Overlord Volumen 15 español |
Traductor jpn-ing: HitoriTraductor ing-esp: RawiCorrector: Raruk Berg
✧☠︎✧✧☠︎✧✧☠︎✧
Tomando unas Vacaciones Pagadas
Parte 1
Tras leer el contenido de la gruesa carpeta hasta el final, Ainz volvió
a la primera página y estampó su sello personal con un «plop».
Después de un breve momento de duda, estampó también el sello de aprobación.
Con esto, el asunto impreso en esta carpeta —desde el punto de vista de Ainz,
una especie de solución de altísimo nivel para un asunto político— quedaba
aprobado, y Albedo podía comenzar el proceso de selección del personal adecuado
para el envío.
Ainz le
entregó la carpeta a Lumière, que esperaba a su lado. Con esto concluía su
trabajo del día. Ainz miró el reloj.
Las agujas
del reloj marcaban las 10:30.
El trabajo
de Ainz empezaba a las 10:00. En otras palabras, su jornada laboral no duraba
ni media hora, pero esto era lo que ocurría últimamente. Aunque el trabajo de
Ainz solía terminar antes del mediodía, esto era demasiado rápido.
Comenzar a
trabajar tan tarde, era algo que el asalariado Suzuki Satoru nunca había
experimentado, aparte de los turnos de trabajo; pero eso no era más que la
experiencia personal de Satoru. No era raro que los empleados de las
megacorporaciones empezaran a trabajar tarde y, según Ulbert, el hecho de que
existiera ese sistema de turnos era una especie de privilegio en sí mismo.
Bueno,
teniendo en cuenta la vida laboral de los habitantes de este mundo (por
ejemplo, los aldeanos como Enri y Nfirea), empezar a trabajar al amanecer y
acostarse al atardecer, era la rutina.
Para los
habitantes de la ciudad era casi lo mismo, aunque sus mañanas y noches empezaban
y terminaban un poco más tarde en comparación con los aldeanos. La
disponibilidad de iluminación mágica —o la falta de ella— era el factor más
importante que regía esto. Los nobles que tenían el fácil acceso a la
iluminación mágica, podían empezar su trabajo a última hora de la mañana, ya
que podían trabajar hasta altas horas de la noche si lo requería.
Entonces,
¿todos en Nazarick empezaban a trabajar a las 10:00? En absoluto.
Nazarick era una empresa negra(1) entre las empresas negras.
En primer
lugar, las sirvientas regulares estaban divididas en dos turnos, uno diurno y
otro nocturno, y sus horas de trabajo eran extensas. Lo mismo ocurría con los
vasallos de Cocytus que custodiaban el Noveno Piso. Las horas de descanso
estaban vagamente definidas en el mejor de los casos, y casi nadie se tomaba cortos
descansos. No había tiempo para cosas como los refrigerios o una pausa para
fumar.
Aun así, el
90% de los que tenían estos horarios no estaban insatisfechos con su carga laboral.
Como alguien
que quería crear un ambiente de trabajo agradable para sus subordinados, Ainz
les había preguntado a las sirvientas sobre esta situación. Su impresión luego
de escuchar las respuestas de ellas fue: “Debe haber algo mal en sus cabezas”.
No, quizás sería mejor decir que su lealtad estaba por las nubes.
Ainz se
estremeció un poco cuando dijeron con rostros serios que, 'es completamente
normal trabajar sin descanso cuando se tienen ítems para anular la fatiga'.
Además, la
única exigencia del 10% restante que estaba insatisfecha con sus horarios, fue
que quería aún más trabajo.
Sin embargo
— eso es cosa del pasado.
Tal vez él
era el que estaba siendo egoísta, pero Ainz siempre había querido proporcionar
a sus empleados generosos beneficios. Para ello, Ainz empezó por centrar su
atención en las sirvientas regulares.
En primer
lugar, se debía a que ellas eran de muy bajo nivel. El hecho de que todas
fueran mujeres atractivas, era también un factor importante. Aunque Ainz no
quería tener favoritismos, siempre terminaba siendo blando con las sirvientas
en comparación con los vasallos de Cocytus.
Si cumplía
su deseo mediante una orden, casi todos en Nazarick la obedecerían sin cuestionar,
pero hacerlo dañaría su moral.
Así que
necesitaba dar un buen argumento, y lo hizo con la siguiente explicación:
“En el
futuro, las sirvientas regulares podrían necesitar entrenar y dirigir a las
sirvientas humanas. Cuando llegue ese momento, deberán tener cuidado de no
sobrecargar a las sirvientas humanas con la rutina de trabajo que han seguido
hasta ahora.”
