|
| El Barco Fantasma de las Planicies Katze |
Traductor jpn-ing: HitoriTraductor ing-esp: RawiCorrector: Raruk Berg
Epílogo
De pie en lo alto de las murallas de la ciudad, Antwali miró hacia el sur. A lo lejos, una fina niebla flotaba en el aire y, cada vez que la miraba, le invadía una inexplicable sensación de inquietud.
Cuando puso un pie en las planicies, estaba demasiado concentrado para notarlo, pero viéndolas desde esta distancia, tales emociones se agolpaban repentinamente en su pecho.
Por supuesto, no se debía a los no-muertos que hacían de aquel lugar su refugio.
Esa fina niebla se disipaba durante las batallas entre el Imperio y el Reino, para volver a asentarse en el mismo lugar cuando amainaban los combates. Además, nunca se extendía, ni siquiera un solo centímetro. Cuando uno se enfrentaba a algo tan decisivamente diferente de los patrones climáticos normales, no podía evitar sentir una presencia abrumadoramente poderosa a la que los humanos nunca podrían resistirse. Era algo parecido a la inmensidad de las montañas de Azerlisia que podían verse en la distancia.
“¿Qué hacemos ahora?”
Uno de los compañeros que estaba de pie junto a Antwali formuló la pregunta. Deberían haberlo discutido antes, pero no podían hacerlo precisamente en el viaje de regreso. Los Dragones Esqueléticos habían aparecido en un lugar que antes se creía seguro. Teniendo en cuenta que la situación en las planicies había cambiado, no podían permitirse bajar la guardia, y las charlas ociosas estaban fuera de lugar.
“Ir al Reino Hechicero ahora mismo sería imprudente. No deberíamos hacerlo hasta que Momon-sama regrese. No, incluso después de que regrese, no deberíamos ir hasta que entendamos la situación.”
“... Me pregunto qué clase de cosas —qué clase de cosas horribles— están ocurriendo en el Reino Hechicero ahora mismo.”
El hasta ahora no confirmado Barco Fantasma de las Planicies de Katze — algo que hasta ahora sólo existía en los cuentos de tabernas de borrachos, una presencia que sólo se encontraba en rumores dudosos. ¿Qué propósito tenía la Primera Ministra del Reino Hechicero al pedir a Momon que lo encontrara?
Había tres posibles razones a considerar.
La primera, era que creía que sólo Momon podía encontrarlo.
La segunda, que el Reino Hechicero quería llevar adelante algún plan que no podía perseguir mientras Momon estuviera presente, por lo que necesitaba enviarlo lejos.
Al investigar, parecía que Momon había estado en desacuerdo con el Reino Hechicero sobre el tratamiento de sus residentes. De eso debió tratarse.
“Dado que es algo que no pueden hacer sin ahuyentar a ese héroe, tu viejo Tío piensa que debe ser algo increíblemente inhumano... Me molesta. Usar una petición oficial para eliminar cualquier derecho a negarse... forzándolo a aceptar el trabajo le guste o no. Supongo que si Momon se hubiera negado, eso habría sido todo, pero... explotaron su debilidad como aventurero, ¿no?”
“Él debería haberse convertido en un Worker. Pero eso no funcionaría, ¿verdad? El objetivo del Reino Hechicero podría ser abrir una brecha entre el Gremio de Aventureros y Momon.”
Había muchos beneficios potenciales al separarlo de la organización.
“He oído que la Primera Ministra del Reino Hechicero no es humana... Odio alabarla, pero no hay duda de que es muy astuta.”
“... Si cometen atrocidades contra el pueblo, ¿no han considerado que Momon podría enfurecerse u hostilizarse cuando regrese y se entere?”
“Probablemente también tengan un plan para hacer frente a eso. Para cuando regrese, sería demasiado tarde para hacer algo — ¿y si están apuntando a algo irreversible, como una masacre, en lugar de algo como reformas legales?”
“No, pero incluso suponiendo que ese fuera el caso, eso convertiría a Momon en un enemigo potencial, ¿no? ¿Es eso lo que pretende el Reino Hechicero? ¿Crees que convertir a Momon en un enemigo forma parte de su objetivo?”
Sus compañeros expresaron sus pensamientos uno tras otro.
Tener a un aventurero de rango Adamantita bajo su mando — o al menos en una relación de cooperación, era bastante significativo. En circunstancias normales, no sería más que ventajoso. Sin embargo, eso significaba que sólo convertirían a Momon en enemigo si había beneficios aún mayores que obtener.
