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Overlord vol. 7 novela ligera |
Traducción jpn-ing: Yen Pre$$Traducción ing-esp: ErbCorrección: Erb
Overlord Volumen 7: Los Invasores de la Gran Tumba
Capítulo 1: Invitación a la Muerte
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Parte 1
La capital del Imperio Baharuth, Arwintar, estaba localizada ligeramente al oeste del centro del Imperio. El Palacio Imperial, hogar del monarca reinante apodado el Emperador de Sangre, Jircniv Rune Farlord el Nix, se ubicaba en el corazón de la ciudad. Rodeando el lugar estaban las universidades, la academia de magia, varias oficinas administrativas y otros locales importantes que se extendían de forma radial desde el centro de la capital. En verdad, era una ciudad digna de ser llamada el corazón del Imperio.
Aunque tenía menos habitantes que Re-Estize, la capital del Reino, la capital del Imperio era mucho más grande a comparación. No sólo esto, debido a años de reformas, actualmente el Imperio se encontraba experimentando la mayor oleada de desarrollo jamás registrada en la historia. Nuevas cosas eran constantemente introducidas a la sociedad, lo que incrementaba las oportunidades de los comerciantes para explorar nuevos mercados. Desde entonces, un flujo constante de bienes y talentos se había visto en la capital del Imperio. Para los ciudadanos que vivían en la capital, realmente era una época de esperanza y oportunidades.
En medio de esta ciudad bulliciosa y animada, Ainz caminaba con Narberal al lado.
Bajo circunstancias diferentes, Ainz probablemente habría querido dedicar más tiempo a explorar la ciudad, como un pueblerino viniendo por primera vez a la gran metrópoli. Después de todo, había muchas diferencias entre el Imperio y el Reino.
Sin embargo, en este momento, Ainz no tenía el tiempo libre para estar mirando alrededor.
Sus movimientos gradualmente empezaban a reflejar sus pensamientos, lentamente haciéndose más y más irregulares con el tiempo.
Los sentimientos que lo envolvían desde dentro podían describirse con una sola palabra: Desagrado.
Mientras más pensaba sobre el motivo detrás de su visita al Imperio, que había sido planeada por Demiurgo, más fruncía el ceño, a pesar de que su rostro era una ilusión mágica.
Para Ainz Ooal Gown, el gobernante absoluto de la Gran Tumba de Nazarick, la palabra “soportarlo” no debería estar en su vocabulario. No debería haber necesidad de suprimir sus emociones. Las palabras de Ainz deberían ser absolutas, lo blanco sería negro si así lo declaraba. No había ninguna razón para que fuera de otra manera.
Sin embargo, la situación actual había terminado así de todas formas debido a que Ainz no había podido encontrar una excusa válida para rechazar la propuesta de Demiurgo.
El objetivo general era demostrar la fuerza de Nazarick. El plan de Demiurgo era muy fácil de entender, y los resultados también serían inmediatos. Por otro lado, lo que le disgustaba a Ainz, era que sentía que estaba por arrojar barro sobre las cosas cuidadosamente construidas por sus antiguos camaradas.
Sin embargo, sería una pena rechazar un plan así de asombroso sólo por sus emociones personales. Además, Ainz no quería que los otros pensaran que le faltaba la magnanimidad para aceptar las propuestas de otro individuo.
Descartar el plan actual sin sugerir alguna alternativa era algo que Ainz, no en su calidad de gobernante supremo sino como miembro de la sociedad, sentía que era inaceptable.
Ainz repitió una vez más las cosas que había pensado antes para calmarse. Era necesario despejar su mente. Entre la lógica y las emociones, escoger la lógica debería ser lo correcto. A pesar de que aquellos impulsados por sus emociones algunas veces obtenían resultados extraordinarios, la mayor parte del tiempo simplemente eran irracionales. No sólo eso…
—…Ya es muy tarde para echarnos atrás ¡Kaaa!