Aunque al
principio ellas protestaron, al final, Ainz consiguió reducir sus horas de
trabajo y aumentar su tiempo libre de ocio.
Antes, ellas
tenían un día libre de cada cuarenta y un días de trabajo, pero ahora eso se había
duplicado.
Ahora tienen
dos días de descanso.
Ainz seguía
sintiendo que nada había cambiado realmente, pero probablemente habría una
mayor resistencia si trataba de presionarlas aún más. O, más bien, así fue como
Ainz leyó el estado de ánimo, por lo que tuvo que dimitir en ese momento.
En
consecuencia, Ainz no incorporó el sistema de días libres — permisos pagados,
vacaciones de verano, días festivos, etc.
Aunque lo planteó
como algo que beneficiaba a las sirvientas, quizás la verdadera razón por la
que impulsó algún tipo de sistema de permisos pagados a pesar de la oposición
de los NPCs, fue el anhelo de Suzuki Satoru por un concepto que nunca llegó a
experimentar por sí mismo.
Y así, Ainz
acabó tropezando con otra idea.
Como
gobernante de Nazarick, Ainz redujo su propia carga laboral. Quería que todo el
mundo pensara que estaba bien tomárselo con calma, ya que el propio Ainz no
estaba trabajando demasiado. Por supuesto, el otro motivo era la posibilidad de
que Nazarick terminaría en ruinas si él hacía algo más que el trabajo mínimo.
Pero esta
idea terminó fracasando.
Los habitantes
de Nazarick terminaron pensando que tenían que trabajar más, ya que era natural
que Ainz no tuviera que trabajar.
Como
resultado, la ya escasa carga de trabajo de Ainz —que consistía principalmente
en aprobar cosas— se redujo aún más.
Probablemente
eso era lo mejor. Habría consecuencias desastrosas para Nazarick si el poco
competente Ainz se encargara de una mayor parte de la carga de trabajo, pero el
hecho de que los demás tuvieran que trabajar más como resultado, era algo que
le hacía sentir mal.
Haa...
Ainz echó un
vistazo por el rabillo del ojo a las dos sirvientas que le miraban sin
pestañear, con expresiones severas y fuego en sus ojos. Una de ellas atendía a
Ainz durante el día, y la otra estaba asignada a la habitación para este turno.
Si cruzaban miradas, ellas le preguntarían de inmediato: “¿Hay algo en lo que
pueda ayudarle?” Para evitar tal encuentro, sólo podía echar miradas como ésta.
No tienen
que tomarse las cosas tan seriamente... Me gustaría que se relajaran un poco...
Este ambiente tan tenso me está causando dolores de estómago...
Ainz trató
de recordar la última vez que vio sonreír a las sirvientas. Suspirando
mentalmente, una última vez, llamó a las sirvientas que estaban a su lado.
“... Bien entonces,
Lumière.”
“¿Sí, Ainz-sama?”
“Sólo para
confirmar, ¿fue todo el trabajo que tenía para este día?”
“Sí,
Ainz-sama. Eso fue lo último.”
La razón por
la que preguntó a la sirvienta que le asistía, era porque las tareas de
secretaría estaban siendo manejadas por las sirvientas regulares durante la
ausencia de Albedo.
Parecía que
no había audiencias ni negociaciones en la agenda de hoy. Aun así, el trabajo tiende
a surgir de forma inesperada, así que aún no podía bajar la guardia. Su
precaución estaba justificada, ya que el trabajo imprevisto que podía surgir a
raíz de un「Mensaje」de Entoma,
tendía a ser del tipo problemático que terminaba haciendo que su inexistente
estómago se retuerza.
“Así que, es
así...”
Ainz miró al
otro escritorio que estaba de la habitación.
Aunque el
escritorio había sido colocado por insistencia de Albedo, ella no se encontraba
allí ahora mismo.
La mayoría
de las veces, Albedo trabajaba codo con codo con Ainz en esta habitación, pero
sólo habían pasado unos días desde la caída de la Capital Real del Reino, así
que estaba bastante ocupada en este momento. Se la podía ver corriendo por
Nazarick y a veces viajando lejos para negociar en persona, de modo que su
presencia aquí era poco frecuente.
Al
interrogar a las sirvientas sobre el estado de Albedo cuando él no estaba
cerca, Ainz descubrió que ella había estado al límite últimamente. Tal vez se
debía al exceso de trabajo, o tal vez era porque no podía reunirse con él con
frecuencia como le gustaría.
Si es lo
último, tal vez sería mejor que aumentara el tiempo que pasa conmigo. No había
razón para negar su deseo, si eso era lo suficiente para que volviera a estar
de buen humor.
