariencia podía forzar a alguien frente a él a revelarle lo que quería saber. Y aunque no parecía ser del tipo de personas que dependían de la violencia para hacer las cosas, Imina era capaz de encargarse de él si lo hacía.
A pesar de que Imina no parecía ser muy fuerte, en lo profundo de su cuerpo habitaba una fuerza que era suficiente como para hacerse cargo de matones que sólo dependían de sus músculos.
—¿No te lo dije ya desde el comienzo?
Percatándose de que la voz de Imina comenzaba a sonar tensa por la emoción, Hekkeran se apresuró a interceder.
—¿Qué sucede, Imina?
Oyendo el sonido de una voz familiar, Imina giró la cabeza y se sorprendió al verlo.
Para una ranger como Imina, que sobresalía en la percepción y el conocimiento de sus alrededores, no haberse dado cuenta de la presencia de Hekkeran demostraba cuán distraída había estado antes.
—... ¿Quién demonios eres tú? —Preguntó el hombre al que Hekkeran consideraba un intruso.
Luego de mirarlo a los ojos, Hekkeran sintió que la atmósfera entre ellos estaba a punto de pasar a los golpes. Sin embargo, para alguien como Hekkeran, que había sobrevivido a incontables situaciones de vida o muerte, su mirada no era nada a comparación de las intensas miradas de los monstruos feroces.
—... Es el líder de nuestro equipo.
—... Oooh, así que éste es el renombrado Hekkeran Termite-san.
Hekkeran sintió desagrado del súbito cambio en la actitud del hombre.
Aunque Hekkeran desconocía el propósito de su visita, si el hombre había venido todo el camino hasta lo que era considerado por el equipo de Hekkeran como su bastión, la posada, las probabilidades de que no reconociera a Hekkeran eran inexistentes.
Tal vez la dureza del argumento de antes era para medir el alcance de lo que Hekkeran era capaz de hacer. Si Hekkeran demostraba la más leve debilidad, lo siguiente que el hombre procedería a hacer sería utilizar la intimidación.
Entre los trabajadores o aventureros, siempre había aquellos quienes eran capaces de matar monstruos pero que eran más bien tímidos hacia los humanos. Incluso entonces, lo máximo que haría sería retroceder un paso, pero si las cosas eran forzadas demasiado, definitivamente terminaría en un baño de sangre.
A pesar de que acabamos de conocernos, ya se está comportando así... Este hombre... es definitivamente de los del tipo que no soporto.
Aunque era verdad que éste era uno de los métodos comúnmente usados para las negociaciones, era un método que no le gustaba a Hekkeran. Habría preferido que la otra parte fuese directamente al grano en lugar de dar vueltas.
—... ¿Puedes bajar un poco la voz? Ésta es una posada, y estás molestando a los otros huéspedes. Estaría mucho más contento si lo hicieras.
Aunque estaba diciendo eso, no se podía ver a ningún huésped cerca. ¿A dónde habían ido? No era como si se hubieran escondido, los huéspedes en esta posada estaban bastante acostumbrados a este tipo de charlas ya que, en primer lugar, la mayoría de ellos también eran trabajadores.
Sin embargo, realmente era extraño que este lugar estuviera desprovisto de gente.
Con una fuerza a la par de un aventurero de rango mithril, Hekkeran fulminó al hombre con la mirada. Como enfrentado por un monstruo, el hombre flaqueó.
—L-lo... siento mucho. Inicialmente no pretendía hacer eso.
Luego de lograr calmar su voz, el hombre intentó hablar nuevamente. Sin embargo, instantáneamente se quedó callado de nuevo cuando vio la mirada penetrante de Hekkeran. A juzgar por su reacción, estaba claro que el hombre no estaba acostumbrado a este tipo de trabajo, en el que la violencia era algo común.
¿Qué hace aquí un tipo como éste?
Aunque el tipo de trabajo realizado por el equipo de Hekkeran era de los que se hacían por debajo de la mesa, él no reconocía a este hombre, y no tenía idea de por qué había sido enviado aquí. Simplemente no encajaba en el perfil de alguien que llevaba una solicitud.
Esto molestaba a Hekkeran, y terminó relajando la mirada y preguntándole directamente al hombre:
—... ¿Qué diablos estás haciendo aquí?
—Sobre eso, Termite-san, estoy buscando a una persona conocida por ti, a Furt-san.
Al escuchar el nombre Furt, la imagen de una persona apareció en la mente de Hekkeran.
Incluso así, era difícil de imaginar que ella tuviera alguna conexión con este hombre. Ésa era la conclusión a la que Hekkeran había llegado.
—¿Arche? ¿Es que le sucedió algo?
—Arche... ¡Oh, cierto! Me confundí por un segundo, porque nosotros solo la llamamos Furt-san. Arche Eeb Rile Furt-san, sí.
—¡¿Y?! ¿Le sucedió algo a Arche?
—No, no, sólo deseaba discutir algo con ella... El contenido de la discusión es privado, es por eso que quería saber cuándo regresaría.
—Como si yo fuera a saber eso —respondió Hekkeran abruptamente. Para alguien que nunca era directo al hablar, el hombre se sorprendió brevemente por las palabras de Hekkeran—.Si ése es el caso, la conversación ha terminado.