Ainz inhaló y exhaló profundamente usando sus pulmones inexistentes. Y no mostró señales de preocupación ni a los guardias de la ciudad ni a la gente que le dirigían miradas extrañas mientras caminaban.
Debido a su figura naturalmente alta e imponente ya era el centro de la atención, y esto sólo había aumentado después de ser exaltado como un héroe. Sería extraño que no llamara la atención. Debido a eso, Ainz se había acostumbrado a ignorar las miradas de la gente, aun más luego de comenzar a montar a Hamsuke.
Luego de respirar profundamente varias veces, Ainz finalmente fue capaz de reducir la sensación de incomodidad al mínimo. Sólo entonces se percató de todo el esfuerzo que su subordinada, Narberal, tenía que hacer para seguirle el ritmo.
—Lo siento, es posible que haya estado caminando muy deprisa.
El ritmo requerido para cubrir la misma distancia entre los pies de un hombre llevando armadura completa, como lo hacía Ainz, y Narberal, que llevaba una túnica, era completamente diferente. No era difícil para Narberal, debido a sus capacidades físicas, pero como hombre, seguía siendo necesario disculparse por no ser considerado con su ritmo de caminata.
—No, no tengo ninguna queja.
—Ya veo...
Ainz no podía deducir si ésa era la respuesta típica que un sirviente le daría a su amo, o si a Narberal realmente no le importaba. Mientras reducía el paso, Ainz buscó un tema de conversación. Se sentía algo avergonzado por la atmósfera inaccesible que había estado irradiando hace unos momentos. Como tal, en un intento de mejorar el ambiente incómodo, lo pensaba desesperadamente pero nada le venía a la mente.
Pensó en las formas insignificantes de romper el hielo que la gente de ventas usaba frecuentemente, como preguntar por el clima. Hablar sobre deportes era una buena alternativa, pero primero se tenía que averiguar a qué equipos apoyaba la otra persona.
Considerando si debía o no dar inicio a ese tipo de conversaciones, Ainz comenzó a murmurar en lo profundo de su corazón.
¿Por qué tengo que ser así de considerado con alguien como Narberal, que sólo es una subordinada? Bueno, ya que las cosas son así, bien podría usar esta oportunidad para practicar el diálogo entre un sirviente y un amo. No obstante, debe estar a la altura de un gobernante. ¿De qué habla la gente que tiene poder absoluto con sus subordinados o sirvientes?
Recordando las conversaciones diarias que tenían lugar en el antiguo grupo de Ainz, algo como eso debería estar bien, ¿no?
Ainz era el gobernante supremo de la Gran Tumba de Nazarick, y no algún alto ejecutivo de una compañía. Si se debía hacer una comparación, él sería más como el presidente de la compañía o un director general.
No, sigue siendo un poco diferente a comparación de un presidente... Hablando de eso, ¿Cómo son las conversaciones entre el Rey y Gazef Stronoff? Sería útil como referencia.
Incluso si ése fuera el caso, ya habían llegado a este punto. Si las cosas seguían como estaban, el ambiente entre ellos terminaría siendo demasiado pesado como para soportarlo. Ainz terminó obligándose a abrir la boca.
—... Narberal. ...¿Qué piensas de esta voz?
Ainz apuntó hacia sus cuerdas vocales, o más precisamente, señaló el lugar en el que sus cuerdas vocales deberían haber estado. Con su guantelete presionó el área en la que debería haber estado su garganta. No esperaba más que la sensación metálica del guantelete, sin embargo, sintió algo elástico, dándole la extraña impresión de que su garganta realmente existía.
—A decir verdad, no creo que esa voz sea buena. Aunque no suena extraña, sigo pensando que la voz habitual de Momon-sa... san suena mejor. A pesar de que entiendo que hay una razón detrás de esto, admito que prefiero oír su antigua voz.
—¿Es así? A mí me gusta mucho esta voz... Neuronist la seleccionó de entre cincuenta personas. Tiene un encanto difícil de describir.
