Overlord Volumen 16: La Semielfa Godkin | Parte 2
Overlord Volumen 16 español |
Traductor jpn-ing: HitoriTraductor ing-esp: RawiCorrector: Raruk Berg
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Epílogo
Tras terminar de saludar a su amo, que estaba la Prisión Congelada tras haber regresado del País de los Elfos, Albedo regresó a los aposentos de su amo y reanudó su trabajo.
Su carga de trabajo había
aumentado con la destrucción del Reino y sus vastos territorios puestos bajo su
control. Sin embargo, Albedo poseía talento para la administración interna, por
lo que no era un problema en el que tuviera que devanarse los sesos. Como
consecuencia de la destrucción de la mayoría de las ciudades, los angustiosos
problemas —su política de ocupación en particular— también fueron reducidos a
cenizas.
Por ello, Albedo estaba
utilizando gran parte de los recursos de su cerebro para revisar la creación de
un manual en el que pudieran emplear las políticas de ocupación de cada uno de
los distintos países cuando, en el futuro, fueran puestos bajo su dominio.
Si bien el que utilizaban para
E-Rantel podría ampliarse al nivel de naciones, no era difícil imaginar que se
formaran torceduras en el proceso de ampliación de su escala y alcance. Al
final, lo mejor era aplicar desde el principio los métodos de administración de
una ciudad a ciudades y los de administración de un estado a estados para
evitar errores en un futuro lejano.
Por supuesto, ella no creía que
pudieran aplicar esas políticas tal y como estaban en todos los países. Si las
razas eran diferentes, las culturas y otros aspectos también diferirían mucho.
Aun así, deberían poder utilizarlas como marco general.
Haré que Demiurge y Actor de Pandora revisen los materiales que he
completado y, después de eso, necesitaré la aprobación de Ainz-sama.
Si tomara prestada la sabiduría
de esos dos, el modelo que había hecho sería aún mejor.
Podría hacer uso de esa chica,
¿no es así?...
Era un hecho que sería más rápido
tener a su propio amo, lleno de sabiduría e inteligencia, los revisara desde el
principio —él sería capaz de percibir cosas mucho más profundas que esos dos—
pero, no había manera que ella aprobara el proponer algo que tenía sus
problemas claros a simple vista en su posición como Supervisora de los
Guardianes.
Mientras pensaba en eso y en
otras cosas, ordenó sus documentos.
“『¡Albedo! Preséntate en la Prisión Congelada de
inmediato』.”
El repentino「Mensaje」hizo que Albedo
diera un salto de sorpresa. Percibió una rabia ardiente en los pensamientos de
su amo.
Una vez que uno alcanzaba cierto
rango de nivel, una resistencia al control mental era esencial. Era obvio que,
dependiendo del momento y la situación, ser encantado o controlado podía
conducir instantáneamente a la derrota. No había Guardianes de Piso que no
hubieran tomado contramedidas contra esos efectos.
A pesar de ello —aunque era
leve—, la razón por la que Albedo sentía pánico era porque, aunque los efectos
psíquicos externos eran ineficaces en ella, no ocurría lo mismo con las
emociones que brotaban desde su interior.
Había sido descubierta.
Había una operación que había llevado a cabo de forma extraoficial con
respecto a su amo. ¿Podría haber sido descubierta?
¿Se había enterado Demiurge y se
lo había comunicado a su amo?
Sin embargo, todavía estaba en
fase experimental. No lo había puesto en marcha a gran escala. ¿Se dirigiría
tanta rabia hacia ella a pesar de eso?
Sin embargo, era lo único que se
le ocurría como causa a que él dirigiera sus sentimientos de ira contra ella.
No lo sabía.
Albedo se apresuró en activar el
poder del anillo y se dirigió a la Prisión Congelada.
Su amo estaba de pie frente a la
jaula donde se encontraba una semielfa que habían capturado en el País de los
Elfos. Detrás de él estaba el Guardián de Área Neuronist, y las figuras de Aura
y Mare.
La expresión de su amo no era
diferente de la normal. Sin embargo, ella podía sentir una intensa furia que
irradiaba de él.
Albedo voló a los pies de su amo
e inmediatamente se postró ante él.
“¡Mis más profundas disculpas!”
“… ¿Qu-qué ocurre?”
Al escuchar esa voz
desconcertante, comprendió al instante que el origen de la ira de su amo era
diferente de lo que había pensado. Siendo ese el caso, postrarse había sido una
mala jugada.
Pero, había estado pensando en
qué tipo de excusa poner justo antes de venir aquí. Aunque su amo era más sabio
que ella, creía que, con el tiempo suficiente, sus planes podrían rivalizar
incluso con él.
Ojalá pueda sacar esto adelante...