—N-no hay remedio, entonces. Si es así, tendré que esperarla aquí…
—Piérdete. —Hekkeran hizo un gesto con la barbilla hacia la entrada de la posada. Su actitud calló al hombre nuevamente—. Te lo voy a dejar claro, no me agradas para nada. Simplemente no puedo tolerar ver a tipos como tú.
—Pero ésta es el área de la taberna, yo debería poder...
—Ah, es cierto, ¿no? Es verdad que estamos en la taberna. Pero no olvides que también es un lugar en el que los borrachos se pelean. —Hekkeran le sonrió al hombre—. Pero no tienes de qué preocuparte. Relájate, incluso si terminas gravemente herido, aquí tenemos a un sacerdote capaz de usar magia curativa. Claro, siempre y cuando pagues el precio justo.
—No se puede evitar que tengamos que cobrarte un extra. De otra manera los templos se molestarían mucho. Y definitivamente no queremos atraer a ningún asesino enviado por los templos —dijo Imina con una sonrisa burlona visible en el rostro—. Bueno, por lo menos te daremos un descuento. Recuerda darme las gracias por eso, ¿te parece?
—Y eso es lo que sucederá.
—Si están planeando amena...
Las palabras del hombre se detuvieron a la mitad, porque vio un cambio dramático en el rostro de Hekkeran.
Hekkeran avanzó, hasta que la distancia entre sus caras era la de un puño.
—¿¡Hah!? ¿Amenazas? ¿Quién está haciendo amenazas? ¿Sorprende mucho que haya peleas en los bares? ¿Qué demonios? ¿Te estoy dando un buen consejo para vivir una vida larga y saludable y dices que te estoy amenazando? ¿Estás buscando una pelea?
La apariencia actual de Hekkeran era algo que sólo las personas que habían enfrentado la muerte podían poseer.
Enfrentado a la presión proveniente de Hekkeran, el hombre retrocedió un paso. Chasqueó la lengua un momento y luego caminó de mala gana hacia la entrada. Aunque caminaba para ocultar el hecho de que estaba asustado, una mirada hacia su espalda era todo lo que hacía falta para confirmarlo. Cuando llegó a la entrada, el hombre se dio la vuelta y le gritó a Hekkeran y a Imina una última vez.
—¡Díganle a esa mocosa de la familia Furt! ¡Díganle que la fecha límite está cerca!
—¡¿Hah?!
Oyendo el acero en la respuesta de Hekkeran, el hombre escapó apresuradamente.
Tan pronto como el hombre desapareció, la expresión de Hekkeran regresó rápidamente a la normalidad. El cambio fue tan súbito que los espectadores podrían pensar que toda la escena había no había sido más que un acto. Y entonces, Imina comenzó a aplaudir, como si él hubiera logrado hacer una gran actuación.
—Así que, ¿de qué se trataba todo eso?
—No lo sé. Me dijo lo mismo que te dijo a ti.
—Diablos, debí haber escuchado más antes de deshacerme de él.
Hekkeran se agarró la cabeza, derrotado.
—Sólo espera a oírlo de Arche una vez que regrese.
—... Pero, no está bien entrometerse demasiado en las cosas.
—Bueno, aunque lo que dices es correcto, sigues siendo el líder. ¡Haz lo mejor que puedas!
—En ese caso, usaré mi autoridad como líder para ordenarte que se lo preguntes tú. Sería muchísimo mejor si una mujer como tú fuera a preguntárselo, ¿no crees?
—Vamos, dame un respiro, tampoco quiero hacerlo.
Los dos sonrieron con amargura el uno hacia el otro.
Había algunas reglas en común entre los aventureros y trabajadores, en las que ciertas cosas simplemente no se hacían. La primera era revelar el pasado de un compañero de equipo. La segunda era mostrar codicia excesiva.
En el caso de la segunda regla, hasta cierto punto, la codicia excesiva era ineludible debido al hecho de que muchas personas escogían ser trabajadores para sacar beneficios personales. Sin embargo, incluso eso tenía un límite. Demasiada codicia podía llevar a pérdida de cohesión del equipo. Por ejemplo, sería difícil confiar en un compañero que se quejaba constantemente por el dinero. Permitir que los compañeros te cuidaran la espalda durante los momentos de riesgo era una parte fundamental del trabajo de equipo y de la unidad. Como tal, todos los equipos requerían de un nivel mínimo de confianza entre sus miembros. Pero, al llevar a cabo un trabajo de alto riesgo y alta recompensa ¿cuánto se podía confiar en alguien que se sabía que era codicioso?
Actualmente, al parecer había problemas relacionados con Arche, que afectarían la confianza que tenían en ella. Ése no era un asunto que se podía ignorar fácilmente.
Durante el transcurso de sus trabajos, ellos pondrían sus vidas en las manos en las manos del otro. Era por eso que no podían darse el lujo de dudar, ni siquiera un poco, de sus compañeros de equipo.
Hekkeran sacudió la cabeza, mientras mostraba renuencia en la cara.
—Entonces parece ser que no se puede hacer nada. Tendré que preguntárselo cuando regrese.
—Cuento contigo~.
Hekkeran entrecerró los ojos hacia Imina, que sonreía y agitaba la mano.