De pronto, recordando el momento en el que había escuchado las grabaciones de su voz, gimió en silencio y tranquilizó la súbita agitación de su mente.
—Ya veo. Sin embargo, sigo pensando que la voz original de Momon-san sonaba mejor.
—Estoy agradecido de escuchar eso, Nabe. Por cierto, no tenía idea de que podía usar algo como esto...
Dudando sobre si la respuesta de Narberal era simple cortesía o era lo que pensaba realmente, Ainz tocó nuevamente su cuello, y sintió que la criatura aferrada a su garganta, el Insecto Labio, se retorcía. La gente normal definitivamente sentiría comezón.
¿Eso se debe a que simplemente no lo sabía, o es que las reglas han cambiado? La falta de información sobre este tipo de asuntos también podría representar ciertos peligros en el futuro. No sólo se trata de este mundo, también es necesario reaprender los conocimientos sobre Yggdrasil.
El juego Yggdrasil estaba diseñado con la intención de permitir que los jugadores disfrutaran de explorar lo desconocido. Debido a esto era necesario probar una variedad de cosas, lo que resultó en inversiones de grandes cantidades de recursos de parte de la compañía de desarrollo para la creación del sistema. Así pues, los jugadores pudieron encontrar un mundo completamente desconocido.
Ni siquiera mencionando la falta de información de los mapas entregados al inicio, ni los conocimientos relacionados a la minería, a la cocina, a la crianza de monstruos, etcétera... Todo era desconocido para los jugadores. Era el tipo de mundo en el que los jugadores estaban forzados a descubrir las cosas por sí mismos. Para dejarlo más en claro, incluso en lo referente a lo que podían o no podían equiparse y a los requerimientos asociados a ello, era necesario el ensayo y error de los mismos jugadores. Aunque había sitios web de incursiones e información, la información compartida en esos lugares ya era bastante conocida, o era información que simplemente no era fidedigna. Yggdrasil era un juego diseñado para ser explorado por sus jugadores. Obtener conocimientos era como encontrar un tesoro. No había ningún beneficio en informar a otros jugadores de forma gratuita.
Por lo tanto, la única información en la que se podía confiar era en la que provenía del gremio al que se pertenecía, o de intercambios con otros gremios confiables. Todo lo demás era información inútil de tercera categoría.
También hubo una época en la que los foros fueron inundados de hilos sospechosos que comenzaban con “Estoy planeando abandonar mi gremio, así que divulgaré toda su información”.
Bueno... alguna de esa información era correcta
Una vez existió un gremio llamado “Tres Ojos Ardientes”. Estaba formado por los propietarios de un sitio web que cobraba una cuota a sus miembros cada vez que estos accedían a la información, y que se especializaba en enviar espías a unirse a otros gremios de alto rango para robarles información, y en otros actos dudosos. La administración del juego no castigaba tales actos y eran bastante aceptados como un método de obtención de información. Sin embargo, los gremios a los que les habían robado eran mucho menos indulgentes.
La ira de los gremios de alto nivel rebasó el límite, formaron una alianza y atacaron a los Tres Ojos Ardientes. Luego de capturar su punto de reinicio al interior de la base del gremio y los puntos de reinicio del templo de la ciudad y alrededores, la alianza comenzó a hacerles PK, y una vez que resucitaban, les hacían PK nuevamente, sin dejar escapar a ninguno. Continuaron con esto hasta que los Tres Ojos Ardientes se disolvieron y todos sus miembros se dispersaron.
Al final, la parte más memorable fue cuando hicieron gratuito el acceso a su sitio web de información. Qué nostalgia, pensó Ainz.
Bueno, definitivamente no había espías en Ainz Ooal Gown... Sin embargo, si no fuera por ese incidente, tal vez habríamos tenido más miembros...
Fue debido a ese incidente que se interrumpió el proceso de reclutamiento para Ainz Ooal Gown, y el gremio fue formado con 41 miembros, que era el número mínimo requerido para que un gremio fuera considerando de alto nivel.
