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Overlord vol. 1 novela ligera |
Traducción chn-ing: SkythewoodTraducción ing-esp: RawiCorrección: Raruk Berg
Overlord Volumen 1: El Rey No-Muerto
Epílogo
La habitación de Ainz estaba llena de muebles exquisitos, mientras que el suelo estaba cubierto con una alfombra roja brillante. Esta vasta habitación, generalmente estaba envuelta en un delgado velo de silencio y hoy estaba aún más silenciosa de lo normal. La doncella que normalmente lo atendía aquí, no se encontraba por ninguna parte. Las únicas personas aquí, eran Ainz y su Caballero de la Muerte con su espada en la esquina.
Albedo habló con una voz suave, dulce y almibarada, como si tratara de preservar el silencio de la habitación:
"Tengo un informe que entregar. El Capitán de la Escritura de la Luz Solar de la Teocracia Slane que capturamos, ha sido encarcelado en la Prisión Congelada. Extraeremos información de él con la ayuda de la Recolectora Especial de Inteligencia."
"Si es Neuronist, no debería haber ningún problema. Sin embargo, quiero realizar experimentos en los cuerpos... ¿sabes algo sobre esto?"
"Entendido. Además, actualmente estamos estudiando las armas y armaduras recuperadas de los hombres vestidos de caballeros. No tienen ningún encantamiento importante y se enviarán a la Tesorería una vez que concluyan las investigaciones."
"...Bueno, esa es la forma correcta de deshacerse de ellos."
"Finalmente, planeo que dos Demonios Sombra vigilen la aldea. Entonces, ¿qué debemos hacer con Gazef Stronoff?"
"Deja al Capitán Guerrero por ahora. Es más importante que construyamos una buena relación con ese pueblo. Es posible que necesitemos su ayuda en el futuro, así que, evita antagonizarlos."
"Entendido. Yo me encargaré. Así concluye el informe."
Ainz se giró para mirar a Albedo mientras decía: "Bien hecho". La expresión de su rostro era ligeramente diferente de su sonrisa gentil habitual. Parecía particularmente feliz hoy.
La razón, era el anillo brillante — de Ainz Ooal Gown — en su dedo anular izquierdo que acariciaba con amor. Aunque podía usar el anillo donde quisiera, no era difícil decir por qué llevaba el anillo en ese dedo.
Si así era como se sentía realmente Albedo, entonces, como hombre, Ainz estaría encantado. Sin embargo, si ese fuera el resultado de su manipulación, lo haría sentir culpable.
"Albedo... el amor que sientes por mí es el resultado de mi intromisión. Ciertamente no son tus sentimientos originales. Por lo tanto..."
¿Qué debería hacer a continuación? ¿Era correcto cambiar sus recuerdos con magia?
Ainz no pudo continuar. Justo entonces, Albedo miró a Ainz y sonrió.
"Antes de que me cambiara, ¿qué tipo de persona era yo, Ainz-sama?"
Una puta.
Ainz no podía decir eso, por supuesto, pero no sabía cómo decírselo. Aunque parecía lo suficientemente tranquilo en el exterior, su corazón estaba en caos. Entonces, Albedo volvió a hablar.
"Entonces, estoy bastante feliz con la manera en que soy ahora, así que, no hay necesidad de que se sienta molesto, Ainz- sama."
"Pero..."
"¿Pero...? Pero qué, ¿puedo preguntar?"
Ainz no respondió, sintiendo que algo inusual provenía de Albedo. Ella siguió dirigiéndose al silencioso Ainz:
"Solo hay una cosa que importa."
Mientras Ainz esperaba que Albedo continuara, ella dijo:
"¿Le molesta?"
Ainz abrió la boca tontamente, notando la cara sonriente de Albedo. Sus palabras se marcaron profundamente en su cerebro — aunque su cráneo estaba vacío — pero Ainz sabía lo que estaba tratando de decir y respondió rápidamente:
"No, no, ¿cómo podría molestarme...?"
No estaba nada contento con recibir el amor de una mujer hermosa como Albedo. Por ahora.
"Entonces, ¿hay algún problema con eso?"
"...Eh—"
Parecía no estar bien. Pensó eso, pero Ainz no pudo encontrar ninguna razón para refutarla.