—No pienses que escaparás. Tú también vendrás conmigo a hablar con ella.
—Eh... —Aunque Imina claramente quería negarse, se rindió tan pronto como vio la determinación en el rostro de Hekkeran—. Oh está bien, no hay remedio. Sólo espero que no sea nada grande...
—De todas maneras, ¿a dónde ha ido Arche?
—¿Eh? Ah, ella está reuniendo la información para ese trabajo.
—¿Rober y yo no estábamos a cargo de eso?
Luego de regresar de las Planicies Katze, habían recibido una nueva solicitud, con unos términos muy buenos dada la naturaleza de la tarea en cuestión. Como tal, habían comenzado con los preparativos para el trabajo.
Originalmente debería haber sido Roberdyck, el más adecuado para este tipo de cosas, quien investigaría los antecedentes del cliente, así como la compensación. Hekkeran debía dirigirse a la oficina administrativa del Imperio para cobrar el pago por el sometimiento de los no-muertos —todo el trabajo relacionado a eliminar no-muertos en las Planicies Katze era tratado como un trabajo gubernamental por el Imperio— y al mismo tiempo, usar métodos alternativos para reunir información de manera similar a Roberdyck.
Imina y Arche debieron haber esperado en la posada.
—Adicionalmente dijo que quería investigar las condiciones e historia de nuestro objetivo.
Hekkeran asintió con la cabeza, mientras una mirada de comprensión se formaba en su rostro. Aunque Arche había abandonado la Academia de Magia, probablemente seguía teniendo algunos contactos allí. Era posible que fuera la más adecuada para reunir información académica y también podía visitar el Gremio de Magos para recoger material adicional.
—Fue por eso que dijo que se encargaría de las cosas con Rober. Él también posee muchos conocimientos, y tiene conexiones en los templos. De todos modos, ¿Cómo te fue?
—Bueno, sobre eso, —Hekkeran tomó asiento y habló en voz baja: —Sé por qué quieren trabajadores. O mejor dicho, sé que no pueden contratar aventureros para ir al lugar en cuestión. Sin embargo, la persona que hizo la solicitud también dijo que estaba buscando otros equipos, eso debería ser cierto.
—¿En verdad trabajaremos junto a otros equipos? El solicitante debe estar esperando una muy buena ganancia considerando que las ruinas parecen ser inexploradas.
—El equipo de Gringham recibió la solicitud, y él estaba diciendo lo mismo. Heavy Masher[2] parece estar planeando aceptarla. También tenemos que decidir qué haremos mañana.
Hasta el momento, el equipo de Hekkeran sólo había escuchado el contenido de la solicitud, y aún no la habían aceptado. Aunque prometieron darle una respuesta al cliente para mañana, si iban a aceptar, tendrían que comenzar con los preparativos de inmediato.
—Y entonces, en este momento crítico, viene y se presenta algo más... ¿Es que las dos cosas están relacionadas de alguna forma?
—No podemos descartar que haya sido provocado por otro equipo que deseaba hacer una fortuna con esto, pero creo que de todas maneras debemos esperar y escuchar la explicación de Arche antes de tomar una decisión. Si realmente hay algún tipo de intriga puesta en marcha por otro equipo, ¿retrocedemos o seguimos adelante?"
—Por supuesto que continuamos. Si planean comenzar un conflicto, entonces sólo tenemos que seguir golpeándolos hasta que ninguno de ellos se atreva a meterse con nosotros de nuevo; hasta sacarles los dientes.
—Eso suena bastante excesivo.
Aunque Imina parecía excesivamente dura, Hekkeran también pensaba que su enfoque para resolver este problema era bueno.
Aunque ser menospreciados no era algo tan serio, su reputación también caería si se echaban para atrás. La pérdida de reputación era algo que aquellos que estaban en la profesión de trabajadores deseaban evitar.
Al mismo tiempo que los ojos de Hekkeran ardieron con una poderosa determinación, desde la entrada vino el sonido chirriante de las puertas al abrirse. Las siluetas de dos personas ingresaron a la posada.
—¡Hey!
—¡Hemos regresado!
La primera voz le pertenecía a una chica y era como un susurro, seguida poco después por la voz elegante y propia de un hombre. La pausa momentánea se debió a la vacilación del hombre de ahogar la suave voz de su compañera.
La primera persona en ingresar era una mujer delgada, alguien a quien se podía seguir llamando una chica.
Con una apariencia de unos quince a diecisiete años, la muchacha poseía un rostro de facciones delicadas y un cabello que le llegaba hasta los hombros. La suya era una belleza elegante, pero, de vez en cuando, también daba la impresión de ser una muñeca sin vida.
Sus manos sostenían un bastón de hierro que tenía la misma altura que ella y una superficie cubierta con símbolos y runas que podrían haber sido palabras o imágenes. La muchacha llevaba una túnica suelta, y debajo, ropa robusta que le ofrecía bastante protección. Obviamente era una hechicera.
El hombre vestía una armadura completa, aunque se había quitado el yelmo, y sobre ella llevaba una sobreveste bordada con el símbolo de un escudo. Un lucero del alba colgaba de su cintura, y sobre su cuello un collar que llevaba el mismo escudo que su sobreveste.