Durante los últimos años de Yggdrasil, las posibilidades de que la información hecha pública en la web fuese confiable era bastante alta. Sin embargo, el único momento en el que Ainz realmente enfocó su atención en los sitios web de información fue durante la época dorada en la que Ainz Ooal Gown estaba en su apogeo. La cantidad de información útil era realmente limitada en ese entonces.
Lo más probable es que en esos momentos mis conocimientos sobre el juego habían alcanzado su punto máximo. Aunque seguí prestándole atención a los anuncios realizados por la administración del juego... Es probable que en este mundo haya otros jugadores de Yggdrasil aparte de mí, por lo tanto también tengo que considerar el riesgo de poseer menos información que ellos.
A través de los miembros capturados de los Ocho Dedos, Nazarick fue capaz de adquirir grandes cantidades de información útil. Sin embargo, esa información concernía en gran medida al Reino y al Imperio. Era poco lo relacionado a la Teocracia, al Reino Sagrado y a la República. Era necesario seguir mejorando los métodos de obtención de información.
—Qué molestia, si sigo meditándolo sólo seguiré sintiéndome preocupado. Es momento de cambiar a un tema más ligero. —Luego de decir eso, Ainz observó ligeramente sus alrededores—. Por cierto, el Imperio parece bastante animado.
—¿Es así? Me siento igual que en E-Rantel.
En respuesta a las palabras de Narberal, Ainz observó sus alrededores una vez más.
—Las calles están llenas de vida y los ojos de las personas son brillantes. Es señal de que la gente cree que está viviendo bien.
Aunque Narberal respondió desde atrás con un “Como se esperaba de Momon-san”, Ainz estaba un poco avergonzado de sus propias palabras y no le respondió. Sólo se trataba de una leve sensación que Ainz tenía sobre la gente en las calles, y ya fuera si era verdad o no, Ainz no tenía confianza en lo que sus ojos veían.
No es que estuviera siguiendo el ejemplo de Actor de Pandora... “Es señal de algo”. Y pensar que podía decir esas palabras en voz alta sin sentir vergüenza... Es como si me hubiera vuelto poeta o algo así.
Debido a que en la capital real se esperaba que actuara así, Ainz se había metido en la mentalidad de un héroe, y aparentemente empezaba a convertirse en un hábito.
El rostro bajo el yelmo de Ainz mostró una expresión de un ligero bochorno (por supuesto, era imposible que un cráneo enrojeciera) y entonces divisó el hotel que Fluder le había descrito.
Incluso desde lejos se podía saber que el mejor hotel en la capital imperial era mucho más lujoso que su contraparte en E-Rantel. Ésa era una manera de describirlo, pero era una impresión basada únicamente en el nivel de las instalaciones y en la diferencia de estilos. Se podría decir que los hoteles de clase alta del Reino estaban impregnados de historia mientras que los del Imperio habían sido inaugurados recientemente, y si se preguntaba cuál era el mejor, todo el mundo tendría opiniones diferentes.
—No estoy seguro de querer entrar, pero el ambiente realmente parece muy agradable.
Ainz tocó suavemente la placa de adamantita que colgaba frente a su pecho y se dirigió a la entrada.
Al igual que en E-Rantel, había soldados atléticos en armaduras de cuero haciendo guardia frente a las entradas y salidas. Mientras Ainz y Narberal se acercaban, los guardias volvieron sus miradas inquisitivas hacia ellos. Sin embargo, luego de concentrarse en un único punto, apartaron la mirada de inmediato con los ojos llenos de sorpresa.
—¿R-realmente son auténticos? Creo que lo son, a juzgar por el equipo que tienen...
Oyendo los susurros provenientes de su camarada, el otro guardia de seguridad hizo lo mejor que pudo para pararse derecho y ocultar su nerviosismo. Mientras se acercaban, era obvia la tensión que sentía, sin embargo, fue capaz de hablarles cortésmente.
