Overlord Volumen 1, Capítulo 4 Parte 1

Overlord vol. 1 novela ligera

Traducción chn-ing: Skythewood
Traducción ing-esp: Rawi
Corrección: Raruk Berg

Info! Esta traducción es una versión de revisada y corregida versión 3.0.

Overlord Volumen 1: El Rey No-Muerto

Capítulo 4: Duelo

Parte 1

El jefe del pueblo tenía una casa cerca de la plaza del pueblo. Al entrar, uno sería recibido por una gran sala de estar, con una cocina a un lado. Una vieja mesa destartalada y varias sillas ocupaban el centro de la habitación.

Ainz inspeccionó el interior desde donde estaba sentado en una de las sillas.

La luz del sol que brillaba a través de las ventanas, iluminaba cada rincón de la habitación, por lo que se podía ver claramente el interior incluso sin visión nocturna.

Echó un vistazo a la mujer en la esquina de la cocina y las herramientas agrícolas dentro de la casa. No se veían productos manufacturados en ningún lado.

Así como Ainz pensó que no habría mucho en el camino de la tecnología aquí, Ainz se dio cuenta de que su pensamiento podría ser ingenuo. Aun así, tenía curiosidad sobre qué tipo de ciencia desarrollaría un mundo con magia.

Ainz movió su mano sobre la vieja mesa para evitar la luz del sol. Sus guanteletes de metal no eran pesados, pero la mesa hecha pobremente temblaba bajo su peso. La silla también crujió cuando Ainz se sentó en ella.

Esta era una definición de libro de texto de la palabra "pobreza".

Ainz apoyó el Báculo sobre la mesa para mantenerlo alejado de la gente. La forma en que el Báculo reflejaba la luz del sol en una pantalla brillante hacía que la vieja casa en ruinas pareciera una especie de país de las maravillas de cuento de hadas. Recordó las expresiones de sorpresa en los rostros de los aldeanos, la forma en que sus ojos se abrieron y cómo se perdieron las palabras.

Una oleada de orgullo se apoderó de Ainz cuando los aldeanos preguntaron sobre el Báculo que él y sus compañeros de gremio habían elaborado minuciosamente. Sin embargo, su deleite fue inmediatamente reprimido a niveles normales, lo que hizo que Ainz frunciera sus cejas inexistentes.

Hablando francamente, a Ainz no le gustaba este efecto calmante forzado. Dicho esto, también era cierto que permitir que sus emociones se volvieran salvajes haría difícil resolver los desafíos que tenía por delante. Con eso en mente, Ainz se preparó para su próxima tarea.

Tenía que negociar el pago por rescatar la aldea con el Jefe.

Por supuesto, el verdadero objetivo de Ainz era obtener información y no dinero. Sin embargo, pedir información directamente sería extraño.

Si bien estaría bien en un pequeño pueblo como este, una vez que los señores locales se enteraran, comenzarían a acercarse a él. Cuando descubrieran que no sabía nada sobre este mundo, había una gran posibilidad de que trataran de usarlo.

¿Estaba siendo demasiado cauteloso con esto?

Ainz sintió que esto era como cruzar una calle concurrida — un accidente fatal podría ocurrir en cualquier momento. El fatal accidente en este caso, significaba encontrarse con los poderosos seres de este mundo.

La fuerza y la debilidad eran dos caras de la misma moneda.

Por ahora, Ainz era más fuerte que todos los que había encontrado en esta aldea. Sin embargo, eso no garantizaba que fuera más fuerte que todos en este mundo. Además, Ainz ahora era un no-muerto y, por la reacción aterrorizada de las dos chicas, podía imaginar que los no-muertos no eran muy bien recibidos en este mundo. Tenía que ser consciente de que, dado que la mayoría de los humanos lo odiarían, podrían atacarlo. Por lo tanto, tenía que andarse con pies de plomo.

"Lamento haberte hecho esperar."

—El jefe se sentó frente a Ainz. Su esposa estaba detrás de él.

Su piel estaba oscura y cubierta de arrugas.

Su cuerpo era muy musculoso y era obvio que esos músculos habían sido perfeccionados mediante un trabajo pesado. Más de la mitad de su cabello era blanco.

Aunque su camisa de algodón crudamente hecha estaba manchada de suciedad, no apestaba.

La expresión cansada en su rostro hizo que Ainz pensara que tenía más de cuarenta y cinco años, pero era difícil de decir, porque parecía haber envejecido en la última media hora más o menos.