Con un peinado perfectamente arreglado y una barba bien cuidada, el hombre daba una impresión cordial. Por su apariencia, parecía tener alrededor de 30 años.
Estos dos eran los compañeros a los que Hekkeran e Imina estaban esperando, Arche Eeb Rile Furt y Roberdyck Goltron.
—¡Ohh, bienvenidos!
¿Su llegada podría describirse como oportuna o inoportuna?, pensó Hekkeran mientras se daba la vuelta para saludarlos a ambos en voz alta.
—¿Qué pasa? ¿Les sucedió algo a ustedes dos?
Roberdyck usó un tono de voz que no demostraba ninguna jerarquía hacia ellos. Una de las razones se debía a una elección personal, la otra a la igualdad mutua entre trabajadores.
—N-no pasa nada.
—A-así es. Justo como dijo Hekkeran.
Arche y Roberdyck los observaron mientras ambos agitaban las manos negándolo.
—Mm, hablando de ello, éste no es un buen lugar para conversar, ¿qué tal si vamos allá? —Habiendo terminado con las bromas, una expresión seria se formó en el rostro de Hekkeran mientras apuntaba hacia una mesa circular en la parte trasera del área de la taberna—. Antes de eso, eh, sobre las bebidas... Oye, Imina, ¿a dónde fue el dueño?
—...Salió a comprar. Estoy cuidando el lugar por él.
—¿Es así? ¿Entonces qué hacemos? ¿Está bien si saco una botella o dos?
—Yo estoy bien sin beber.
—Ah, igual yo, gracias.
—... Ya veo. En ese caso... comencemos la reunión de Foresight[3].
La expresión relajada desapareció del rostro de cada miembro. Al mismo tiempo inclinaron su peso sobre la mesa, acercándose todos. Aunque por el momento no había ningún otro huésped, este tipo de comportamiento se había convertido en un viejo hábito difícil de romper.
—En primer lugar, me gustaría confirmar los contenidos de la solicitud.
Una vez que se aseguró que tenía la atención de todos, Hekkeran continuó. Su tono de voz y su expresión eran completamente diferentes a los de antes. Como líder del equipo, era necesario que actuara con seriedad y que mantuviera la dignidad cuando la situación lo exigiera. Eso era lo que se esperaba de un líder.
—Esta vez el cliente es el Conde Femel. El contenido de la solicitud es investigar unas ruinas, posiblemente una tumba subterránea, descubierta en el territorio del Reino. La compensación consiste en un pago inicial de 200, seguido de otros 150 cuando terminemos. La calidad del contrato y de la suma total ofrecida como recompensa en esta ocasión es extremadamente alta. Sin mencionar que al final habrá un bono dependiendo de los resultados de la investigación. Todos los objetos mágicos que descubramos le pertenecerán al Conde; sin embargo, las personas que los descubran obtendrán un bono adicional de la mitad del precio del mercado del objeto mágico. En lo que respecta a cosas como gemas o metales preciosos, obras de arte y otros tesoros, luego de verificar su valor, la mitad le será entregada al que los descubra. Además, también han contactado con otros equipos de trabajadores. Basándonos en los eventos que podrían ocurrir, lo más probable es que se convierta en una operación conjunta. Muy bien, creo que ya he dicho suficiente.
Luego de compartir la información que había obtenido con Arche y Roberdyck, Hekkeran regresó al contenido de la solicitud:
—La duración máxima es de tres días. El objetivo es principalmente explorar el interior de la tumba. Lo importante a tener en cuenta es que, se sospecha que podríamos encontrar monstruos durante la investigación, pero actualmente se desconoce de qué tipo. Por cómo se ven las cosas, esta comisión realmente parece ser sólo una simple investigación.
Era muy común que los monstruos usaran ruinas abandonadas como guaridas en las afueras de la civilización humana. Como tal, las tareas de “investigación” dadas a los trabajadores tendían a ser consideradas como misiones de reconocimiento muy difíciles.
—El aspecto más importante sobre esta solicitud es que parece que la tumba no ha sido explorada.
En el momento en que dijo esto, la atmósfera que rodeaba al grupo cambió.
Hace doscientos años, en la época de los disturbios de los Dioses Demonio, muchos reinos perecieron. No fueron sólo los reinos humanos los que fueron destruidos, los países compuestos por semihumanos y otras especies heteromorfas también perecieron. Las ruinas de estas civilizaciones con frecuencia contenían muchos tesoros inestimables; y la posibilidad de encontrar objetos mágicos también era alta.
Encontrar tesoros como estos era un sueño que compartían tanto aventureros como trabajadores. Como tal, las ruinas inexploradas eran algo que todos los aventureros y trabajadores deseaban encontrar. Y de repente, aquí estaba, justo frente a sus ojos.
—Para finalizar, las provisiones requeridas para el viaje hacia y desde el lugar serán cubiertas por el Conde. Ésa es toda la información que he reunido. A continuación, Arche, Roberdyck, cuéntennos los resultados de su investigación.
—En ese caso, comenzaré yo. La posición del Conde Femel al interior del palacio no es muy buena. Hay rumores de que el Emperador le está dando la espalda. Sin emargo, por lo que he oído, no está en dificultades financieras.