“..…”
Como nadie
hablaría si Ainz no lo hacía, la sala se sumió en un completo silencio. A decir
verdad, Ainz deseaba un entorno de trabajo lleno de charlas ociosas, pero su
experiencia en estos últimos años le decía que no había forma de que las sirvientas
participaran en algo así.
Esto era tan
solitario.
Parece que
esto va a seguir así durante el resto de mi vida... Bueno, no hay nada que
hacer al respecto. Sin embargo, tal vez sea necesario un cambio de ambiente.
Normalmente,
Ainz dedicaba su tiempo libre a diferentes actividades.
La
equitación. Leyendo libros sobre negocios bajo la apariencia de leer obras
eruditas. También libros sobre gobernanza — la razón por la que ninguno de esos
materiales lograba grabarse en su mente, era probablemente porque él sólo los
hojeaba. Definitivamente no era porque la cabeza de Ainz fuera realmente
estéril.
También
realizaba varios experimentos mágicos.
Recientemente,
además de su entrenamiento de combate de armas con Cocytus, también había
comenzado a entrenar con Actor de Pandora.
“Ahora
bien...”
Habló como
si estuviera hablando consigo mismo, mientras dejaba que sus palabras llegaran
a toda la sala — esto lo hizo a propósito.
Era hora de
empezar a actuar.
El plan que
pronto comenzaría, trataba de ayudar a Aura y Mare a que hicieran algunos
amigos. El primer paso, era hacer los preparativos para ello. En cuanto al tipo
de amigos que deberían hacer, los Elfos Oscuros serían su primera opción. Después,
deberían ser miembros de razas estrechamente relacionadas, como los Elfos.
Aunque esperaba que en un futuro todas las razas coexistieran pacíficamente,
presentarles de improviso a los Hombres-Lagarto o a los Goblins —como sus
primeros amigos— no era una buena idea.
En primer
lugar, deberían proceder con razas similares.
Miró a
Lumière.
“… Nos
trasladaremos al Sexto Piso. Acompáñame.”
“Entendido.”
Aunque ella
la seguiría incluso si él hubiera permanecido en silencio, Ainz sintió que
probablemente era mejor decirlo en voz alta.
Con Lumière
a cuestas, Ainz se teletransportó al Sexto Piso utilizando el poder de su
Anillo de Ainz Ooal Gown. Si le hubiera ordenado a Lumière que llevara a su
habitación a las personas con las que quería reunirse, ella lo habría hecho.
Como gobernante supremo de Nazarick, probablemente sería más conveniente llamar
a las personas en cuestión. Sin embargo, no lo hizo porque deseaba que los
asuntos se desarrollaran amistosamente. Por eso, sería mejor que Ainz fuera en
persona a expresar su sinceridad.
Probablemente
sentirían una sensación de intimidad y respeto si él acudiera a ellas en lugar
de exigirles groseramente su asistencia. Si el hecho de que el gobernante de
esta tierra se presentara especialmente ante ellas y pudiera ejercer la presión
adecuada, sería aún mejor.
Las personas
con las que quería reunirse, eran las tres mujeres Elfo que fueron capturadas
cuando aquellos Workers se inmiscuyeron en Nazarick.
… Deberíamos
haber interrogado a esas elfas en detalle cuando los trasladamos al Sexto
Piso... Bueno, en aquel entonces no pudimos.
Habían
pasado algunos años desde aquel entonces y se había recopilado alguna
información básica sobre sus circunstancias, no se las había preguntado sobre
el País de los Elfos o sobre cualquier información personal. Esto se debía a
que Ainz quería mantener su posición como el no-muerto amistoso que había
salvado a las elfas de la tiranía de su amo. Si los hubiera interrogado sobre
la ubicación de sus hogares o sobre la raza de los Elfos, podrían haber
sospechado que tenía segundas intenciones y así no habría podido conservar su
imagen.
Pero, ¿no
sería lo mismo si se les hicieran esas preguntas ahora? La verdad era que no.
La situación
ahora era distinta a cuando sólo eran la Gran Tumba Subterránea de Nazarick. No
sería nada sospechoso que Nazarick —el Reino Hechicero de Ainz Ooal Gown, que
había reunido a muchas razas bajo su reinado— deseara obtener información sobre
el País de los Elfos para entablar relaciones diplomáticas.
Ahora tengo
una excusa adecuada para preguntarles todo lo que quería, además no creo que
los gemelos sean del tipo que intimidan... Sería genial si abrieran su corazón
completamente hacia mí, pero debería moderar mis expectativas. Si hubiera
podido pensar con mayor antelación, habría dado mejores órdenes en aquel
entonces...
