Overlord Volumen 16: La Semielfa Godkin | Parte 2
Overlord Volumen 16 español |
Traductor jpn-ing: HitoriTraductor ing-esp: RawiCorrector: Raruk Berg
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Kill Steal
Parte 1
Se decía que la máxima autoridad de los ejércitos de la Teocracia, el Gran Mariscal, tenía dos manos derechas: el General Valerian Ein Obinie y el General Gael Russells Bulgari, cada uno al mando de un teatro[1]. Valerian era quien estaba a cargo de esta guerra con los Elfos.
Cerca de la Capital Real de los
Elfos, se levantó una tienda como centro de mando estratégico unificado que, en
este momento, estaba ocupado por Valerian y otros seis estrategas militares. En
contraste con Valerian, que tenía más de 50 años, el resto de los estrategas
militares eran bastante jóvenes, de unos 20 años.
La edad no siempre era un buen
indicador de la capacidad, pero para los puestos que requerían conocimientos y
experiencia, era uno de los indicadores más importantes. Por eso, no sería
extraño que los estrategas fueran demasiado jóvenes para el puesto.
Sin embargo, a pesar de ser
jóvenes, ya tenían ojeras y arrugas marcadas en la frente. Sus rostros
mostraban un agotamiento crónico y parecían estar cansados.
Valerian revisó los documentos
que en parte eran los causantes de su agotamiento.
Se trataba del informe de bajas
de la incursión sigilosa de los Elfos de la noche anterior — ahora mismo era de
madrugada, así que solo habían pasado unas horas desde que ocurrió el suceso en
cuestión.
“—Eso es demasiado.”
Aunque ya esperaba esas cifras,
no pudo evitar quedarse estupefacto.
Afortunadamente, la Teocracia
tenía un número abrumador de lanzadores de magia divina en comparación con
otras naciones. Siempre que pudieran rescatar a los soldados antes que
murieran, podrían ser curados. Debido a esto, el número de muertes era
inusualmente minúsculo en comparación con el número previsto de soldados
gravemente heridos. Incluso, la mayoría de los heridos deberían estar ya
completamente curados.
Dicho esto, hubo un problema con
el número de Elfos muertos que encontraron en el campamento. Era un número aún
menor.
Resultaba difícil imaginar que se
llevaran a sus muertos y a los gravemente heridos con ellos, teniendo en cuenta
que la Teocracia se las arregló para repeler su incursión nocturna. Así que,
probablemente era correcto pensar que el número de cadáveres enemigos que
encontraron se acercaba bastante al número total de bajas del enemigo.
La proporción de muertes era
absolutamente terrible.
“Sí. Terminamos teniendo más
bajas, probablemente se deba a que los Elfos más fuertes están apareciendo con
más frecuencia a medida que nos acercamos a la Capital Real.” — El estratega
que recopiló los números coincidió con Valerian.— “Pero, el ejército principal
del enemigo también es originalmente más pequeño, así que tampoco pueden
subestimar sus pérdidas.”
Un solo Héroe podía derrotar a
mil soldados por sí mismo. Del mismo modo, la muerte de un Héroe también era
una pérdida mayor que la de mil soldados. El número de bajas no siempre se
refleja directamente en la pérdida proporcional de fuerza de combate.
Eso es lo que el estratega
intentaba dar a entender con sus palabras, pero no era un consuelo.
“Los soldados se quejarán más
ahora.”
“Es una reacción natural. Han
perdido a sus hermanos de armas, después de todo.” Respondió Valerian ante los
refunfuños de otro estratega.
Para los humanos, era normal
querer agradar a los demás en lugar de ser odiados; por lo tanto, la tenencia
de confianza mutua con los soldados, o la falta de ella, podía afectar en gran
medida al mando de la batalla también. Además, las personas como Valerian, con
Clases de Comandante, no podían utilizar la mayor parte de sus habilidades de
apoyo si sus subordinados no les seguían de todo corazón.
“Conseguimos expulsar las
incursiones nocturnas de los Elfos, así que no es que nuestro perímetro
defensivo tenga la culpa, pero cuando el otro bando envía a sus élites
necesitamos fuerzas de la misma calidad para hacerles frente.”
“Tienes razón. Tenemos una cierta
cantidad de efectivos fuertes a nuestra disposición, pero la mayoría de ellos
son lanzadores de magia divina. Cuando el área de especialización difiere... se
necesita una infranqueable diferencia de fuerza para borrar esa desventaja.”
Los lanzadores de magia divina
eran más fuertes cuando luchaban frente a frente, pero los Rangers eran mejores
en las incursiones nocturnas. Esta vez, los informes de bajas eran el resultado
de eso.
“Lo que tenemos que hacer es
reforzar nuestro perímetro defensivo para que no vuelva a ocurrir algo como lo
de anoche. ¿Alguien tiene una buena idea?”
Quizá se deba a que llevaban
pensando en esto desde la incursión, pero múltiples ideas salieron de los
estrategas inmediatamente.
Algunas de ellas eran cosas en
las que Valerian ya había pensado, pero también había algunas que ni siquiera
había intuido. Probablemente podrían hacer un perímetro increíblemente fuerte
si consiguieran utilizar todas estas ideas. El problema consistía en que
necesitarían mucho trabajo y tiempo si querían ponerlas todas en práctica. Así
que sólo podrían cribar las ideas para encontrar las buenas y ponerlas en
práctica por orden de eficacia.