La esposa del jefe tenía aproximadamente la misma edad que su esposo.

Había sido delgada y hermosa una vez, pero después de largos años de trabajo en la granja, esa belleza no se veía por ningún lado. Todo lo que quedaba eran las arrugas que cubrían su rostro.

Su cabello negro hasta los hombros estaba despeinado y parecía sombría incluso bajo la luz directa del sol.

"Por favor, sírvase."

El jefe del pueblo colocó una taza de aspecto tosco sobre la mesa. Albedo no estaba aquí porque estaba patrullando el pueblo.

Ainz levantó la mano, rechazando la taza de agua caliente y humeante.

No tenía sed ni podía quitarse la máscara. Sin embargo, sintió que debería haberse negado antes, dado que ella se había tomado tantas molestias por él.

El problema en cuestión, se refería al agua hervida.

Primero, estaba la cuestión de crear chispas con un pedernal. Luego, tuvo que encender virutas de madera o yesca, con esas chispas. Luego, tuvo que avivar las chispas en llamas y, cuando eran lo suficientemente grandes, tuvo que transferirlas a la estufa. Luego, tuvo que hervir el agua y, para cuando terminó, había pasado mucho tiempo.

Esta era la primera vez que Ainz veía agua hervida por un fuego encendido a mano, en lugar de usar un hervidor eléctrico. Lo encontraba bastante interesante. De vuelta en su mundo, había hervido agua en una estufa de gas, por lo que apenas consumía tanto tiempo como esto.

Esta también fue una buena oportunidad para reunir información sobre el nivel tecnológico de este mundo. Con eso en mente, Ainz volvió a hablar con el Jefe:

"Me disculpo, especialmente porque te tomaste todas estas molestias para prepararme agua."

"Eres demasiado bueno. No hay necesidad de disculparse."

El hecho de que Ainz bajara la cabeza hacia ellos — aunque ligeramente — llenó de temor al Jefe de la aldea y a su esposa. No podían imaginar al invocador del Caballero de la Muerte inclinando la cabeza ante nadie.

Sin embargo, no era extraño para Ainz. Siempre era una buena idea tener una actitud amigable al negociar con alguien más.

Por supuesto, él simplemente podría haber usado「Encantar Persona」para hacerlos hablar, seguido de hechizos de alteración de memoria de alto nivel, al igual que lo había hecho con las hermanas. Sin embargo, ese era un último recurso, porque tomó demasiado MP.

Ainz recordó la sensación de gastar MP; era como un cansancio extraño, como si hubiera perdido algo.

Solo alterar las decenas de segundos de sus recuerdos — hasta que se había puesto la máscara y los guantes — había consumido una cantidad considerable de MP.

"Entonces, vayamos al grano y comencemos las negociaciones."

"Sí. Pero antes de eso... ¡muchas gracias!"

El jefe se inclinó ante Ainz, con la cabeza tan baja que casi tocó la mesa. Después de eso, su esposa también se inclinó.

"Sin tu ayuda, ya estaríamos todos muertos. ¡Tienes nuestro más profundo agradecimiento!"

Ainz estaba bastante sorprendido de recibir tanta gratitud sin reservas.

Cuando miró hacia atrás en su vida pasada, nunca antes se lo habían agradecido así. No, las hermanas que rescató antes, también habían actuado de esa manera. Bueno, nunca antes había salvado la vida de otra persona, por lo que era de esperarse.

Esa era una reliquia de su tiempo como ser humano — como Suzuki Satoru. Aunque estaba algo avergonzado por esta sincera apreciación, ciertamente, no le desagradaba.

"Por favor, levanta la cabeza. Como dije antes, no te ayudé de forma gratuita."

"Lo sabemos, pero, aun así, queremos agradecerte por rescatarnos a nosotros y a muchos de los otros aldeanos."

"…Entonces, pagarme más estaría bien. Ven, hablemos de ello. Debes tener muchas cosas que hacer, jefe de la aldea-dono."

"Nada podría ser más importante que pasar tiempo con nuestro salvador, pero lo entiendo."

El jefe levantó lentamente la cabeza y Ainz se sacudió su inexistente cerebro.

Su objetivo aquí era obtener información a través de la conversación, en lugar de a través de la magia.

—Qué fastidio.