—En cuanto a las ruinas descubiertas en el territorio del Reino, tanto Arche-san como yo hemos intentado investigar la historia pasada de las civilizaciones registradas. Hasta ahora, no podemos encontrar ningún registro de que se haya construido alguna ciudad antigua cerca a las ruinas. Si realmente es una tumba, deberíamos haber podido encontrar pistas en los libros... A decir verdad, no puedo entender por qué habría una tumba construida en ese lugar. Geográficamente, todo lo que hay allí es un pueblo pequeño, ¿tal vez sería mejor buscar información allí?
—No podemos hacer eso. Se nos ha ordenado mantener esta operación tan secreta como sea posible. El cliente desea tener tan pocos testigos como sea posible, en otras palabras, no debemos hacer ningún movimiento innecesario.
—Por supuesto, esa región le pertenece al Reino. Si las cosas quedaran expuestas, podríamos terminar convirtiéndonos en enemigos del Reino y de la familia Vaiself.
Explorar unas ruinas descubiertas en un país diferente; este tipo de trabajo al límite de lo legal era la razón por la que se había escogido a trabajadores en lugar de a aventureros.
—Así que en otras palabras, ¿lo que estamos haciendo es sólo el trabajo sucio habitual?
—Aunque se puede ver de esa manera, todavía hay un problema ligeramente delicado.
—Así es. Si los trabajadores del Imperio son capturados al interior del Reino, el Conde definitivamente será arrastrado con nosotros.
—Lo que nos lleva a la pregunta principal.
—¿De dónde vino la información sobre el descubrimiento de las ruinas?
—Sí. Sin importar cuánto lo piense, es extraño.
—¿Es así? ¿Acaso no está muy cerca al Gran Bosque de Tob? Tal vez fueron descubiertas durante una tala.
—Es raro. Echen un vistazo a esto. —Arche abrió un mapa y dibujó un círculo en cierto lugar—. Los detalles no están muy claros, pero parece ser alrededor de este lugar. —Recorriendo el mapa con su pequeño dedo, Arche indicó su objetivo—. También hay un pueblo aquí. Aunque es muy pequeño, tal vez sería mejor describirlo como una aldea. No creo que un pueblo como éste sea capaz de crear unos claros tan grandes en el bosque.
—Correcto. Las probabilidades de que esos claros hayan sido excavados por un pueblo tan pequeño son muy bajas. Especialmente si el bosque está habitado por monstruos peligrosos... Sería mucho más probable pensar que fue hecho como un proyecto gubernamental, pero no puedo encontrar ninguna razón por la que el Reino querría excavar en ese lugar del bosque. Al final, nos sigue faltando información.
Los cuatro se pusieron más preocupados después de esto. ¿Deberían o no aceptar la solicitud?
A diferencia de los aventureros, que tenían el respaldo de todo un gremio, era absolutamente necesario que los trabajadores investigaran adecuadamente todos los detalles sobre el trabajo ofrecido antes de tomar una decisión. Primero, tenían que investigar a fondo los antecedentes del cliente y sus conexiones, luego, el lugar de trabajo. Finalmente, en base a los detalles obtenidos a partir de la descripción del trabajo, tomarían la decisión de aceptarlo o no.
Incluso después de haber hecho todo eso, a veces seguía siendo insuficiente. Si uno no era capaz de hacer esto, entonces debería dejar de ser un trabajador. Sin importar cuán bueno fuera el pago por el trabajo, sería mejor rechazarlo si uno no podía lavarse las manos que terminarían manchadas de tierra.
—Ya he confirmado el pago, esto fue lo que dieron como depósito inicial. —Hekkeran colocó una placa metálica sobre la mesa. Su superficie estaba grabada con innumerables glifos y runas pequeñas. Aunque le habían dado la placa, él tendría que devolverla si decidían rechazar la comisión—. Ya lo he verificado con el Banco Imperial. La suma ya ha sido acreditada a mi cuenta, puede ser convertida en dinero en cualquier momento.
La placa metálica era un tipo de garantía usada por los bancos dentro del Imperio, con una función similar a la de un cheque.
Para evitar las falsificaciones, las placas eran hechas con mucho cuidado y delicadeza. Aunque el proceso de creación era extremadamente largo, y definitivamente se incurriría en gastos adicionales para que la gente las use, las ventajas superaban por mucho a los inconvenientes.
En otros países, este tipo de cosas usualmente las manejaba el Gremio de Aventureros, sin embargo, las placas metálicas usadas en el Imperio estaban garantizadas por el propio gobierno.
—Por cómo se ven las cosas, no parece ser una trampa... bueno, supe que iban en serio en el momento en que realizaron el depósito.
Si fuera una trampa, no debería haber sido necesario pagar un depósito tan grande. Sin embargo, era posible que lo hubieran hecho sólo para que la gente pensara eso, aunque Hekkeran no creía haber ofendido de alguna forma a un noble lo suficiente como para merecer una trampa dirigida específicamente contra él.
—Yo...
—Espera, Imina, aún no he terminado. Por favor, sé un poco más flexible con tus pensamientos.