"Entonces, debería estar bien, ¿verdad?", dijo Albedo otra vez. Ainz podía sentir algo misterioso e inescrutable en esas palabras y planteó una pregunta en un intento final y desesperado de luchar para liberarse:
"Metí la pata con la configuración de personaje de Tabula-san. ¿No deseas volver a tu antiguo yo?"
"Creo que Tabula-sama lo aprobaría, con toda la alegría de regalar a su hija para casarse."
"... ¿De, de veras?"
¿Realmente era él así?
Justo cuando Ainz estaba pensando en esto — se escuchó el sonido del metal rompiéndose.
Se giró para mirar la fuente del sonido y vio una espada larga en el suelo. El Caballero de la Muerte que debería haber estado sosteniendo esa espada, no se encontraba por ninguna parte. Había invocado al desaparecido Caballero de la Muerte no hace mucho.
"...Cuando los invoco normalmente, desaparecen tras un tiempo... dada la forma en que la espada de este mundo está en el suelo, parece que el equipo por sí solo no fue suficiente para unirlos a este mundo, por lo que se quedó atrás. Si ese es el caso, ¿ese Caballero de la Muerte permanece aquí porque usé un cadáver para invocarlo? Parece que puedo fortalecer a Nazarick si tuviera más cadáveres."
"Entonces, ¿recogeremos una gran cantidad de cadáveres para usted?"
"...Trata de evitar desenterrar el cementerio de esa aldea."
"Entendido. Sin embargo, debemos considerar una forma de obtener cadáveres frescos. Ahora que el Caballero de la Muerte ha desaparecido, ya deberían haberse reunido todos. Por favor, diríjase a la Sala del Trono con Sebas. Voy a seguir adelante primero."
"Ya veo. De acuerdo, Albedo. Te veré más tarde."
♦ ♦ ♦
Cuando Albedo salió silenciosamente de la habitación de Ainz, vio que Sebas se acercaba por el pasillo.
"Sebas, has llegado justo a tiempo."
"Albedo-sama. ¿Momonga-sama está en su habitación?"
"Sí, lo está."
Albedo no pudo evitar sentirse superior cuando escuchó que Sebas todavía se refería a Ainz como Momonga. Cuando vio la expresión de su rostro, Sebas levantó una ceja.
"Parece estar de buen humor. ¿Ha ocurrido algo bueno?"
"Sí."
La alegría de Albedo no era solo por el nombre, sino porque recordó su conversación con Ainz. Ella habló de casarse con Ainz y él no rechazó ni negó la sugerencia. En otras palabras...
La sonrisa de Albedo cambió, pasando de grácil y elegante a lasciva y malvada en un instante, era una sonrisa que nunca le mostraría a Ainz.
"Kufufufu, lo he hecho. No, definitivamente lo haré. Yo seré quien esté sentada a su lado. Shalltear no será más que mi reposapiés."
Albedo apretó el puño, incapaz de resistir las palabras hirviendo en su corazón. Estas no fueron palabras de una Supervisora de los Guardianes, sino las de una mujer.
"Ah, mi sangre de Súcubo está hirviendo..."
Sebas observó en silencio a Albedo mientras ella actuaba.
♦ ♦ ♦
La Sala del Trono.
Sebas siguió a Ainz cuando entró en la habitación, que había llegado tarde.
Había muchas personas arrodilladas aquí, para mostrar su lealtad.
Nadie en este lugar movió un músculo y era tan silencioso que incluso se podía escuchar el sonido de su respiración. Aparte de eso, solo se escuchaban los pasos de Ainz y Sebas, así como el golpeteo del Báculo de Ainz Ooal Gown en el suelo.
Ainz subió las escaleras y se sentó en el trono. Sebas permaneció al pie del trono, arrodillado detrás de Albedo.
Ainz estudió en silencio la Sala del Trono desde donde estaba sentado.
Casi todos los NPCs del gremio estaban reunidos debajo de él. Parecían bastante majestuosos cuando los miraba desde lo alto, como un desfile nocturno de monstruos. Ainz no pudo evitar elogiar silenciosamente a los miembros de su gremio por su creatividad al hacer tantos personajes tan diferentes e interesantes. Mientras miraba de nuevo, había varios NPCs que no estaban presentes. Sin embargo, eso no se podía evitar. Después de todo, no podían mover fácilmente al Golem Colosal llamado Gargantua, y a Victim — que supervisaba el Octavo Piso — desde sus posiciones.