Y sobre todo—
“—Su excelencia. ¿Significa
nuestra concentración en el perímetro defensivo que seguiremos luchando aquí
durante un tiempo más?”
Una pregunta razonable.
“Deberías haber...” —Valerian
giró su mirada para observar a los demás.— “Todos deberían haber leído las
órdenes del alto mando. Tendremos que luchar aquí durante un tiempo más. ¿Me
equivoco?”
Nadie se opuso, pero eso tampoco
significaba que lo aceptaran.
Era natural que no estuvieran de
acuerdo con él. Comprendía sus pensamientos y, desde luego, éstos no eran del
tipo de los que él podía desechar simplemente por ingenuidad.
Para ser claros, sus pensamientos
eran correctos.
Las muertes causadas por la
incursión de los Elfos, esta vez eran innecesarias. Podrían haber sido
completamente evitables.
La Teocracia había establecido su
campamento principal muy cerca de la Capital Real de los Elfos, una línea
frontal que apenas podía soportar. Podría decirse que era ventajoso para
difundir la información más rápidamente y que podían responder inmediatamente a
cualquier cambio en las fuerzas del enemigo. Pero también existía el peligro
que el campamento principal cayera rápidamente si, por ejemplo, los más fuertes
entre los Elfos se resignaban a morir y se lanzaban al ataque. Teniendo en
cuenta que los Elfos estaban siendo llevados al borde de la desesperación,
había una gran posibilidad que eso mismo ocurriera ahora. No había duda que la
Teocracia debería apresurarse a realizar un ataque frontal en seguida.
Esto se debía a que, si hacían
que los Elfos más fuertes se encargaran de la defensa de su propio campamento,
disminuiría la amenaza para el campamento principal de la Teocracia.
Sin embargo, el Consejo Ejecutivo
Supremo les había ordenado que se detuvieran y que intercambiaran
tranquilamente golpes con el enemigo. Estas fueron las órdenes aun reconociendo
la amenaza de las incursiones nocturnas.
Las órdenes, eran establecer el
campamento principal en el mismo frente para responder rápidamente a los Elfos
que trataran de escapar de la situación que se agravaba. Eran órdenes
razonables. Las órdenes también parecían destinadas a poner un cebo a las
élites enemigas o al Rey Elfo, que rara vez aparecía. Ellos también estaban de
acuerdo con esta lógica, de no ser porque no iban a contar con la ayuda de la
Escritura del Holocausto en sus refuerzos.
¿Y por qué no podían tomar
prestada la fuerza de la Escritura del Holocausto?
Ciertamente no fue porque su vice
líder fue asesinado por el Rey Elfo.
El Consejo Ejecutivo Supremo lo
excusó diciendo que la Escritura del Holocausto tenía asignada alguna otra
misión, pero nadie aquí lo creyó.
Valerian sabía la verdadera
razón; aunque los estrategas aquí eran todos jóvenes, también lo entendían.
Sabían que había múltiples
razones detrás de la negativa del Consejo Ejecutivo Supremo de permitir la
participación de la Escritura del Holocausto.
En primer lugar, se trataba de
que ellos pudieran ganar experiencia.
Era inimaginablemente difícil
para los humanos, que vivían en las ciudades, vivir en un bosque así. Al
contrario de la vida que llevaban hasta ahora en relativa seguridad, tendrían
que estar en guardia contra todo lo que les rodeaba.
Estas batallas eran para ellos,
para hacer frente este problema.
Se suponía que los Elfos eran los
suplentes de los monstruos que atacaban desde el bosque.
Se habría hecho de otra manera si
hubiera oportunidades similares para ganar experiencia en el futuro, pero eso
era poco probable. De hecho, sería bastante problemático si tales oportunidades
surgieran con frecuencia.
Dicho esto, si ellos querían que
ganaran experiencia, un montaje simulado en un lugar seguro funcionaría casi
igual de bien. Podrían utilizar la Escritura del Holocausto en lugar de los
Elfos. Es imposible que el Consejo Ejecutivo Supremo no se diera cuenta de eso.
Pero entonces, ¿por qué estaban haciendo esto — incluso llegando a desperdiciar
las vidas de los soldados como si no fueran nada?
Eso fue por—
Un cambio de mentalidad.
Para los soldados que tendrían
que defender muchas vidas, las habilidades de Cazador y Ranger probablemente
iban a ser necesarias.
Planean hacer que los soldados
adquirieran la experiencia de luchar en el bosque usando esta guerra contra los
Elfos, que eran hábiles en ello. Si fuera posible, intentarían que los soldados
se apasionaran por obtener clases como la de Ranger. Para provocar ese cambio,
era necesaria la existencia de bajas. Cuantas más bajas hubiera, más soldados
empezarían a sentir una sensación de urgencia.
Así que se les negó la ayuda de
las Seis Escrituras, especialmente la Escritura del Holocausto, que podría
haber bloqueado a los Elfos por sí sola.
Valerian hizo una mueca interna
al recordar las órdenes de los altos mandos.
Podía entender su forma de
pensar, pero no podía aceptarla realmente.
“Su excelencia. Tengo una
propuesta.”