—Sí, sí. Oigámoslos entonces. Sobre este trabajo que nos han ofrecido... parece que están bastante cortos de tiempo, sin embargo, sigue habiendo puntos con los que no estoy de acuerdo. Por ejemplo, contratar a múltiples equipos de trabajadores, ¿qué opinan de esto?
Justo como Imina había señalado, teniendo en cuenta la cantidad de tiempo que se tomó en contactar a múltiples equipos, habría tenido más sentido escoger al primer equipo que accediera y apresurarse a la ubicación de la tumba, teniendo en cuenta que los trabajos como éste requerían de mucha prisa.
—Tampoco estoy seguro. Para comenzar, no entiendo por qué están tratando de apresurar esto. Tampoco he recibido ninguna información sobre alguna situación de emergencia que le estuviera ocurriendo al Conde. No es como si fuera a ocurrir algún evento o ceremonia en los próximos días. Lo único que se me ocurre es que temen que el Reino pueda descubrir las ruinas. ¿Contratar a varios equipos podría ser sólo para incrementar las posibilidades de éxito?
—Sobre eso, Hekkeran. ¿Escuchaste algo de Gringham?
—No hay mucho que decir. Sólo fui y les pregunté si a ellos también los habían contactado, pero parece que también estaban ávidos de información sobre esta comisión. Fue bastante difícil no revelarles nada.
Hekkeran se encogió de hombros impotente.
—Si ése es el caso, entonces, ¿quizá haya un tercero que apunte también a las ruinas?
—Definitivamente es posible. Si es así entonces explicaría por qué han contratado a tantos trabajadores. Oh, es verdad, parece que algo grande sucedió recientemente en el Reino. Sin embargo, no parece tener nada que ver con el área cercana a E-Rantel...
—Oigamos más de esto, Rober.
Debido a la falta de información precisa, Roberdyck sólo pudo explicar en partes lo que había escuchado. Ya que la mayoría de los detalles concernientes al incidente habían sido reconstruidos a partir de rumores, el cuadro general que se pintó al final no era muy claro o confiable.
—Mm, no podemos afirmar con seguridad que el incidente esté relacionado de alguna manera. Sin embargo, sigo creyendo que lo que Arche dijo es lo más probable. Rober también está de acuerdo.
—Si es así, entonces... al contratar a múltiples equipos de trabajadores, y teniendo en cuenta que la ubicación del trabajo está dentro del territorio del Reino, ¿lo más seguro es que terminemos chocando contra aventureros del Reino enviados a explorar las ruinas? Si es así entonces no tiene sentido recolectar más información dentro del Imperio.
—Lo otro a tener en cuenta es una emboscada hecha por los otros equipos de trabajadores. Definitivamente no quiero perder la vida justo al alcanzar nuestro objetivo.
—También tenemos que estar atentos ante emboscadas de parte de los aventureros. Aunque hablando de esto, realmente preferiría si la hicieran los aventureros. Al menos podemos tratar de negociar con ellos y no sería tan traicionera como una emboscada hecha por otros trabajadores.
—Si es hecha por trabajadores, entonces lo más probable es que las cosas terminen con sangre.
—¿Qué debemos hacer, líder?
Se habían planteado y discutido las cuestiones generales, y también se habían expresado las opiniones de cada miembro. Lo que quedaba eran algunas especulaciones antes de llegar a una conclusión.
—Antes de decidirlo, tengo algo que decir... Creo que es necesario que todos escuchen esto. —Hekkeran suspiró profundamente, e Imina, sentada a su lado, contuvo el aliento momentáneamente—. Arche, un hombre extraño vino y dijo que quería verte.
Al oír esto, una ceja se elevó en el rostro usualmente inexpresivo de Arche. Viendo esta reacción, Hekkeran entendió que Arche conocía al hombre.
—¿Qué fue lo que dijo ese tipo al final? ...¿Qué fue?
Hekkeran se lo preguntó abiertamente a Imina, recibiendo en respuesta una mirada que le decía, “¿Qué demonios estás diciendo?”. Sin embargo, luego de darse cuenta de que Hekkeran realmente lo había olvidado, Imina respondió con voz cansada.
—'Díganle a esa mocosa de la familia Furt. Díganle que la fecha límite está cerca'.
—Sí, fue algo como eso.
Al convertirse en el centro de atención, Arche respiró profundamente y dijo con voz pesada:
—Estoy endeudada.
—¡¿Endeudada?!
Hekkeran exclamó sorprendido. Por supuesto, no fue el único, Imina y Roberdyck también tenían expresiones de asombro. Ya que no había rangos dentro de su equipo, los ingresos se compartían por igual. Y al recordar la suma ganada hasta ahora, la noción de estar en deuda era ridícula.
—¿Cuánto debes?
—Trescientas monedas de oro. —Al oír la respuesta de Arche, los tres se miraron entre ellos una vez más.
La cantidad que debía era algo que la gente normal ni siquiera sería capaz de soñar. Era algo que ni siquiera los trabajadores de su mismo nivel serían capaces de ganar de una sola vez. Aunque el depósito para su solicitud actual era de trescientas cincuenta monedas de oro, esa cantidad era para todo el equipo. Luego de restarle los costos de mantenimiento y de la compra de los equipos y objetos necesarios, la cantidad restante para cada miembro sería sólo de alrededor de sesenta monedas de oro.