Todavía recordaba los trucos que había usado como empleado de oficina. ¿Cuán efectivos serían aquí? Con suerte, al menos, la mitad de ellos sería útil. Después de armarse contra la posibilidad de fracaso, Ainz preguntó:

"…Vayamos al grano. ¿Cuánto me puedes pagar?"

"No nos atreveríamos a engañar a nuestro salvador. No sé cuántas monedas de plata y cobre podemos juntar si no las recogemos de todos, pero creo que podemos reunir al menos tres mil monedas de cobre."

No tengo idea de lo que eso significa, pensó Ainz.

Preguntarles directamente fue un error. Debería haber intentado un enfoque diferente. Además, para empezar, yo era un pésimo trabajador y mis habilidades laborales eran bastante malas.

Parecía una gran cantidad, pero, sin saber el valor del dinero, no podía decir si era una suma adecuada o no. Tenía que evitar aceptar una suma demasiado alta o demasiado baja, para no revelar su ignorancia.

No, debería haberse sentido aliviado de que no le ofrecieran "cuatro cabezas de ganado" o algo así.

Justo cuando estaba a punto de hundirse en la depresión, su estado mental se calmó de inmediato. Ainz alabó en silencio su cuerpo de no-muerto y luego se dio cuenta de una cosa más.

Primero, las monedas de cobre y plata eran las unidades básicas de moneda en este pueblo. En segundo lugar, debería haber otras formas de moneda que fueran más o menos valiosas, pero no estaba seguro de poder extraer esta información de ellas.

Necesitaba aprender el valor monetario de estas monedas de cobre. Sin ese conocimiento, las cosas serían problemáticas en el futuro. Sin embargo, desconocer el valor del dinero era bastante sospechoso y quería mantener un perfil bajo mientras aprendía más sobre este mundo.

Por eso pensaba tanto como podía para evitar cometer un error mayor.

"Estas pequeñas monedas son difíciles de transportar en grandes cantidades. Me gustaría algo en una denominación más grande, si puedes manejarlo."

"Nuestras más sinceras disculpas. Si pudiéramos pagar en monedas de oro, lo haríamos. Sin embargo... el hecho es que nuestro pueblo no usa monedas de oro..."

Ainz contuvo el impulso de suspirar aliviado.

La respuesta del Jefe fue en la dirección que esperaba. Por lo tanto, Momonga pensó mucho en cómo continuaría dirigiendo la conversación, hasta que parecía que el humo empezaría a salir de su cabeza.

"Qué tal esto: planeo comprar los productos de esta aldea a un precio razonable, por lo que todo lo que necesita hacer es pagarme en la moneda utilizada para el comercio."

Ainz abrió secretamente su caja de ítems debajo de su túnica y sacó un par de monedas de oro de YGGDRASIL. Una de las monedas estaba decorada con la cara de una mujer, mientras que la otra moneda tenía la cara de un hombre. La primera era una moneda después de la gran actualización "La Caída de Valquiria", mientras que la segunda era una moneda antes de la actualización.

Sus valores eran los mismos, pero significaban cosas diferentes para Ainz.

La moneda antigua era una que había seguido a Ainz desde que empezó a jugar YGGDRASIL hasta que formó el gremio Ainz Ooal Gown. Las nuevas monedas se habían lanzado con la actualización, cuando Ainz Ooal Gown había estado en su edad de oro. Su equipo estaba casi completo en ese punto, por lo que esas monedas simplemente fueron a las arcas de su inventario.

Desde que comenzó como un mago esqueleto, usó sus hechizos para derrotar a los monstruos que deambulaban por el mundo y ganó monedas de oro que flotaban en el aire. Hizo mazmorras en solitario, derrotó a los viciosos monstruos que había dentro y ganó una enorme pila de oro con gran esfuerzo. Después de que los miembros de Ainz Ooal Gown completaron una mazmorra, vendieron los cristales de datos que recopilaron y, a cambio, recibieron estas monedas de oro, que brillaban con tanta intensidad...

Pero Ainz dejó de lado ese tema.

Guardó la moneda vieja y levantó la moneda nueva.

"...Si usara esta moneda de oro para comprar algo, ¿qué podría obtener?"

Puso la moneda de oro sobre la mesa. Al principio, el jefe de la aldea y su esposa lo miraron con los ojos muy abiertos.

"¡Esto, esto es!"

"Esta es la moneda utilizada en una tierra muy, muy lejana. ¿Se puede usar aquí?"