Uno de los estrategas habló con
un tono rígido; era el más joven de todos los estrategas aquí presentes. Por
cierto, no hace falta decir que el predominio de los jóvenes estrategas en esta
guerra también formaba parte del plan de cambio de mentalidad.
Valerian asintió hacia al joven
para que continuara.
“Aunque esperábamos estas cifras
de bajas, están cerca de nuestro límite de tolerancia. Probablemente será muy
difícil derribar la ciudad, la base del enemigo, con un solo asalto total en
una situación así. Especialmente debido al hecho de que, mientras los Elfos que
participan en las incursiones nocturnas no sean borrados por completo, podemos
esperar una resistencia más feroz de ellos. No puedo aceptar desperdiciar más
vidas de nuestros soldados. Por favor, ¿no puedes tantear el terreno para ver
si el Consejo Ejecutivo Supremo cambia de planes?”
Probablemente entendía que era
imposible, pero su corazón se ablandó al ver la cantidad de víctimas.
Valerian reprimió su impulso de
suspirar. Podía entender el punto de vista del joven estratega. Era un camino
que todo general debía recorrer al menos una vez en su vida.
El valor de una vida —de los
ciudadanos de la Teocracia en este caso— era extremadamente alto.
Tal vez este era uno de los
puntos débiles de la Teocracia.
Desde luego, esto no era algo malo.
No, de hecho, lo contrario. Si se les diera a elegir entre una nación donde la
vida de uno fuera barata y otra donde fuera alta, todos elegirían la segunda.
Era de esperar que los ejércitos
de la Teocracia fueran blandos debido a que hasta ahora estaban protegidos por
los Héroes, pero la idea de mantener las muertes en un nivel bajo no era mala
en sí misma. Sin embargo, esa forma de pensar pertenecía a aquellos que no
necesitaban empuñar un arma. ¿Era correcto que los soldados, cuya línea de
trabajo incluía quitarles la vida a otros y que les quitaran la suya, tuvieran
esos pensamientos?
Ciertamente, llegará otra ocasión
en la que no podrán ganar sin ningún sacrificio.
Ciertamente, llegará otro momento
en el que tendrán que luchar sin las Escrituras.
Resultaría fatal si se negaran a
luchar por temor cuando llegara ese momento, si consideraran que sus vidas
fueran demasiado valiosas.
Pero, eso no significaba que las
vidas de los soldados tuvieran que considerarse como algo barato. Sólo
significaba que los altos mandos, como Valerian, tendrían que soportar el dolor
y aceptar la pérdida de vidas valiosas.
Los jóvenes estrategas aquí presentes
estaban pasando por ese dolor. El resultado de eso era bastante visible en sus
expresiones.
Probablemente ni siquiera podían
dormir profundamente. Las voces de dolor de los soldados que estaban bajo sus
órdenes, seguramente nunca saldrían de sus mentes.
Valerian sintió un poco de
lástima por ellos.
Probablemente esta experiencia
habría sido un poco más suave para ellos si no hubiera sido por el cambio de
política súbitamente acelerado. La salud mental de los estrategas no habría
estado tan castigada como ahora.
Dicho esto, no se podían permitir
esas ociosidades en esta situación alterada. En comparación con la situación
anterior, se exigía más de las habilidades individuales de cada soldado y de la
calidad de los generales que debían dirigirlos. Los soldados tenían que
cultivar su fuerza y los comandantes tendrían que ser capaces de ordenar a sus
soldados que murieran sin piedad.
Prevemos muchas muertes entre los soldados e incluso algunos heridos entre
los ciudadanos ordinarios en una hipotética guerra futura con el Reino
Hechicero. Por eso, estamos haciendo que experimenten la muerte aquí... El
Consejo Ejecutivo Supremo es realmente cruel...
“Puedo entender tus sentimientos
hasta cierto punto doloroso.” —Ya que todos los presentes, incluido él, también
pensaban lo mismo.— “Aun así, no podemos cambiarlo. No se trata del presente,
sino del futuro.”
“...”
El joven estratega bajó su rostro
y luego la levantó de nuevo, mirando a Valerian como si fuera su última
esperanza.
“… Al menos, por favor,
permítanos usar ataques a gran escala cuando asaltemos la Capital Real de esos
monstruos de los árboles. Permita el uso de apoyo mágico de alto poder de fuego
para romper la línea de intercepción del enemigo — las defensas circundantes.
Olvídese de las catapultas, ni siquiera se nos permite usar flechas de fuego.
Habrá muchas más muertes bajo tales restricciones.”
“—Tampoco puedo permitir eso.
Probablemente puedes entender el por qué, ¿verdad?”
Todos ellos eran genios.
Entonces, deberían haber llegado a la respuesta partiendo de lo que sabían
sobre las circunstancias actuales de la Teocracia.
Lo estaría repitiendo, pero era
mejor decirlo en voz alta.
“A partir de ahora, es posible
que no podamos evitar la confrontación con ese malvado Reino Hechicero. Cuando
llegue ese momento, podremos evacuar a la ciudadanía a este lugar si podemos
tomar esta ciudad sin daños... probablemente. Por eso, hemos dejado de cortar
los árboles desde algún punto a mitad de camino. Por ello, no puedo permitir
daños a gran escala en esta ciudad. ¿Entendido?”