Además, su equipo estaba entre los mejores en la profesión de trabajadores. Usando el mismo criterio para evaluar a los aventureros, serían equivalentes al rango mithril. Incluso en su nivel, no podían ganar tanto de una sola vez. Eso demostraba cuán cuantiosa era la deuda.
El rostro de Arche comenzó a nublarse al sentir la duda en las miradas de sus compañeros.
Naturalmente, ella quería evitar esta conversación. Sin embargo, si no respondía ahora, no sería una sorpresa si terminaba siendo expulsada del equipo.
Luego de un breve momento de consideración, Arche finalmente abrió la boca.
—... Ya que mi familia lo considera una gran desgracia, nunca le dije esto a nadie, pero... el Emperador de Sangre revocó el estatus de nobleza de mi familia.
El Emperador de Sangre, Jircniv Rune Farlord El Nix. Reconocido por tener las manos manchadas de sangre.
Debido a ciertos acontecimientos que tuvieron lugar, el antiguo Emperador fue forzado a retirarse. Poco después, la que solía ser una de las Cinco Grandes Familias del Imperio, la familia de la madre del Emperador de Sangre, fue acusada de asesinar al Emperador y fue erradicada. Las cosas empeoraron después de eso, con los hermanos del Emperador de Sangre muriendo uno después del otro. Durante ese tiempo, fue como si los vientos que soplaban al interior de la ciudad llevaran a la muerte misma, y cerca al final, hasta su madre se vio atrapada en ellos y pereció.
Por supuesto, hubo oposición durante esta época. Sin embargo, la oposición era insignificante para el Emperador de Sangre, que ya controlaba a los caballeros del Imperio durante su periodo como príncipe heredero. Haciendo uso de una fuerza militar aplastante, todos los aristócratas capaces de oponerse a él fueron cortados como el trigo ante la guadaña. Los únicos que quedaron fueron los que juraron lealtad al Emperador desde lo profundo de sus corazones, y por lo tanto terminó con la centralización completa del poder en su persona.
Sin embargo, el Emperador de Sangre no se detuvo allí. En poco tiempo, a muchos aristócratas sobrantes se les revocó sus títulos de nobleza debido a su incompetencia. En cambio, a los plebeyos capaces se les dio la oportunidad de mejorar su estatus.
En definitiva, fueron dos los puntos principales que más sorprendieron a la gente. El primero fue que el poder del Imperio no cayó ni un poco durante la remoción masiva de aristócratas. En segundo lugar, que el Emperador que había logrado todo esto era sólo un niño de unos 11 o 12 años.
No era raro ver a familias que habían perdido su estatus de nobleza. Sin embargo...
—Incluso ahora mis padres siguen viviendo con el mismo estilo de vida que antes. Por supuesto, no podemos pagar el costo. Es por eso que mis padres terminaron prestándose dinero de lugares de mala fama.
Al oír esto, los tres se miraron el uno al otro.
Aunque lo escondieron bien, los sentimientos de ansiedad, irritación, desagrado e ira pasaron entre ellos.
“Tengo confianza en mis habilidades mágicas. Deseo unirme.” Estas palabras habían sido pronunciadas por una chica delgada sosteniendo un bastón más alto que ella misma.
La imagen de una niña pequeña con un rostro inexpresivo y sosteniendo un bastón en ambas manos, parada frente a ellos, vino de pronto a la mente de Hekkeran y los otros. Más tarde, la imagen de sus rostros aturdidos luego de presenciar la demostración de fuerza mágica de Arche se formó en sus cabezas, resonando con nostalgia.
En los dos años que habían pasado, luego de experimentar numerosas aventuras y de haber sobrevivido a algunas en las que incluso un sólo movimiento equivocado les habría costado la vida, el dinero que habían ganado era una cantidad bastante considerable. Sin embargo, el equipo que Arche usaba apenas había cambiado desde el comienzo.
Finalmente se había revelado el motivo de eso.
—¿Es en serio? ¿Debería ir y tener una “conversación” adecuada con ellos?
—Creo que ya es hora de que tus padres oigan la voz de Dios. No, no, tal vez deberían conocer a los puños de Dios antes de eso.
—Creo que aún no les han perforado las orejas, tal vez debería comenzar a hacerles agujeros en ellas.
—Por favor, cálmense. Las cosas ya ha llegado hasta este punto, lo que quiero decir es que, dependiendo de la situación, planeo llevarme a mis hermanas lejos de mis padres.
—¿Tienes hermanas?
Al ver a Arche asintiendo con la cabeza, los tres se miraron el uno al otro una vez más. Aunque no lo dijeron en voz alta, en lo profundo de sus corazones comenzaron a sentir que podría ser mejor renunciar a esta comisión en particular.
Era cierto que los trabajadores tenían un ingreso más alto que el de los aventureros. Sin embargo, la cantidad de peligro que enfrentaban también era mucho mayor. Aunque se esforzaban para asegurarse de que el trabajo que tomaban fuera lo más seguro posible, las probabilidades de encontrar situaciones que escapaban de sus cálculos seguían siendo bastante altas.
Un sólo desliz podía resultar en una tragedia para sus hermanas. Sin embargo, era inútil seguir pensando en cosas como éstas.