"Creo que sí ... por favor espera un poco."

Ainz sintió alivio cuando escuchó que la moneda podía usarse. Luego, observó mientras el Jefe abandonaba su asiento, se dirigía a su habitación y regresaba con algo que había visto una vez durante sus lecciones de historia.

Ese objeto se llamaba balanza de dos bandejas.

Después de eso, era el turno de su esposa. Tomó la moneda de oro y la puso al lado de un objeto circular, como si estuviera comparando sus tamaños. Después de estar satisfecha, colocó la moneda de oro en una bandeja de la balanza y en la otra bandeja estaba un contrapeso.

Parecía recordar que este tipo de cosas se llamaba "masa estandarizada".

Mientras Ainz revisaba sus recuerdos, los comparó con las acciones de la esposa y trató de descubrir qué estaba tratando de hacer. La primera parte debería haber sido comparar su moneda con las monedas de oro de este país y luego estaba tratando de confirmar su contenido de oro.

Parecería que la moneda de oro era más pesada y la masa estandarizada se levantó. La esposa del jefe puso otra misa y ambos lados se equilibraron.

"Parece ser aproximadamente el doble de pesado que una moneda de oro normal... tal vez, tal vez si pudiéramos rayar la superficie..."

"¡O-Oi! ¡Estás siendo grosero! Acepte mis más sinceras disculpas en nombre de mi esposa, por decir esas tonterías..."

No es de extrañar. Ella debe haber pensado que estaba chapada en oro. Ainz no estaba completamente ofendido, pero no estaba enfadado.

"Está bien... aunque, si lo rascas y descubres que es oro puro, lo tomarás, ¿no?"

"Ah, no... lo sentimos mucho por esto."

La esposa del jefe se inclinó disculpándose y devolvió la moneda de oro.

"No te preocupes. Después de todo, es sensato verificar la buena fe de cualquier dinero que te den. Aun así, ¿qué opinas de esta moneda de oro? ¿No crees que parece una obra de arte?"

"En efecto, es muy hermosa. ¿Puedo preguntar el nombre del país de donde proviene?"

"Ya no existe — sí, ese país ya no existe."

"Ya veo..."

"...Bueno, vosotros mismos habéis confirmado que pesa el doble que una moneda de oro normal, pero, teniendo en cuenta su valor artístico, esta moneda de oro debería valer más como resultado. ¿Qué piensas?"

"Eso puede ser así... pero no somos comerciantes y no sabemos el valor del arte..."

"Jajaja... bueno, eso no está mal. Entonces, si tuviera que usar esto para comprar algo, ¿valdría la pena dos monedas de oro normales?"

"Por supuesto."

"En realidad, tengo algunas monedas de oro más como esta. ¿Qué me puedes vender por ellas? Por supuesto, deseo pagar la tarifa de mercado habitual por ello. No me importa si es lo mismo que cobraría un vendedor ambulante. Por supuesto, ve e inspecciona estas monedas. Por favor—"

"¡Ainz Ooal Gown-sama!"

El repentino grito del jefe de la aldea hizo que el corazón inexistente de Ainz se sacudiera. La expresión decidida del jefe parecía más dura y más contundente que antes.

"...Ainz será suficiente."

"¿Ainz-sama, entonces?", el Jefe parecía un poco sorprendido por esto, pero pronto asintió y siguió hablando:

"Entiendo completamente lo que quiere decir, Ainz-sama."

Por un momento, Ainz se preguntó si un ícono gigante de interrogación había aparecido sobre su cabeza. Parecía haber algún tipo de malentendido, pero no tenía idea de a qué se refería el Jefe, por lo que no sabía cómo responderle.

"Soy muy consciente de que no deseas que te vean como barato y entiendo que deseas solicitar una recompensa apropiada de acuerdo con la opinión pública de usted mismo, Ainz-sama. Ciertamente, requeriría una gran cantidad de dinero para obtener sus servicios. Por lo tanto, ¿qué más desea además de tres mil monedas de cobre?"

Ainz no tenía idea de qué estaba hablando el Jefe y su mente era un torbellino de confusión. Estaba silenciosamente agradecido de que llevara una máscara. La razón por la que Ainz sacó la moneda de oro fue porque quería saber qué podía comprar y así obtener una comprensión aproximada de los valores del mercado.

—¿Cómo acabaron así las cosas?