“Así que es así. El Consejo
Ejecutivo Supremo actúa bajo la presunción de que habrá futuras hostilidades
con el Reino Hechicero. … La ciudad de los Elfos fue construida usando la magia
de esos tipos, así que debería ser posible reconstruirla usando a los Elfos
capturados incluso si destruimos una parte de ella por medio del fuego. ¿No es
así?”
Valerian estaba de acuerdo con
las palabras del otro estratega.
“Tienes razón. Sé que hay
opiniones similares. También escuché otra idea sobre la construcción de una
ciudad utilizando a esos Elfos en un lugar completamente diferente. Pero,
considerando el tiempo que tomaría, no podemos tomar ese curso de acción.”
Ciertamente había planes de
utilizar a los Elfos capturados. Tampoco era tan difícil forzarlos a cooperar
usando algo como la magia de encantamiento. Dicho esto, usar magia de control
mental varias veces en un corto período de tiempo los haría gradualmente más
resistentes a ella.
Además, a partir de los
experimentos realizados, descubrieron que se necesitaría mucho tiempo para
hacer crecer a los Árboles Elfo de la nada, incluso si utilizaban magia. No
sabían con certeza cuándo se produciría el conflicto con el Reino Hechicero,
pero habían calculado que no había tiempo suficiente para crear una ciudad
desde cero con fines de evacuación.
Así que, considerando que
tendrían que usar lo que ya está aquí, no podían ir por ahí destruyendo más.
“Lo único que se autoriza es
atravesar la ciudad de los Elfos —su última línea defensiva— por medio de la fuerza
bruta, aceptando el hecho de que vamos a sufrir muchas bajas. Por supuesto, los
altos mandos no desean que muera más gente. Incluso un solo soldado extra
ayudará en nuestra futura guerra contra el Reino Hechicero. No debemos dejarlos
morir aquí, si fuera posible.”
La petición de los altos mandos
era realmente irrazonable.
Valerian pensó que ellos se
estaban contradiciendo, pero también comprendió que era una decisión dolorosa
para todos.
“… Su excelencia. Lo más
importante aquí implícito, es que aquellos que desafiaron a la muerte ganarán
fuerza, ¿verdad?”
“Sí... tienes razón... es
exactamente como dices.”
Valerian estaba de acuerdo con
las palabras del estratega que ocupaba el segundo lugar dentro de la categoría
de comandante en este lugar.
Hasta ahora, la política de la
Teocracia consistía en que un Héroe es mejor que mil soldados. Sin embargo, eso
ya no era suficiente. Por lo tanto, comenzó a poner el esfuerzo en la mejora de
la fuerza individual de cada soldado. Por eso, estaban librando esta guerra de
forma tan brutal.
La predicción de futuras
hostilidades con el Reino Hechicero era el origen de todo.
Y es un hecho que era altamente
probable.
“Todos, sé que va a ser difícil,
pero por favor, expriman hasta la última gota de su intelecto para que, incluso
sólo una persona más, pueda regresar a nuestra patria con vida.”
Todos levantaron la voz en señal
de reconocimiento mientras Valerian inclinaba la cabeza.
Hubo una razón más de la que no
habló.
Había una persona de la que nadie
aquí en el campamento, excepto Valerian, estaba informado. Él los estaba
esperando.
El Rey Elfo era extremadamente
poderoso, lo suficiente como para matar incluso a los que estaban a un paso del
reino de los Héroes en un instante. Sin embargo, la Teocracia tenía una carta
de triunfo que ciertamente podría matarlo.
Esa era la estrategia correcta.
La de enfrentar a los fuertes contra los fuertes, un Héroe contra un Héroe, y
contra los que superan incluso a ellos—
Pero dejando a un lado el buen
sentido militar, sintió que el Consejo Ejecutivo Supremo estaba extrañamente
obsesionado con que esa persona se
enfrentara al Rey Elfo.
Él no entendía la verdadera
intención detrás de eso.
Pero Valerian se mantuvo a la
espera.
Por su última carta de triunfo en
esta expedición.
Justo en ese momento, entró un
mensajero interrumpiendo la reunión. Con una expresión tensa en su rostro, se
acercó rápidamente a Valerian y le susurró al oído, “refuerzos de la patria”.
“Ya veo”, contestó Valerian, levantándose inmediatamente de su silla y
anunciando a los estrategas que miraban de reojo, preguntándose de qué se
trataba.
“Todos, ya no hay necesidad de
defender el campamento principal. Desplieguen en su lugar a los que estaban
asignados a la defensa a la primera línea. Empiecen a prepararse para un asalto
frontal completo.”
La extensa, extensa guerra,
estaba finalmente llegando a su fin. Finalmente estaban entrando en la etapa
final.
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¿Por qué están luchando de esa manera? ¿Acaso a la Teocracia no le importa la muerte de sus soldados?
Había pasado una semana desde que
abandonaron la aldea de los Elfos Oscuros. Esta fue la primera reacción de Ainz
tras observar el asalto de la Teocracia a la Capital Real desde la distancia.
Los soldados de la Teocracia
construyeron empalizadas de los árboles y avanzaron mientras empujaban esas
empalizadas delante de ellos. Podía entender que estaban protegiéndose de esas
flechas élficas terriblemente precisas, pero aun así, le parecía un
despilfarro.