—Ya veo. ...Entonces, por ahora, aplacemos este asunto. Dejaremos que te hagas cargo de tu problema actual... De cualquier manera, de vuelta al tema principal, ¿aceptamos o no la solicitud que nos ofrecen? —Luego de decir esto, Hekkeran miró fríamente a Arche—. Arche, no quiero que esto suene mal pero, tú no tienes palabra en esto.
—Está bien. Para alguien que necesita dinero, puedo entender que mi voto se vería comprometido por el problema de mi deuda.
Eso era lo que querían decir con ser cegados por la codicia.
—Sinceramente, había pensado que me sacarían del equipo.
—¿Qué dices? Luego de lograr que una lanzadora de magia tan hábil como tú se una al equipo, sería una perdida enorme si simplemente te dejamos ir.
Esa declaración no tenía por objeto proporcionar ningún consuelo. Era la verdad.
El talento innato de Arche. Un par de ojos bendecidos con milagros, habían ayudado al equipo de Hekkeran muchas veces en el pasado.
Si se tuviera que darle un nombre al talento innato de Arche, probablemente las palabras más adecuadas para describirlo serían, “ojos de detección mágica”.
Los lanzadores de magia arcana estaban constantemente rodeados por un aura invisible que envolvía sus cuerpos. Sin embargo, el talento innato de Arche le permitía verla directamente. No sólo eso, ella era capaz de ver qué niveles de magia podía usar su oponente.
No hacía falta decir lo ventajoso que era el poder medir el nivel de poder de los oponentes.
Sólo había otra persona que Hekkeran conocía al interior del Imperio que también poseía esta habilidad. Y esa persona era el lanzador de magia de mayor nivel en el Imperio, Fluder Paradyne.
A pesar de que sus ojos eran lo único que tenían en común, esto demostraba lo talentosa que era Arche, ya que era comparable a Fluder.
—Y pensar que la Academia de Magia dejaría ir a una muchacha tan talentosa.
—Exactamente. Ser capaz de usar el mismo nivel de magia que yo y a tan temprana edad es simplemente increíble. Tal vez sea posible que Arche alcance el sexto nivel en el futuro.
—Pienso que eso sería bastante difícil de lograr. Sin embargo, sería feliz si existe la posibilidad.
Justo cuando el ambiente previamente roto estaba a punto de recuperarse, Hekkeran dio una palmada. La atención de todos se centró una vez más en el tema en cuestión.
—Ahora, sobre la solicitud actual, ¿la aceptamos o no? ¿Roberdyck?
—No tengo objeciones.
—¿Imina?
—¿Por qué no hacerlo? Es el tipo de trabajo que siempre he querido hacer.
El trabajo que se daba a los trabajadores no era algo trivial. Sólo hace unos días, estaban en las Planicies Katze exterminando nomuertos. Trabajos como ése eran muy diferentes a comparación de lo que les estaban ofreciendo ahora.
—En ese caso...
—Si lo hacen por mí, por favor no lo hagan. Incluso si rechazamos la oferta esta vez sigo teniendo otros medios.
Los tres se miraron el uno al otro, y una sonrisa se formó en el rostro de Imina.
—De ninguna manera. Si lo piensas, esta vez el pedido no es el típico trabajo turbio. Además la recompensa es realmente generosa. Cierto, ¿Rober?
—Así son las cosas. No lo hacemos por ti. Probablemente haya muchos objetos sin descubrir al interior de las ruinas, ¿no es así, Hekkeran?
—Ahí lo tienes, Arche. Aunque es lamentable que no podremos dar a conocer que fuimos los primeros exploradores de esas ruinas.
—Mi más profunda gratitud.
Al ver a Arche agachando la cabeza, los tres se miraron el uno al otro y sonrieron.
—Entonces, Arche y yo iremos y convertiremos la placa en dinero. Ustedes dos preparen las cosas necesarias para esta aventura.
Los artículos necesarios para una aventura podían incluir cosas como cuerdas o aceite, así como determinados objetos mágicos. Para alguien con una personalidad meticulosa como Roberdyck y para Imina que poseía las habilidades de un ladrón, este tipo de trabajos eran perfectos para ellos. Por otra parte, se podría decir que Hekkeran simplemente no era adecuado para una tarea como ésa.
—¡Muy bien, todos, comencemos! ...Arche —volviéndose hacia Arche, que estaba inclinando la cabeza hacia un lado con una expresión desconcertada, Hekkeran finalmente dijo lo que había querido decir antes—, los ingresos de esta comisión no son suficientes para cubrir tu deuda.
—No hay problema. Esto debería ser suficiente para extender el plazo por algún tiempo.
—Puedes prestarte el resto de nosotros —intervino Imina.
—Así es. Siempre puedes pagarnos el resto usando los ingresos que ganemos en trabajos futuros —añadió Roberdyck.
Por supuesto, no se lo darían gratis ya que todos los miembros de Foresight eran iguales.
—Esperen por ahora. Ya he devuelto la mayoría de los que mis irresponsables padres se prestaron. Pero denme algo de tiempo para pensar las cosas.
—Está bien. Tómate tu tiempo.
Los cuatro se miraron el uno al otro una última vez antes de partir para completar las tareas que tenían.