El Jefe no le dio a Ainz ninguna oportunidad de intervenir y continuó:

"Sin embargo, como dije antes, este pueblo solo puede producir tres mil monedas de cobre en efectivo. Aunque debe sospechar de nosotros, no nos atreveremos a ocultarle la verdad a nuestro salvador, Ainz-sama."

La expresión del jefe parecía honesta y decidida. No parecía estar mintiendo. Si resultaba ser un engaño, entonces, Ainz solo podría maldecir su incapacidad para leer a la gente.

"No, estoy seguro de que un gran hombre como tú no podría contentarse con esa suma. Quizás si todos en la aldea reunieran su riqueza, podríamos producir suficiente efectivo para satisfacer a Ainz-sama. Sin embargo... nuestra aldea ha perdido mucha mano de obra y si pagamos más de tres mil monedas de cobre, no podríamos sobrevivir el próximo invierno. Lo mismo se aplica con nuestros productos. Habrá que abandonar muchos campos porque nos falta gente para trabajarlos. Si le diéramos nuestros suministros, nuestras vidas serían muy difíciles. Aunque me duele tener que pedirle un favor a nuestro salvador, tal vez... ¿podríamos... podríamos pagar a plazos?"

¿Hm? ¿No es esta una buena oportunidad?

Se sentía como si se hubiera perdido en un denso bosque y, luego, su campo de visión se expandió repentinamente ante él. Ainz fingió pensarlo y, luego, todo lo que pudo hacer, fue rezar para que todo saliera bien. Después de unos segundos, Ainz, finalmente dio su respuesta.

"Entiendo. El pago no será necesario."

"¡¿Eh?! Pero... pero ¿por qué?"

El jefe del pueblo y su esposa miraban a Ainz con los ojos muy abiertos y la lengua atada. Ainz levantó la mano, indicando que todavía tenía algo que decir. Tenía que considerar lo que podía y no podía revelar y era bastante problemático. No sabía si podría guiarlos para que le dijeran lo que quería, pero no tuvo más remedio que intentarlo.

"...Soy un Lanzador de Magia. Estaba investigando hechizos en un lugar llamado Nazarick y solo he salido recientemente."

"Ya veo, así que es por eso que está vestido así."

"Ah, mm. Así es", murmuró Ainz mientras tocaba la Máscara de la Envidia.

¿Qué pensaría la gente en la calle si vieran a un lanzador de magia caminando con su extraño atuendo?

Pensó en las concurridas calles de Bali y justo cuando esperaba no ver algo así en su mundo, Ainz notó algo que no podía entender, que era cómo se entendían y usaban aquí los términos de YGGDRASIL.

El término "Lanzador de Magia" se refería a muchas cosas. Incluía Clérigos, Sacerdotes, Druidas, Lanzadores de Magia Arcana, Hechiceros, Magos, Bardos, Mikos, Talismantes, Sabios e innumerables clases de magia. En YGGDRASIL, todos eran llamados lanzadores de magia. Sería sorprendente si la terminología exacta se trasladara a este mundo.

Mientras Ainz observaba su reacción, respondió:

"...Puede que haya dicho que no quería una recompensa, pero un lanzador de magia usa muchas herramientas para lograr sus objetivos, incluidos el miedo y el conocimiento. Estas cosas son todas herramientas para generar ganancias, pero, como dije antes, estaba enfocado en la investigación de hechizos, por lo que mi conocimiento de los asuntos locales es deficiente. Por lo tanto, me gustaría aprender sobre los alrededores de los dos. Además, espero que no le contéis a nadie sobre esta venta de información. Aceptaré eso en lugar de una recompensa."

Nadie sería tan amable como para decir "No quiero nada". Se podría decir que nada era más caro que ser gratuito.

Alguien que salvó la vida de otro tenía derecho a una recompensa por su arduo trabajo. Sin embargo, si el salvador dijo que no quería una recompensa, cualquiera lo encontraría extraño.

Luego, lo mejor era hacer que la otra parte sintiera que habían pagado de alguna manera, incluso si estaba en una forma intangible.

En otras palabras, la mejor solución a la situación actual, era disipar sus sospechas haciendo que intercambiaran información con Ainz. Eso los tranquilizaría.

El Jefe y su esposa asintieron, con una mirada firme en sus caras.

"Entiendo. No dejaremos que nadie sepa sobre esto."

Ainz apretó secretamente su puño en señal de aprobación. Parecería que las habilidades que había adquirido trabajando todavía podrían utilizarse aquí.