Como las empalizadas no
proporcionaban protección contra los ataques que venían desde arriba, carecían
de sentido contra habilidades especiales como la que podía hacer que las
flechas cambiaran de curso en pleno vuelo. No había muchos con tales
habilidades especiales, así que, tal vez pensaron que esas pérdidas eran
aceptables, pero—
“—La Teocracia debe tener muchos
lanzadores de magia divina. ¿No pueden ir a por todas con ataques de área de
efecto? Los Elfos actualmente tienen una ventaja de posicionamiento en estos
momentos. ¿No deberían invocar Ángeles para anular esa ventaja y atacarlos
desde arriba? No, básicamente construyen sus casas a partir de árboles, así que
es más prudente quemarlos hasta los cimientos. Hay muchos árboles alrededor,
así que ¿por qué no hicieron máquinas de asedio con ellos y lanzaron
proyectiles en llamas desde la distancia?”
En realidad, los árboles robustos
y verdes no eran tan inflamables, pero las ramas y hojas más pequeñas eran un
caso diferente. Además, el humo procedente de esas llamas también asfixiaría a
los Elfos a la vez que obstruiría su línea de visión. Que las fuerzas de la
Teocracia no utilizaran ni uno solo de esos métodos resultaba muy extraño a los
ojos de Ainz.
¿Y por qué no están desplegando a las personas más fuerte? Si estuvieran
aquí personas de mayor nivel como Fluder o Gazef, podrían usar hechizos mucho
más fuertes o ataques más potentes y cambiar las tornas de la batalla en un
instante. No debería existir ninguna razón para retenerlos en este momento,
¿verdad?
“Ummm. Yo mismo no puedo entender
sus acciones, pero ¿consiguieron notar algo de los movimientos de la
Teocracia?”, preguntó Ainz a los gemelos, que observaban los acontecimientos a
su lado. Después de un rato, Mare respondió.
“Ah, bueno, ¿tal vez no estén
pensando en nada...?”
“No, no. Es imposible que sea
eso. Debe haber algunos comandantes o estrategas en el ejército. Resulta
difícil de pensar que ninguno de ellos tuviera ningún plan. Ciertamente debe
haber una razón detrás de esas acciones.”
Pero no pudo pensar en una razón.
Era posible que algún general incompetente lograra obtener la autoridad de
mando debido a la política y tomara medidas independientes, despreciando a los
estrategas. Sin embargo, teniendo en cuenta la forma sistemática en que habían
cortado los árboles y avanzado sus ejércitos, le pareció que ese no era el
caso.
“See. Además, están atacando
desde otras direcciones, pero allí también es lo mismo...”
La Teocracia bloqueó la Capital
Real formando un semicírculo, y colocó fuerzas en la otra orilla del lago para
bloquear la ribera.
“No veo que usen a los Elfos
capturados como escudos de carne... parece que están arrojando a los soldados a
quienes no les importa morir... ¿la Teocracia practica la esclavitud?”
“No, aunque tienen esclavos
Elfos, nunca he oído que utilicen soldados esclavos. Creo que ya tenemos una
idea general de su sistema político... pero es difícil decir que lo sabemos
todo. Aun así, no creo que hagan eso, ¿sabes?”
“… ¿Q-Qué pasa si son soldados
i-invocados?”
“Los soldados que fueron alcanzados por las flechas dejaron atrás sus cuerpos[2], así que tampoco creo que sea el caso...”
Mientras los demás soldados
llevaban a los caídos en pánico a las líneas de la retaguardia — al campamento
de la Teocracia, era lógico que no fueran tropas desechables. Entonces, ¿por
qué no utilizan los mejores métodos a su disposición, sino que dejan morir a
esos soldados?
Ainz rebuscó en su cerebro y
finalmente exprimió una única respuesta razonable.
“Esto es sólo una hipótesis, pero
quizás estén luchando de ese modo porque se han dado cuenta de que estamos
aquí.”
“¿Eh?”
“N-no puede ser...”
“No, es muy precipitado concluir
que sea por nosotros específicamente. Tal vez están fingiendo para dar la falsa
impresión de ser idiotas a sus naciones enemigas u organizaciones, mientras que
también mantienen sus cartas más fuertes ocultas.”
El Reino Hechicero no podía ser
la única nación a la que querían engañar con información errónea. Es probable
que la Teocracia tuviera otros enemigos que Ainz desconocía.
Este tipo de campaña de
desinformación era algo que Ainz y otros hicieron en múltiples ocasiones hasta
ahora. Parecía que la Teocracia tenía la misma idea.
La Teocracia es una nación con una larga historia, así que probablemente
también tengan muchos enemigos. Pero, ¿es realmente el caso aquí?
No se le ocurría ninguna otra
razón para retener al personal más fuerte... en este caso, de los que se
estaban protegiendo serían... ¿el Reino Hechicero y el Estado del Consejo al
norte del Reino? Era fácil imaginar que el dogma de la supremacía humana de la
Teocracia hacía que las relaciones con el Estado del Consejo fueran tensas
debido a su diversidad racial.
Umu. En ese caso, tal vez deberíamos formar una alianza... No,
probablemente Albedo y Demiurge ya hayan pensado en ello. Dicho esto, no sirve
de nada que un superior les eche todo el trabajo a sus subordinados. Tal vez
debería preguntarles sobre esto más tarde.