—Mis disculpas, aventurero de rango adamantita-sama. Siento mucho la molestia, pero, ¿podría por favor ver su identificación?
Ainz le entregó su placa y preguntó:
—¿Este hotel únicamente acepta miembros?
—Sí, con el fin de preservar la reputación del hotel, sólo aceptamos miembros regulares o a aquellos que tengan referencias. Sin embargo, los aventureros de rango adamantita son una excepción a esa regla.
Limpiándose ambas manos con las mangas, el otro guardia de seguridad tomó con cuidado la placa de identificación que Ainz le había entregado, casi como si tuviera miedo de romperla. Dándole la vuelta, leyó las palabras grabadas en la parte posterior.
—Momon-sama... ¿de Oscuridad?
—Es correcto.
—¡Lo he verificado y no hay duda! ¡Gracias por ofrecernos la prueba de su rango adamantita!
Al igual que antes el guardia le devolvió cuidadosamente la placa a Ainz. Las placas que denotaban el rango de un aventurero estaban hechas del material correspondiente a dicho rango, y esta pequeña cantidad de adamantita costaba una suma considerable. Por supuesto, la adamantita era un metal muy duro y no se estropeaba o rayaba solo con dejarlo caer al suelo, pero si la extraviaban tendrían que pagar una cantidad formidable. Por ejemplo, un Guaranperat —un ave parecida a un cuervo— podría arrebatárselo mientras la devolvían. Esta no era un fábula inventada para recordarles que tengan cuidado al manipular artículos de valor. Era un ejemplo real de lo que había sucedido en el pasado.
Después de que Ainz la tomó de vuelta, los dos guardias parecían visiblemente aliviados, como si un peso hubiese sido quitado de sus hombros.
—Ahora bien, ¿podemos entrar?
—Sí, Momon-sama. Por favor permita que le muestre el camino.
—¿Es así? Entonces estaremos a tu cuidado.
En el Reino no era habitual dejar propina. Con algo de suerte será igual en el Imperio. Ainz no pudo evitar pensar sobre este tipo de cosas mientras le mostraban el camino.
Luego de atravesar un espacioso vestíbulo con baldosas que parecían ser de mármol, llegaron al mostrador de la recepción.
—Anunciando la llegada del aventurero de rango adamantita, Momon-sama y compañía.
Sentado detrás del mostrador de recepción estaba un hombre con la apariencia de haber recibido una educación adecuada. Luego de recibir una respuesta, el guardia se volvió hacia Ainz y respetuosamente hizo una reverencia antes de regresar a su puesto.
—Bienvenido, Momon-sama. Quiero expresarle nuestra profunda gratitud por habernos escogido para honrarnos con su presencia.
El recepcionista se inclinó profundamente ante Ainz.
—No, por favor no le de importancia, por ahora deseamos pasar la noche.
—Entendido. Para comenzar, por favor firme aquí en el registro de huéspedes.
Ainz sonrió bajo su yelmo. Habiendo practicado incontables veces escribir su nombre con el lenguaje del Reino, firmó el papel a la perfección después de tomar la pluma.
—Muchas gracias. Ahora, ¿qué tipo de habitación preferiría?
Para Ainz, todas las habitaciones eran iguales ya fueran baratas o lujosas. Sin embargo, como era usual, tenía que mantener las apariencias.
No es como si necesitara comer, incluso si el hospedaje no incluyera una comida de cortesía, para mí estaría bien.
De pronto Ainz pensó sobre los alimentos que existían en este mundo.
Un jugo de color verde que olía irresistiblemente dulce y delicioso, comida de color rosa que parecía ser huevos revueltos, carne cuidadosamente cocinada y cubierta de un líquido azulado que hacía que la carne se viera más tierna y jugosa; cada uno de los platillos mencionados estimulaba la curiosidad de Ainz, pero desafortunadamente no era capaz de comerlos.