"Excelente. No deseo atarte con magia. Confiaré en tu buena naturaleza."

Ainz extendió una mano blindada. El Jefe lo miró sin comprender por un momento antes de considerar la situación y agarró la mano de Ainz.

Después de eso, Ainz dio un suspiro de alivio. Parecería que estrecharse la mano era una práctica conocida aquí. Hubiera sido tremendamente deprimente si el Jefe lo hubiera mirado atónito.

Por supuesto, Ainz no confiaba completamente en ellos. Después de todo, las bocas que fueron selladas por la promesa de beneficios podrían abrirse con beneficios más grandes. Si intentaba jugar con sus personalidades para mantenerlos callados, los caprichos de la naturaleza humana podrían hacerlos hablar. Ningún método era mejor que el otro, por lo que todo lo que Ainz podía hacer, era arriesgarse y esperar que el Jefe mantuviera sus labios sellados. Aunque, estaría bien incluso si hablara. Esa traición sería simplemente más influencia que Ainz podría usar en futuros tratos con el pueblo.

Dicho esto, los instintos de Ainz le dijeron que no lo traicionarían. Después de ver la sincera gratitud del Jefe y su esposa, creyó que serían leales.

"Entonces... ¿puedes contarme más sobre este lugar?"

♦  ♦  ♦

"... ¡¿Qué, qué es esto?!"

"¡Urk! ¿Ocurre algo?"

"No, está bien. Simplemente estaba hablando conmigo mismo. Perdóname por alarmarte."

Ainz se recuperó en un instante e inmediatamente se cubrió a sí mismo. Si su cuerpo aún fuera humano, ya estaría sudando a mares.

El Jefe simplemente dijo, "¿De veras?" y no preguntó más.

Quizás el Jefe ya había equiparado a los "Lanzadores de Magia" con los "bichos raros". Por otra parte, eso era mejor para Ainz...

"¿Debo preparar una bebida para usted?"

"Oh, no, no tengo sed. Por favor, no te molestes."

Su esposa ya no estaba en la habitación, sino fuera — había muchas cosas con las que tenía que ayudar. Solo Ainz y el Jefe estaban en la casa ahora.

Ainz primero preguntó por los países vecinos y el Jefe respondió con muchos nombres que nunca había escuchado antes. Aunque Ainz estaba preparado para esto, no pudo evitar sorprenderse después de escucharlos.

Al principio, Ainz había pensado que este mundo sería diseñado de acuerdo con los principios fundamentales de YGGDRASIL. Después de todo, él podría usar la magia de YGGDRASIL aquí, y había muchas conexiones con YGGDRASIL. Sin embargo, ninguno de los nombres que escuchó estaba relacionado con YGGDRASIL.

Los países cercanos eran el Reino Re-Estize, el Imperio Baharuth y la Teocracia Slane. Estos nombres no aparecían en el contexto de YGGDRASIL, inspirado en la mitología nórdica.

Ainz sintió que el mundo giraba y su cuerpo se tambaleaba. Ainz agarró el borde de la mesa con una mano enguantada para mantener el equilibrio. Aunque había esperado que este mundo fuera extraño, no pudo evitar sorprenderse por él.

El impacto fue mayor de lo que esperaba.

Esta era la primera vez que se había sentido tan conmocionado desde que se había convertido en un no-muerto.

Ainz hizo todo lo posible por mantener la calma y reconsideró lo que había oído sobre esos reinos vecinos y la geografía local.

En primer lugar, estaba el Reino Re-Estize y el Imperio Baharuth. Estos países estaban divididos por una cadena montañosa y, al sur de esas montañas, había un extenso bosque y en el borde de ese bosque estaba este pueblo, bajo el Reino Re-Estize y la Ciudad Fortaleza de E-Rantel.

Las relaciones entre el Reino y el Imperio eran malas y pelearían una batalla en el desierto cerca de E-Rantel casi todos los años.

Al sur estaba la Teocracia Slane.

La mejor manera de describir la orientación de estos países, era dibujar un círculo y luego dividirlo con una "T" invertida. Parecía confuso, pero era mucho más fácil describir las cosas de esa manera. A la izquierda estaba el Reino Re-Estize, a la derecha estaba el Imperio Baharuth, debajo de ellos, estaba la Teocracia Slane. Había otros países, pero el Jefe solo sabía de estos tres.