“—Si hay algo que ha ofendido a
Ainz-sama, o que lo ha hecho enojar dentro de Nazarick, entonces todo es culpa
mía —la Supervisora de los Guardianes— por su trabajo insatisfactorio. También
me siento mal por Tabula Smaragdina-sama. Por lo tanto, creo que lo más
apropiado para mí es inclinarme así y disculparme.”
“… No, estás equivocada, Albedo.
Permíteme primero corregir tu malentendido. Este enfado no va dirigido a
Nazarick.”
Un suspiro de alivio brotó dentro
de Albedo. Esto no era una actuación, era algo real.
“Si... ese es el caso...
entonces, ¿qué en el mundo podría haber pasado?”
“Antes de eso, ¿podrías levantar
la cabeza, o mejor dicho, ponerte de pie? No me gusta en absoluto verte a ti,
que no has hecho nada malo, postrada.”
“Muchas gracias, Ainz-sama.”
Mientras declaraba su gratitud,
Albedo se levantó.
Estaba un poco preocupada por las
miradas de sospecha que surgieron en los rostros de Aura y Mare por un momento,
pero ahora mismo había algo más importante que eso.
“Entonces, ¿qué tipo de
información de esa prisionera de guerra se ha ganado el disgusto de Ainz-sama?”
Ella se refería al uso de「Controlar Amnesia」para recopilar información.
La explicación que había recibido
era que, aunque su amo —que había acumulado mucha práctica en su uso— buscara
en los recuerdos que abarcaban un largo período de tiempo, el simple hecho de
echarles un vistazo le llevaría un tiempo de semanas. Si tuviera que echar un
vistazo detallado para obtener información de gran importancia, requeriría un
tiempo equivalente a años, y si se llegara a alterar o falsificar los
recuerdos, tardaría incluso décadas.
Puede que mucha gente piense que
la visualización de recuerdos era una forma de interrogatorio donde era
imposible obtener pruebas falsas, pero la información que se obtenía no era más
que la verdad para ese individuo. Por supuesto, incluso era muy posible que ese
individuo hubiera sido engañado.
Si se intentaba obtener una
confirmación, no se podía confiar en ellos como fuente de información sin
hurgar en los recuerdos de varias personas. Si se hiciera eso, por mucho tiempo
que se tuviera, nunca sería suficiente. En definitiva, elegir un método mucho
más sencillo para adquirir información era más realista, su amo había
refunfuñado.
Lo mismo sucedía con la
modificación de recuerdos.
Por ejemplo, si su amo hubiera
reducido a cenizas cierta aldea hasta los cimientos y un habitante
superviviente de esa aldea, un hombre blasfemo y malicioso que buscaba poder y
—aunque fuera absolutamente imposible— logró ascender a un nivel lo
suficientemente alto como como para poder herir a su amo.
Era erróneo pensar que él podría
ser utilizado después de haber “resuelto” el problema borrando su memoria
acerca de que su amo fue el que quemó la aldea. Mientras aquel habitante de la
aldea viviera con el fin de buscar poder para vengarse, probablemente hablaría
con alguien acerca de su rencor contra su amo. Si no se borrara todo lo
ocurrido hasta ese momento, nacería una enorme incoherencia dentro de ese
hombre.
Porque, aunque no recordaría
quién había quemado su aldea, quedaría el recuerdo que, al tomar una copa,
había comentado que: “mi aldea fue quemada por un no-muerto llamado Ainz”.
Sin embargo, parece que habían
intentado utilizarlo porque resultaba conveniente recabar información incluso
mientras la prisionera de guerra estaba inconsciente.
“—Es Shalltear.”
Por esas pocas palabras, ella fue
capaz de adivinar casi todo lo que estaba por venir.
“… ¿A quién está afiliada esa
mujer?”
“… Albedo.”
“¡Sí!”
Albedo se arrodilló sobre una
rodilla.
“Deja todo lo que estés
trabajando en este momento, excepto los asuntos relacionados con la defensa de
Nazarick. Iremos a aniquilar por completo a la Teocracia inmediatamente. Esta
es una lucha que ellos eligieron con nosotros. Tendremos que aceptar su desafío
como es debido... ¿No estás de acuerdo?”
Su tono era suave. Sin embargo,
las emociones contenidas en su voz eran todo lo contrario. ¿Cuánto tiempo había
pasado desde la última vez que mostró tanta ira?
“—Sí. Creo que es exactamente
como dice. Transmitiré inmediatamente sus órdenes a todos los Guardianes de Piso
y pasaré a hacer los preparativos para la guerra.”
“Muy bien. Hazlo de inmediato, Albedo. De. Inmediato.”
Albedo se inclinó profundamente, estremeciéndose ante el suave tono de su amo.