Ellos ya habían formado una
conjetura que el misterioso Riku Agneia que apareció al final de la guerra con
el Reino, estaba probablemente relacionado con el Lord Dragón de Platino del
Estado del Consejo.
Lo único que los conectaba era el
tema de “platino” que tenían en común. Pero, si eso era realmente cierto,
probablemente sería una mejor idea aliarse con la Teocracia en contra del
Estado del Consejo. O bien, podrían intentar aliarse con el Estado del Consejo
contra la Teocracia mientras investigan su situación interna, eso también
estaba bien.
Sea cual sea el caso, deberían
dar el primer paso antes que el Estado del Consejo y la Teocracia formaran una
alianza contra el Reino Hechicero. Por supuesto, si incluso Ainz podía darse
cuenta de esto, era muy probable que esos dos genios ya hubieran hecho planes
al respecto.
… Ummm. Tomando en cuenta que existe la posibilidad de que esos dos estén
haciendo preparativos para formar una alianza justo en este momento, deberíamos
hacer lo mejor posible para evitar ser descubiertos aquí. En caso de ser
descubiertos, podemos matar a todos los testigos.
“Ainz-sama. Entonces, ¿debo
infiltrarme en el campamento de la Teocracia y reunir información?”
Ainz negó con la cabeza ante la
propuesta de Aura.
“No, eso es algo que no debemos
hacer a cualquier costo.” —Ainz trató de explicar sus pensamientos a los dos.—
“Veamos... digamos, por ejemplo, si alguien fuera hostil a Nazarick y fuera tan
poderoso como yo, ¿sería posible que se infiltrara en Nazarick y robara la información
que quiere?”
“Sí, es posible.”
“Yo también pienso lo mismo. Si
realmente hay alguien que es tan impresionante como Ainz-sama, creo que pueden
hacerlo.”
“Ah, umu...”
Obtuvo respuestas de gran
confianza —incluyendo una respuesta clara y pocas veces escuchada por parte de
Mare— pero no eran las respuestas que él quería.
“Espera, la pregunta salió mal.
Bien, veamos. Debería—”
¡—Ella no!
Podía imaginar fácilmente cuál
sería la respuesta.
Si usaba a Shalltear como
ejemplo, “imposible” sería la respuesta inmediata de Aura. Era la respuesta que
él esperaba, pero la lógica que llevaría a esa respuesta en este caso no era la
que él quería. Así que no podía usarla como ejemplo.
Entonces quién sería un buen
ejemplo, se preguntó Ainz.
Actor de Pandora... considerando que puede transformarse en otros miembros
del gremio, la respuesta de los gemelos probablemente será, “es posible”.
Demiurge... Ungh. Parece que puede hacerlo fácilmente... Aura... o Mare no será
un buen ejemplo. En ese caso...
“Voy a repetir la pregunta
anterior. Hipotéticamente, sí, hipotéticamente. Imagina que alguien a la altura
de Albedo se opusiera a Nazarick. En ese escenario, ¿sería posible que robaran
toda la información de dentro de Nazarick?”
“¿Eh? ¿Albedo, dice?”
“P-Perdón, ¿p-pero ella hizo algo
sospechoso?”
“¡Qué! ¡No, no, estás
completamente equivocado! ¡Estoy completamente seguro que Albedo nunca nos
traicionará!” —Contestó Ainz, con un poco de nerviosismo.— “¿No dije que era un
caso hipotético? ¿Y que el enemigo era sólo alguien a la altura de Albedo, no
ella misma? Sí. Un caso hipotético.”
Los gemelos se miraron como si no
lo entendieran realmente. Aura respondió entonces como su representante.
“Creo que realmente es imposible
para Albedo. En primer lugar, Albedo no domina las habilidades de sigilo.
Tampoco escuché nada acerca de que ella tenga un equipamiento con tales
efectos.”
“Bueno... tienes razón, pero...
Albedo es un Tanque después de todo... Ella ciertamente no tiene esas
habilidades.”
Esto también terminó siendo un
mal ejemplo.
“… Dejando de lado eso, ¿crees
que es imposible incluso si ella pone su intelecto a trabajar?”
“S-sí. Creo que sería imposible.”
Bueno, lo que sea. No pudo pensar
en ninguna otra persona adecuada, así que decidió usar el nombre de Albedo
mientras se compadecía de ella.
“Umu. Así es. Yo también pienso
lo mismo. Las defensas de múltiples capas y múltiples tipos de Nazarick no
pueden ser atravesadas por la fuerza de una sola persona. En ese caso, ¿no
crees que ocurriría lo mismo en otros lugares?”
“Imposible. La Gran Tumba
Subterránea de Nazarick es una tierra sagrada creada por los Seres Supremos. Es
un lugar— especial. Es imposible que cualquier otro lugar sea igual.”
Al escuchar la confiada
proclamación de Mare, Ainz estuvo a punto de decir “Ah, sí”, pero reprimió el
impulso de hacerlo.
Siendo uno de los que ayudó a
crear Nazarick, los sentimientos de Mare hacia él le encantaban, pero eso no
era algo que Ainz pudiera expresar abiertamente en esta situación. Tampoco
podía pedirle a Mare que leyera el estado de ánimo — que entendiera lo que su
superior estaba tratando de decir.