El Jefe no estaba seguro de dónde se ubicaba exactamente esta aldea entre los tres.

En otras palabras—

"...Qué tonto de mi parte".

Los caballeros de este momento llevaban una armadura adornada con la insignia del Imperio Baharuth, por lo que el Jefe creía que eran del Imperio Baharuth. Pero esta área también limitaba con la Teocracia Slane, por lo que podrían haber sido caballeros de ese país disfrazados.

Liberarlos a todos fue un error. Debería haberse quedado con uno para interrogarlo, pero ya era demasiado tarde para eso.

Si este era el trabajo de la Teocracia Slane, entonces, probablemente debería hacer algo del lado del Imperio. Del lado del Reino, debería haber acumulado suficiente buena voluntad con ellos para rescatar a su pueblo, por lo que las cosas deberían estar bien por ahora.

Ainz se sumió en sus pensamientos.

¿Era él el único que había venido a este mundo?

Imposible. Había muchas posibilidades de que otros jugadores también vinieran aquí. Quizás Herohero también estuvo aquí. Necesitaba pensar en lo que sucedería si se encontraba con otros jugadores.

Si otros jugadores hubieran venido a este mundo, probablemente se reunirían, dada la naturaleza de los japoneses. Cuando llegara el momento, tenía que hacer casi cualquier cosa para mezclarse. Podía ceder ante cualquier cosa siempre que no involucrara a Ainz Ooal Gown.

El problema era qué pasaría si el otro lado lo consideraba un obstáculo. La posibilidad era leve, pero no podía descartarse.

Ainz Ooal Gown era un gremio que siempre había actuado como villanos a través de PK, por lo que eran un gremio muy odiado. No podía estar seguro de haberse librado de esa imagen negativa. Por lo que sabía, los otros jugadores querrían vengarse de él por un sentido de justicia y enfado justo.

Para evitar que otros declararan una venganza sobre él, tenía que abstenerse de hacer cualquier cosa que antagonizara a las personas de los alrededores. Por ejemplo, masacrar a la población local — especialmente a civiles inocentes — podría enfurecer a aquellos jugadores que aún no habían perdido su humanidad. Por supuesto, sería diferente si hubiera una razón que los satisficiera, como matar a los caballeros que intentaban saquear esta aldea.

En cualquier caso, sería mejor si las acciones futuras se tomaran por una razón de alto nivel. Eso también significaba que podría tener que hacer cosas que no le gustaban, pero que no podían evitarlo.

Si la gente que conocía sentía odio hacia Ainz Ooal Gown, entonces, el combate sería inevitable. Para ello, tenía que elaborar un plan y contramedidas si esa situación se producía.

Dada la fuerza actual de las defensas de la Gran Tumba de Nazarick, podrían abrumar fácilmente a unos treinta jugadores de nivel 100. Además, podían usar Ítems Mundiales en su defensa, por lo que era una fortaleza casi inexpugnable.

Probablemente podrían repeler a los invasores como lo hicieron en el pasado.

Sin embargo, no era fácil imaginar lo tonto que sería atrincherarse sin tener ningún apoyo o refuerzos. Además, la carta de triunfo de Ainz, el desencadenamiento del poder más fuerte de su Ítem de Clase Mundial agotaría los niveles de Ainz cada vez que lo usara. Si seguían recibiendo ataques en oleadas, en algún momento llegarían a ser acorralados al punto de ya no poder utilizarlo.

Ainz tenía muy claro que los juegos de guerra en un escenario como este en su cabeza, eran propensos a sesgos y visión de túnel. Sin embargo, Ainz ya no era un niño y siempre consideró el peor de los casos antes de tomar cualquier medida.

Simplemente estaba pensando en cómo solucionar un problema antes de que ocurriera.

Si solo quisiera sobrevivir, simplemente podría vivir en las montañas como una bestia. Sin embargo, el poder que poseía y el poderoso nombre que llevaba le impedían hacerlo.

Si él quisiera coexistir pacíficamente con el mundo, entonces, tendría que lidiar con los problemas cuando surgieran.

Como tal, el combate y la expansión del poder de combate se convertirían en un tema muy importante en el futuro. Tenía que recopilar información sobre este mundo, así como noticias sobre otros jugadores.

"...Eso debería funcionar."

"¿Qué ha pasado?"

"No, no es nada. Simplemente me separé porque las cosas no eran como esperaba. Bien, ¿puedes contarme algo más ahora?"