Tales beneficios no vinieron a la mente a través de un razonamiento normal. Sin embargo, estaban hablando del Reino Hechicero — la nación que podía invocar monstruos horribles con un solo hechizo y pisotear a incontables humanos. Tenían que tener algo en mente.
“...Tal vez en lugar de convertirlo en un enemigo, están planeando algo para asegurarse de que se convierta en un aliado — alguna manera de hacer imposible que los traicione.”
“Eso es cierto. Viejo Tío sospechaba que podría ser más un collar que una alianza. Bueno, dicho esto, no puedo pensar en ningún ejemplo específico de lo que podría implicar.”
Podrían aprender algo si fueran al Reino Hechicero, pero no tenían ningún deseo de hacerlo.
“... Momon-sama probablemente también entiende todo esto... pero ¿aceptó porque tiene un contramovimiento que podría anular sus planes?”
Todos se quedaron en silencio a la vez.
La tercera razón. Se sentó pesadamente en las fosas de sus estómagos. Tanto para el grupo de Momon como para el de Antwali, ésta sería la peor razón posible.
Esto era de conocimiento común, pero durante la guerra anual con el Reino, el Reino Hechicero había alegado “Esta tierra originalmente nos pertenecía, y el Reino la está ocupando ilegalmente”. Por supuesto, nadie se creyó tal historia.
Sin embargo, si uno lo pensaba con calma, era curioso notar que las Planicies Katze, una tierra famosa por dar a luz a no-muertos con frecuencia, se encontraban en el territorio que los no-muertos afirmaban haber gobernado alguna vez.
¿Era esto pura coincidencia?
Si no lo fuera— ¿podría el Reino Hechicero haber estado reuniendo sus fuerzas dentro de la niebla? ¿Era por eso que tenían información sobre el Barco Fantasma que nadie más conocía — porque era su propio activo militar?
Si ese era el caso, se trataba de una trampa.
Este lugar era el fondo de un caldero donde se habían destilado los aspectos más horribles del Reino Hechicero.
Si pretendían hacer de este lugar un campo de ejecución para relegar a la oscuridad a un héroe incontrolable, ¿no explicaría eso por qué habían aparecido múltiples Dragones Esqueléticos? Aunque Momon los había despachado con facilidad, incluso él podría estar en peligro si esa clase de no-muertos seguía apareciendo en rápida sucesión.
Sin embargo, si existían tales motivos ocultos, no podían entender por qué el Reino Hechicero no presionaba a la Ciudad Libre de Vadis para que cesara sus operaciones. Después de todo, Antwali y sus compañeros habían estado reduciendo la fuerza militar del Reino Hechicero, aunque a pequeña escala, e impidiéndoles aumentar sus fuerzas. Debería haber sido una actividad que hubieran querido detener inmediatamente.
Tal vez el Reino Hechicero quería sugerir que los no-muertos lo suficientemente débiles como para ser derrotados fácilmente no eran necesarios como activos militares — que simplemente estaban permitiendo que fueran sacrificados.
O tal vez, el Reino Hechicero los estaba engañando haciéndoles creer que estaban exterminando con éxito a los no-muertos, mientras en las profundidades de la niebla amasaban un ejército aún más maldito.
Algo no cuadraba con ninguna de estas hipótesis.
Fue precisamente porque la mayoría de las piezas encajaban que las pocas discrepancias aumentaron su ansiedad. Les daba la sensación de que estaban pasando por alto algo crítico.
Mientras pensaban en silencio, vieron que algo se movía más allá de la fina y ondulante niebla. Nadie en el equipo dejó de notarlo. Era algo enorme, del tamaño de una mansión. Una cosa así intentaba emerger de entre la niebla que se retorcía.
¿Qué debían hacer?
¿Debían dar la alarma sólo porque una presencia sombría se movía más allá de la niebla? Había una distancia considerable entre ellos, y la niebla estaba presente. No podían descartar por completo la posibilidad de que hubieran calculado mal su tamaño.
Mientras miraban fijamente más allá de la niebla—
“¡—La niebla se está extendiendo!”
Se trataba de una anomalía.