Así que, por el momento, decidió
ignorar la respuesta de Mare.
“Bueno, creo que es algo parecido
a esto. Si Nazarick es capaz de hacer algo, tal vez otros puedan hacerlo
también.”
Por sí solo, Ainz no podía robar
información de Nazarick. Del mismo modo, es probable que suceda lo mismo con
las organizaciones construidas por otros Jugadores.
No, es imposible que se
equivoque.
Si ellos podían interceptar la
inteligencia del oponente, entonces, éste podía hacer lo mismo con ellos.
Tenían que actuar bajo la presunción de que ese era el caso.
Por eso, Ainz no envió ningún
espía a la Teocracia, ya que podía ver indicios de otros Jugadores en esa
nación. La Teocracia era también un país con mucha historia. Si había un
Jugador allí, éste también tendría la ventaja de la experiencia acumulada
durante todos los años de existencia de la Teocracia.
Además, estaba el hecho de que
ellos habían logrado crear un hechizo del que Ainz no tenía conocimiento, el de
matar al prisionero después de que éste respondiera a tres preguntas.
“Por supuesto, seguramente
llegará el momento en que tengamos que hacer un movimiento reconociendo los
riesgos que conlleva. Pero, dudo que ese momento sea ahora. Aura y Mare.”
“Sí”, respondieron los gemelos.
“Nosotros —la Gran Tumba
Subterránea de Nazarick— somos poderosos. Sin embargo, nunca pienses ni por un
momento que somos inigualables. Nunca subestimes a nuestros oponentes. Nunca
olvides que reunir información es lo primero.”
Al escuchar otro “sí” de los
gemelos, Ainz asintió.
“¡Bien! Entonces— quizá debamos
seguir observando la situación durante un tiempo más. La situación actual no es
lo suficientemente adecuada para nuestros objetivos todavía.”
Estaban aquí para robar muertes.
No, para ser precisos, era un poco diferente de robar muertes.
Kill stealing, era el acto de
matar a un monstruo con el que otra persona estaba luchando, con el fin de
robar cosas como EXP y otras cosas. Por lo tanto, solo podía llamarse kill stealing si implicaba atacar al
País de los Elfos o a la Teocracia y hacerles daño en el proceso.
Pero eso, no era lo que Ainz
pretendía.
Su objetivo eran los ítems
mágicos del castillo del Rey Elfo.
Las familias con pedigrí como la
de la realeza, tenían muchas probabilidades de tener una colección de ítems
mágicos lo suficientemente valiosos como para corresponder a su estatus. Cuanto
más valiosos eran, más poderosos solían ser. Su poder podía considerarse una
parte de la fuerza militar del propietario desde cierto punto de vista.
Resultaba difícil imaginar que la
Teocracia perdería después de haber llegado tan lejos. En este caso, todos los
ítems mágicos del País de los Elfos terminarían finalmente en sus manos. Pero,
Ainz no podía permitir que una nación hipotéticamente hostil hacia ellos
aumentara su fuerza militar. Así que, su objetivo actual, era adelantarse a la
Teocracia y robar los ítems mágicos del País de los Elfos antes que ellos.
Además, este plan tenía una
ventaja más — no se opondrían directamente a la Teocracia. Por supuesto, si sus
acciones salían a la luz, la Teocracia con seguridad los criticaría duramente.
Dicho esto, las cosas que iban a robar aún no pertenecían a la Teocracia, lo
cual era una excusa suficientemente válida.
A fin de cuentas, describir esto
como 'ladrones que roban una casa en llamas' sería más preciso en lugar de
llamarlo 'kill steal'.
Por cierto, Ainz hizo esto muchas
veces durante sus días en YGGDRASIL. Él y sus amigos habían limpiado las bases
del enemigo muchas veces, riéndose cuando otros gremios las encontraban vacías
y se enfurecían. Por eso, esta fue la primera idea que se le ocurrió.
Pero había un problema.
Hacer un movimiento aquí sin
saber qué tipo de ítems mágicos tenía el País de los Elfos y su castillo real,
no era una buena idea. En primer lugar, no deberían asumir que había alguno.
Era totalmente posible que no tuvieran ningún ítem mágico si su suerte era
mala. En ese caso, no solo tendrían que enfrentarse al peligro sin nada que
ganar, sino que también podrían poner en peligro sus relaciones con la
Teocracia para obtener un beneficio nulo. Originalmente, primero deberían haber
recopilado información y luego haber actuado.
Incluso si la realeza de los Elfos
poseía ítems mágicos, podía imaginar con facilidad que la grave situación de la
guerra podría obligarles a abrir la tesorería y a utilizar los ítems en la
guerra. También podrían haberlos trasladado a un lugar seguro en otra parte.
Desgraciadamente, no tuvieron
suficiente tiempo para investigar.
“… Observemos la situación un
poco más y luego entremos al castillo. Sería molesto que se llevaran los ítems
mágicos antes de poder ponerles una mano encima.”
“Por mi parte, puedo
perseguirlos.”
“Aah. Esa es una opción. Si Aura
fuera la que rastrea... no, no podemos estar seguros de que la otra parte no
tenga ninguna habilidad como「Caminante del
Bosque」. Nuestra mejor opción es
conseguir esos ítems antes de que se los lleven. … ummm. Quizás debamos iniciar
antes tomando en cuenta que aún tenemos que investigar dónde están guardados.”