... Libido, apetito, y las ganas de dormir. A pesar de los numerosos beneficios de poseer un cuerpo no-muerto, muchas otras cosas importantes se han perdido. Qué desafortunado. Pero por otro lado, la posibilidad de perderme en los deseos carnales sería demasiado alta si recuperara mi cuerpo humano.
Luego de imaginarse en la cama con Albedo, Ainz terminó inclinando la cabeza a un lado.
Un jefe que acosaba sexualmente a sus empleadas. Ésa era la última imagen que le había venido a la mente después de imaginar lo anterior.
A pesar de que Albedo ha proclamado su amor por mí... Qué complicado. Si tan sólo no hubiera jugado con la... ¡oh!
—Perdón por la demora. Cualquier habitación digna de nuestro estatus servirá. ...Por cierto, ¿habrá algún problema si pagamos con monedas del Reino?
—No es ningún problema. Para comenzar, el tipo de cambio es de uno a uno.
—¿Es así? Entonces lo dejaré en sus manos.
—Ciertamente. Iré a preparar una habitación adecuada para Momon-sama. Mientras tanto, por favor tomen un descanso en nuestro salón.
Ainz vio que la disposición de las sillas en el salón estaba separada en pequeños grupos en los que la distancia entre uno y el otro era bastante grande. Había más de cincuenta sillas disponibles lo suficientemente lujosas como para funcionarios de alto rango. Su sola apariencia hacía que las sillas se vieran extremadamente cómodas. Incluso había juglares tocando música suave en el fondo.
—Todo en esta sala, incluyendo la comida y las bebidas, son servicios gratuitos, por favor pónganse cómodos y disfrútenlos.
En cualquier parte del mundo, siempre y cuando se invirtiera cierta cantidad de dinero, se recibiría una cantidad de servicio correspondiente. Aun así, los servicios que recibía aquí no eran del agrado de Ainz. En absoluto.
—Entendido. Ven, Nabe.
Ainz ingresó al salón con Nabe y escogió la silla más cercana para sentarse.
También había algunos otros huéspedes descansando en el lugar. La mayoría de ellos eran aventureros. Si un aventurero de alto rango podía completar misiones que pagaran recompensas generosas, sus condiciones de vida naturalmente se incrementarían también y podría permitirse vivir en hoteles como éste.
Independientemente del lugar en el que estaban, ya fuera la capital del Reino o E-Rantel, todos los aventureros tenían el mismo estilo de vida.
Ainz se aseguró de que la placa de adamantita que colgaba de su cuello fuera visible para los otros, con el objetivo de ser el centro de las conversaciones entre los huéspedes del hotel. No era malo incrementar su imagen haciendo uso de este método.
Mientras era consciente de la atención que estaba recibiendo, Ainz abrió la carta que estaba a su lado.
No puedo leerla...
Ainz pasó lentamente por el menú, a pesar de no poder leerlo, para evitar que otros se dieran cuenta.
Aunque Ainz había traído el objeto que anteriormente le había entregado a Sebas, que le permitía leer cualquier idioma, en la situación actual, sería extraño tener que sacarlo y usarlo de pronto.
—Sebas... y Tsuare...
La imagen de Sebas junto a Tsuare le vino a la mente mientras pensaba sobre si debía o no usar el objeto.
—¿Hay algo malo con esa mujer?
—Ah, no, no es gran cosa. Me preguntaba cómo se está adaptando.
Aunque le había confiado todo a Sebas, Ainz seguía teniendo la obligación de asegurarse del bienestar de Tsuare, ya que había prometido protegerla.
—No creo que haya ningún problema. Por el momento... debido a que actualmente la sirvienta en jefe está en confinamiento, es Sebas-sama el que le está enseñando las habilidades necesarias para ser una sirvienta. Luego de que haya aprendido una cantidad adecuada de comportamientos de etiqueta, comenzará a estudiar cocina y otros tipos de trabajo. Planeamos enseñarle un poco de todo hasta descubrir qué trabajo es el más adecuado para ella.