Sin embargo, no fueron solo los NPCs los que se reunieron aquí. Aunque no estaban destinados a reemplazar a las dos personas mencionadas anteriormente, este gran salón también contenía muchos vasallos de alto nivel que habían sido seleccionados por los otros Guardianes de Piso.
Dicho esto — la Sala del Trono no se sentía llena de gente, dado su masivo tamaño. Aunque podía entender por qué sus subordinados no querrían dejar entrar a sus sirvientes en el corazón de la Gran Tumba de Nazarick — la Sala del Trono — Ainz sintió que tal severidad no era necesaria.
Ah, olvídalo, no es como si fuera importante de todos modos.
Después de decidir discutir esos asuntos más tarde, Ainz se dirigió lentamente a sus subordinados.
"En primer lugar, me gustaría disculparme por tomar medidas independientes."
Ainz se sentía singularmente sin arrepentirse mientras decía esas palabras. Era una simple cortesía, pero la disculpa era extremadamente importante. Dado que reunirlos a todos era idea suya, tenía que hacerles saber a sus subordinados que confiaba en ellos implícitamente.
"Albedo os dirá después por qué os he reunido a todos aquí. Sin embargo, hay un asunto que es más importante que eso. Debo deciros algo a los miembros reunidos de la Gran Tumba de Nazarick —「Romper Ítem Mayor」."
Ainz lanzó un hechizo que podría destruir un ítem mágico de cierto nivel. Una gran bandera cayó de uno de los postes unidos al techo.
El sello en la bandera representaba "Momonga".
"He cambiado mi nombre. De ahora en adelante, mi nombre es..."
Ainz señaló un cierto lugar y todos los ojos siguieron su dedo.
"¡Mi nombre ahora es Ainz Ooal Gown! Podéis dirigiros a mí como Ainz."
Momonga estaba señalando la bandera que colgaba detrás del trono, impresa con el ícono de Ainz Ooal Gown. Momonga levantó su Báculo y golpeó con fuerza su punta contra el suelo, para llamar la atención de todos.
"Si alguien se opone a esto, ¡que se levante ahora y deje que se escuchen sus opiniones!"
Nadie habló en oposición. Albedo era todo sonrisas cuando respondió:
"Todos hemos escuchado su glorioso nombre. ¡Saludad a Ainz Ooal Gown! Oh Supremo, Ainz Ooal Gown-sama, cada miembro de la Gran Tumba de Nazarick le promete su lealtad eterna."
Poco después, los Guardianes de Piso gritaron como uno:
"¡Gloria a Ainz Ooal Gown! ¡Señor supremo y líder de todos nosotros, Ainz Ooal Gown-sama! ¡Nos entregaremos completamente a usted!"
"¡Viva Ainz Ooal Gown! ¡Oh, rey de temible poder, Ainz Ooal Gown-sama! ¡Todos sabrán de su grandeza!"
Los gritos y elogios de los NPCs y los sirvientes tronaron a través de la Sala del Trono.
♦ ♦ ♦
Mientras disfrutaba de los elogios de sus subordinados, Ainz pensó:
—Amigos míos, ¿qué pensáis de mí usando este gran nombre? ¿Estáis felices? ¿Estáis disgustados? Si tenéis alguna objeción, hacédmelo saber, decidme, "este no es un nombre que puedas tomar por ti mismo". Con mucho gusto volveré a mi antiguo nombre de Momonga.
♦ ♦ ♦
"Bien—"
Ainz miró a todos.
"—A continuación, anunciaré nuestra nueva dirección. Esta es una orden absoluta."
Ainz se detuvo aquí y miró a su alrededor. Los subordinados ante él tenían miradas serias y severas en sus caras.
"Haced de Ainz Ooal Gown una leyenda eterna."
Agarró con fuerza el Báculo de Ainz Ooal Gown y lo golpeó contra el suelo. Luego, como si respondiera a Ainz, los cristales que se engarzaron en el Báculo de Ainz Ooal Gown, irradiaron luz con todos los colores del arco iris y el aire a su alrededor tembló.