“¿A-Ahora?”
“Sí. Deberíamos ir ahora mismo.”
Ainz miró el asalto de la
Teocracia.
Había pasado una semana desde
abandonaron la aldea de los Elfos Oscuros, así que dependiendo de cómo fuera su
conversación con las otras aldeas, probablemente había algunos Elfos Oscuros
luchando allí.
Sintió un pequeño impulso de ir a
buscarlos, pero recordó el pesar que sintió por su mala conducta como
gobernante de Nazarick aquella vez. Ahora sólo debería pensar en el beneficio
para Nazarick.
Ainz cambió su mirada del
castillo a Mare.
“Bueno, entonces, Mare.
Dependiendo de la situación, es posible que tengas que actuar como Tanque en
primera línea. No te molesta, ¿verdad?”, confirmó Ainz por última vez.
“S-sí. E-está bien. A-al igual
que la aldea, la Capital Real también se considera parte de la naturaleza,
a-así que no hay problema. ¡Haré lo que pueda!”
Tanto Aura como Mare llevaban un
equipamiento diferente del habitual, especialmente su armadura. Aura se puso un
atuendo de arquera, mientras que Mare llevaba un equipo centrado en la defensa.
Estos no habían sido
proporcionados por Ainz, sino que les fueron dados por Bukubukuchagama. La
calidad también era un poco menor en comparación con su equipamiento normal,
pero como se ajustaban a las habilidades de los gemelos, sus estadísticas no
disminuían mucho.
Se estaban preparando para una
misión de sigilo. Tal vez Ainz debería haber llevado un equipamiento diferente
al de los gemelos, y hacer que los gemelos llevaran Zapatos Secretos y se
cubrieran el rostro con una máscara. Pero, no hicieron nada de eso.
La razón principal por la que
Ainz —cuya apariencia era la más conocida entre ellos— no cambió su propio
equipamiento habitual fue que, dado que los gemelos habían cambiado de
equipamiento a uno más débil, decidió que sería demasiado peligroso que él
estuviera debilitado también.
Tras pensarlo un poco, Ainz llegó
a una respuesta muy sencilla: “¿No sería conveniente matar a todos los
testigos?” Y así, abandonaron toda idea de disfrazarse.
La armadura de los gemelos
también era un pequeño factor en esta decisión.
Aunque solo eran repuestos, su
capacidad defensiva estaba mejorada por Cristales de Datos que aumentaban la
defensa a cambio de sellar un slot de
equipamiento. Siendo el slot de la cabeza de Mare el que estaba sellado, no
podía cubrirse la cara con un casco de todos modos.
Por otro lado—
—Estos también están invertidos en cuanto al género, huh.
Y eso no era todo.
No pudo evitar preguntarse por
qué les dieron armaduras como éstas, especialmente en el caso de Mare.
Mare llevaba algo que podría
llamarse armadura de gala, mostrando mucha piel y con el ombligo al
descubierto. Sólo cabía preguntarse por qué alguien haría una pieza de
equipamiento así.
Las estadísticas defensivas de
las armaduras de YGGDRASIL procedían de una combinación de la calidad de metal,
la cantidad y los Cristales de Datos utilizados en ellos. Así que, aunque el
ombligo de Mare parecía indefenso, estaba protegido por la parte de defensa del
Cristal de Datos, como mínimo. En términos reales, se podría decir que estaba
protegido por una capa de magia.
Es probable que ninguno de los
que luchaban aquí pueda ni siquiera arañar su abdomen, aunque golpearan con
toda su fuerza. Aun así, según la mecánica de YGGDRASIL, esas partes expuestas
eran más propensas a desencadenar golpes críticos.
Hablando con franqueza, no era
algo que se pudiera utilizar como equipamiento para un Tanque.
La armadura de aspecto sombrío de
Albedo, era el aspecto que debería tener el equipamiento de un Tanque.
Incluso Bukubukuchagama, que
tenía la penalización racial que le impedía portar armadura, hacía cosas como
equipar escudos en ambas manos o utilizar habilidades especiales para endurecer
su cuerpo — que parecía de arcilla.
Entonces, ¿en qué estaba pensando
ella, quien era un Tanque, cuando le dio esta armadura a Mare?
La respuesta fue probablemente:
“No pensó en nada”.
No. Definitivamente habría
reflexionado seriamente sobre la armadura; aunque no sobre su capacidad de
combate, sino sobre cómo satisfacer mejores sus gustos.
Son hermanos después de todo... pensó Ainz, pero quiso defender a sus antiguos compañeros en este asunto.
Originalmente, Aura y Mare eran sólo NPCs, así que no deberían haber cambiado de
equipamiento por su cuenta.
La armadura que dejaba al descubierto el ombligo que Mare llevaba ahora, era una prenda de cambio y se supone que nunca se utilizaría en serio. Resultaba difícil pensar que alguien preparara un equipamiento útil para eso. En cambio, habría que alabar a Bukubukuchagama por haberse asegurado que el equipamiento tuviera alguna utilidad, aunque solo fuera por estética.
Por alguna razón, la imagen de la hermana con una cara sonriente —aunque no tenía un rostro con el que hablar— y el hermano que parecía querer protestar por algo, pasó por la mente de Ainz.