"Ah, ah sí, entendido."

El jefe de la aldea empezó a hablar sobre monstruos a continuación.

Al igual que YGGDRASIL, este mundo tenía monstruos. El bosque cercano estaba lleno de monstruos y uno de ellos era conocido como el "Sabio Rey del Bosque". También había enanos, todo tipo de elfos, goblins, orcos, ogros y similares. Aparentemente, algunos de los semi-humanos incluso habían construido su propia nación.

Había personas llamadas "Aventureros" que ahuyentaban a estos monstruos y contaban con muchos lanzadores de magia entre sus números. Aparentemente, estos aventureros tenían gremios propios en todas las grandes ciudades.

Aparte de eso, también aprendió sobre la cercana ciudad fortaleza de E-Rantel.

Según el Jefe, E-Rantel era la ciudad más grande de la zona, aunque no sabía exactamente qué tan grande era su población. Ese parecía ser el mejor lugar para recopilar información.

Si bien las palabras del Jefe fueron útiles, todavía había muchos detalles poco claros. Por lo tanto, sería mejor enviar a alguien allí para averiguarlo, en lugar de hacerle preguntas al Jefe.

Finalmente, estaba la cuestión del lenguaje. Fue realmente sorprendente que entendieran japonés en este nuevo mundo. Como resultado, Ainz miró cuidadosamente la boca del jefe de la aldea y descubrió que, de hecho, no hablaba japonés. Ni sus palabras de los movimientos de sus bocas coincidían con el idioma japonés.

Después de eso, hizo algunos experimentos más.

Su conclusión fue que alguien había alimentado a la gente de este mundo con algún tipo de Coñac de Traducción. Sin embargo, no sabía quién les había dado esa sustancia.

El idioma de este mundo era traducido antes de que la otra parte lo escuchara.

Si pudiera entender lo que dijo la otra persona, entonces, debería poder comunicarse con formas de vida no humanas, como, por ejemplo, un perro o un gato. La pregunta ahora era quién había hecho esto. Además, el jefe de la aldea no encontró esto extraño.

Parecía perfectamente natural para él.

—En otras palabras, este era un principio básico del mundo. Por otra parte, cuando uno lo pensaba con calma, este era un mundo mágico, que podría funcionar con preceptos completamente diferentes que el mundo en el que había nacido Ainz.

Parecía que el conocimiento básico y los hechos que había aprendido en su vida anterior ya no eran aplicables aquí. Este era un grave problema.

Si ignoraba este mundo, había una posibilidad de que cometiera un error fatal. "Ignorancia" era sinónimo de "desastre", en este caso.

En este momento, Ainz carecía de información sobre su entorno. Tenía que resolver este problema rápidamente, pero no tenía idea por dónde empezar. ¿Podría ser que tenía que secuestrar a alguien y hacerle hablar de lo que sabía?

Esa no es una opción muy viable.

Siendo ese el caso, solo le quedaba una alternativa.

"...Parece que tendré que vivir en una ciudad un tiempo."

Tenía que observar e imitar muchas cosas para aprender sobre el mundo. También necesitaba comprender la magia de este mundo y muchas otras cosas al respecto.

Mientras pensaba en esto, escuchó pasos desde fuera de la endeble puerta de madera. Había un gran retraso entre los sonidos de los pasos, lo que significaba que quienquiera que fuera, no avanzaban rápidamente. Esos eran los constantes y pesados sonidos de los pasos de un hombre adulto.

Llamaron a la puerta justo cuando Ainz se volvió hacia ella. El Jefe no pudo evitar mirar la cara de Ainz. No se atrevió a actuar por su propia cuenta porque todavía estaba explicando cosas a su salvador, como pago por salvarlo a él y a todos los demás en la aldea.

"Por favor, por supuesto. Tenía la intención de tomar un descanso yo mismo. No me importará si sales."

"Lo siento mucho por esto", dijo el Jefe mientras asentía en disculpas. Se dirigió a la puerta y, cuando la abrió, apareció un aldeano. Primero miró al Jefe, luego a Ainz y dijo:

"Jefe, lamento interrumpirlo cuando habla con nuestros invitados, pero están listos para el entierro..."

"Oh…"

El Jefe miró a Ainz, sus ojos estaban rogando por su aprobación.

"Está bien. No hay necesidad de preocuparse por mí."

"Gracias. Luego, diles a los demás que estaré allí pronto."