"Puede haber muchos héroes, pero los superaremos a todos y cada uno de ellos. ¡Dejaremos que todos en este mundo sepan que Ainz Ooal Gown son los verdaderos héroes! Si hay personas más fuertes que nosotros, nos ocuparemos de ellas de maneras distintas a la fuerza. Si nos encontramos con un mago con muchos subordinados, lograremos nuestro objetivo de otra manera. Esta es simplemente la fase preparatoria para que todos sepan que Ainz Ooal Gown es el mejor. ¡Luchemos juntos por este glorioso futuro!"
Difundiría este nombre en todo el mundo. Los antiguos miembros de Ainz Ooal Gown pueden haber dejado YGGDRASIL, pero había una posibilidad de que pudieran estar en este mundo, como Ainz.
Por lo tanto, tenía que hacer de Ainz Ooal Gown una leyenda, para que todos lo supieran.
Ya sea en aire, tierra o mar, él difundiría este nombre a todos los seres inteligentes de este mundo.
Llevaría este nombre a los oídos de sus camaradas que podrían estar en este mundo.
La temible presencia de Ainz era sorprendente y su voz atronadora se podía escuchar en cualquier lugar de la Sala del Trono.
Con sus voces unidas, todos en la Sala del Trono agacharon la cabeza. El sonido que hicieron podría haber sido tomado como una oración.
♦ ♦ ♦
El trono estaba vacante después de que su amo se fuera, pero el aire en la Sala del Trono todavía hervía de emoción.
Escuchar las órdenes de su Supremo Soberano de trabajar como uno, los llenó a todos de una motivación incomparable, especialmente a aquellos a quienes se les habían dado órdenes específicas.
"Todos, levantad la cabeza."
Después de escuchar la voz tranquila y firme de Albedo, las personas cuyas cabezas aún estaban agachadas levantaron sus cabezas al unísono.
"Por favor, actuad según las órdenes de Ainz-sama. Después de eso, tengo algo que anunciar."
Los ojos de Albedo estaban fijos en la bandera de Ainz Ooal Gown que colgaba detrás del trono. Los NPCs y los sirvientes detrás de ella también lo estaban mirando.
"Demiurge, cuéntales a todos lo que Ainz-sama te dijo."
"Entendido."
Demiurge estaba arrodillado con todos los demás. Sin embargo, su voz claramente podía ser escuchada por todos los presentes.
"Ainz-sama miró al cielo nocturno y me dijo: 'Quizás la razón por la que he venido aquí, sea para reclamar este cofre de joyas que no pertenece a nadie más'. Después de eso, dijo: 'No, esto no es algo que pueda reclamar para mí. Quizás estas joyas están destinadas a adornar la Gran Tumba de Nazarick; mis amigos y yo de Ainz Ooal Gown'. El cofre de joyas en cuestión, se refiere a este mundo. Aquí es donde residen las verdaderas ambiciones de Ainz-sama."
Demiurge sonrió, pero estaba lleno de algo más que amabilidad.
"Finalmente, Ainz-sama dijo: 'Sin embargo, conquistarlo podría ser bastante interesante'. En resumen, eso significa que..."
Las miradas en los ojos de todos se volvieron nítidas. Representaba su voluntad de hierro y determinación.
Albedo se levantó lentamente para mirarles a todos a la cara.
Todos miraron a Albedo, como en respuesta. Al mismo tiempo, miraron la bandera de Ainz Ooal Gown detrás de ella.
"Comprender las verdaderas intenciones de Ainz-sama y prepararse para ellas es la prueba de nuestra lealtad y la marca de excelentes subordinados. Todos deben tener en cuenta que, el objetivo final de la Gran Tumba de Nazarick, es entregar este cofre de joyas — el mundo — a Ainz-sama."
Albedo era todo sonrisas y ella dirigió esa sonrisa a la bandera detrás de ella.
"Ainz-sama, definitivamente le daremos este mundo."
Luego, innumerables voces hablaron como una sola, sus palabras estaban resonando a través de la Sala del Trono.
"Le entregaremos todo en este mundo a su legítimo gobernante, Ainz-sama."