La niebla que nunca se había movido antes ahora estaba expandiendo su alcance. Tal vez la aparición de los Dragones Esqueléticos no se debía a que hubieran sido traídos de las profundidades, sino a que se estaba produciendo una anomalía. O tal vez habían sido presagios de lo que estaba por venir.
“Rápido—”
“¡—Espera! ¡Cualquiera puede ver que la niebla se está extendiendo! Al menos deberíamos— ¡Oi! ¡¡Mira eso!!
Era un barco.
Un barco se deslizaba por tierra.
“... Imposible.”
“Eso... no puede ser...”
El barco se deslizó más allá del perímetro de la ciudad, emergiendo en la carretera principal, antes de continuar hacia el camino que conducía al Reino Hechicero.
Su línea de visión sólo estuvo despejada durante un breve instante, pero entre la niebla vieron a dos figuras de pie en la cubierta del barco.
La figura alta con armadura descruzó los brazos y señaló a lo lejos, con su capa carmesí ondeando dramáticamente al viento.
El barco cambió lentamente de rumbo como si obedeciera, alejándose de Vadis.
“... ¿Fue esto obra suya?”
Sí. Fueron los dos miembros de “Oscuridad”.
Las figuras de Momon y Nabe.
No parecían haberse convertido en no-muertos.
Ellos no lo entendían.
¿Debían concluir que no había ningún motivo oculto? ¿Había enviado el Reino Hechicero a Momon simplemente porque creían que podía hacerlo?
O—
“¿Acaso Momon-sama burló los objetivos del Reino Hechicero... No, ¿fue su contramovimiento...?”
Al oír el murmullo de Antwali, sus compañeros exclamaron “Ohh” y “Ya veo”.
Las tres posibles razones mencionadas anteriormente.
Había una solución perfecta que podía aplicarse independientemente de qué razón fuera la correcta.
Eso era — sin importar la conspiración que el Reino Hechicero hubiera planeado, sin importar las fuerzas que hubieran reunido — él podría completar el trabajo con una fuerza abrumadora y una velocidad muy superior a sus expectativas, y regresar a E-Rantel antes de que pudieran hacer nada.
Pero, ¿era posible tal cosa?
En unas circunstancias en las que nadie había sido capaz de encontrar tal cosa hasta ahora, en las que ni siquiera había información fiable— no, la escena que tenían ante sus ojos era la verdad.
“Haah”, Antwali dejó escapar un suspiro de admiración.
—Érase una vez un aterrador Rey Esqueleto.
—El Rey Esqueleto buscó hacer sufrir a su gente, pero un guerrero se interpuso en su camino para protegerlos.
“Así que esto es lo que significa estar en el rango más alto de aventurero — el rango Adamantita.”
Vivían en mundos diferentes.
—El Rey Esqueleto utilizó a los demonios que tenía bajo su esclavitud para intentar atrapar al guerrero por los medios más perversos imaginables.
“Es una persona asombrosa, ¿a que sí?, Momon-san...”
Los compañeros asintieron en silencio con esas palabras.
Ya se habían encontrado antes con varias personas a las que no podían esperar derrotar, pero Momon estaba en la cima de todas ellas.
—Pero el guerrero burló al villano con sabiduría y valor, rompiendo sus planes cobardes.
“Y todos vivieron felices por siempre... Je.” Antwali se rio. “Supongo que no tengo talento como bardo. Pero... poder presenciar cómo se desarrolla ante mis ojos una historia heroica digna de una canción... este tipo de felicidad tampoco está tan mal.”
El Barco Fantasma retrocedía junto con la niebla. No, sería más exacto decir que el Barco Fantasma desapareció en la niebla, y luego la niebla empezó a desvanecerse.
Durante un rato, Antwali y los demás siguieron mirando en silencio en dirección a E-Rantel, donde había desaparecido el Barco Fantasma.
Tras despedirse del barco, que había desaparecido por completo, el grupo mencionó algo concreto.
Aunque había sido una visión increíble, desde luego no era una ilusión. De hecho, todo el mundo lo había visto.
Era la presencia de una criatura que había sido plantada firmemente en la cubierta.
Era lo que parecía ser un cangrejo.
“... Hey, ¿por qué había... un cangrejo en ese Barco Fantasma?”
“No puede ser, pero... ¿quizás estaba pescando?”
“Habría quedado muy bien con una gran bandera de pesca...”
“... En serio, ¿qué fue todo eso?”
Nadie pudo dar una respuesta satisfactoria a esa pregunta.