—¿Es así? Bueno, entonces debería estar bien dejárselo a Sebas. Además, ya es hora de liberar a esas dos del confinamiento... El temperamento de Albedo ya debería haberse calmado para estos momentos.
Narberal agachó la cabeza sin decir ni una palabra.
Percatándose de que su conversación había terminado, un camarero caminó en silencio hacia ellos.
—¿Ya han decidido lo que ordenarán?
—Un Makyatia helado para mí. ¿Qué te apetece, Nabe?
—Quiero lo mismo.
—Está bien si pides algo que te guste.
—No, quiero la misma bebida. Oh, y también, quisiera que añadan leche extra a la mía."
—Por supuesto.
Luego de recibir las órdenes, el camarero hizo una profunda reverencia, y se marchó en silencio.
Makyatia era una bebida de apariencia similar a la de un café con leche, y Ainz la veía a menudo en E-Rantel. También olía a café. Sin embargo, ya que en este mundo también existía el café con leche, debía de haber alguna otra diferencia. Sin embargo, Ainz nunca lo averiguaría porque no podía consumir ni alimentos ni bebidas. Anteriormente había experimentado al intentar comer y beber, pero el único resultado fue que todo se le derramó por debajo de la mandíbula sin saberle a nada. No encontró ni un solo beneficio.
La razón por la que Ainz escogió esta bebida era porque sólo se servía en establecimientos de clase alta. Probablemente era la mejor alternativa para las condiciones actuales.
Mientras se limpiaba el sudor inexistente, a Ainz se le ocurrió preguntar la más inútil de las preguntas.
—Nabe... ¿a qué sabe un Makyatia?
Sabiendo que Narberal ya había probado la bebida antes, Ainz se lo preguntó con curiosidad.
Narberal puso una expresión que mostraba que lo estaba pensando. Era el tipo de expresión que alguien pondría cuando una persona que nunca en su vida había probado el café le preguntaba a qué sabía.
—Hmmm... Si tuviera que describirlo, diría que es similar a un Shakerato[1]. Excepto que tiene un regusto a leche condensada que no me gusta.
—... ¿Es así? Suena delicioso.
Nunca antes había oído hablar de una bebida llamada Shakerato. ¿Se trata tal vez de una bebida que sólo existe en este mundo? La posibilidad de que sea así es bastante alta.
—No está mal. Aunque no es nada del otro mundo —respondió Narberal.
Justo cuando Ainz le respondía a Narberal con un “Mm”, llegaron las bebidas que habían ordenado.
—No te preocupes por mí y tómatelo. De lo contrario sería extraño que ninguno de los dos haya tocado las bebidas.
Como se había acostumbrado a usar su yelmo todo el día, Ainz no se dio cuenta de lo antinatural que era no quitarse el yelmo a pesar de las bebidas servidas frente a él.
—Gracias.
—Está bien si te bebes el mío también. De cualquier manera, escucha. Por el momento, el plan es, en primer lugar, recorrer la capital por los siguientes dos días. He oído que la cantidad de bienes que se venden en el mercado central es increíble. Definitivamente vale la pena echarle un vistazo. Además, en la zona central del mercado del norte se venden objetos mágicos y los aventureros frecuentan ese lugar.
Esta información la habían adquirido de los miembros capturados de los Ocho Dedos. Aunque la mayoría de los reportes recibidos estaban relacionados a los mercados negros, Ainz no planeaba visitar ninguno. Sólo lo sabía porque le había dado un vistazo a los reportes que había recibido.
—El tercer día es para visitar el Gremio de Aventureros. Si fuera posible, me gustaría hacer conexiones con algunos de los aventureros de rango adamantita del Imperio, si no, entonces simplemente completaremos nuestra tarea actual y regresaremos a casa. Todo debería tomar alrededor de siete días. ¿Tienes alguna otra sugerencia?
Narberal, que dejó de beber a la mitad, escuchó en silencio y negó con la cabeza.
Notas
- ↑ Erb:Café expreso con cubos de hielo y jarabe, mezclados en una coctelera.