Incluso
mientras pensaba en esto, para Ainz era desagradable la idea de que Aura y Mare
fingieran amabilidad hacia las elfas por orden suya. Aunque si se tratase de
Demiurge o Albedo, no lo habría pensado dos veces.
Al igual que
la comparación anterior entre las sirvientas regulares y los vasallos de
Cocytus, no era bueno dejarse influenciar por las apariencias. Sin embargo,
Ainz no podía librarse de su prejuicio, probablemente porque era una persona común
y corriente.
Con Lumière siguiéndole por detrás, Ainz caminó por el pasillo poco iluminado. Un gigantesco rastrillo(2) se asomaba por delante, con los rayos del sol colándose por las rejillas.
Más adelante
se encontraba el Coliseo circular del Sexto Piso.
Era posible
teletransportarse directamente a la residencia de los gemelos utilizando su Anillo,
pero decidió no hacerlo porque—
—Como si
fuera una puerta automática, el rastrillo enrejado se levantó rápidamente. Ainz
tuvo de repente una sensación de déjà vu. Los había visitado de la misma forma
en su primer día en este mundo, cuando también se encontró con la pequeña
figura que estaba frente a él ahora.
“¡Bienvenido
Ainz-sama, le estábamos esperando!”, la enérgica voz de una joven le dio la
bienvenida.
“Umm. Tengo
algunos asuntos que atender, Aura — voy a confiar en ti.”
Tuvo la
suerte de que Aura fuera la que estuviera de guardia hoy.
A medida que
el Reino Hechicero se expandía, los Guardianes de Piso terminaban asumiendo una
mayor variedad de tareas; como resultado, frecuentemente tenían que operar
fuera de Nazarick. Pero, en cualquier momento, dos o tres de los siguientes
Guardianes de Piso: Albedo, Demiurge, Aura, Mare, Cocytus y Shalltear, debían
permanecer dentro de Nazarick.
Normalmente,
era el trío Albedo, Cocytus y Shalltear; pero en ocasiones Cocytus tenía que
atender a la aldea de los Hombres-Lagarto y, Shalltear tenía que ocuparse de
los dragones.
En esos
momentos, los demás ocupaban esos puestos.
Este sistema
no fue desarrollado por orden de Ainz.
Hubo un
tiempo en que Ainz había considerado que Cocytus fuera el Jefe de Defensa de
Nazarick, y Shalltear asignada como su asistente, pero el alcance de los
dominios que ellos manejaban ahora era muy diferente al de antes. Por lo tanto,
Ainz pensó que estaría bien si los demás se dirigieran hacia el exterior,
siempre y cuando dejaran atrás al menos a uno de los Guardianes.
Dicho esto, él
dudaba en decirle eso a los Guardianes.
Y es que
Ainz temía que, como gobernante absoluto, su opinión terminara prevaleciendo
sobre los pensamientos y acciones independientes de los Guardianes. Él quería respetar
la autonomía de ellos.
Además, probablemente
las opiniones de Ainz carecían de sentido cuando Albedo y Demiurge, que eran
mucho más inteligentes que Ainz, estaban de acuerdo. Las ideas de un Guardián
sin duda serían mejores que las de Ainz, quien tiene un intelecto por debajo de
la media.
“¡Okay!
Entiendo, Ainz-sama. Entonces, ¿qué le trae hoy por aquí?”
“—Umu.”
Ainz dio una
respuesta solemne a la sonriente Aura. Para ser honesto, no había necesidad de
ser tan formal en este momento. El habitual “Umu” pronunciado de forma
majestuosa habría bastado. Sin embargo, terminó respondiendo con un tono pesado
mientras pensaba en si las cosas irían bien de ahora en adelante.
Esto acabó
teniendo un gran efecto en Aura, ya que su expresión se volvió seria en un
instante.
Esto era
malo, definitivamente iba a causar otro malentendido.
“Mier—”,
Ainz casi maldijo en voz alta. No sería capaz de seguir actuando si se daban
cuenta de que algo iba mal. Estaba seguro que, si le presionaban, su actuación
se vendría abajo y no podría hacer otra cosa que improvisar su salida.
“Primero,
sí, en primer lugar, he venido a reunirme con las elfas.”
“Sólo para
asegurarme, ¿estoy en lo cierto al suponer que usted se refiere a esas elfas
cautivas?”
Lo siento.
Como pensaba, no debí encubrir mi fachada de forma tan incómoda... por favor, no
me mires con esa mirada tan sincera... quiero ver esa sonrisa de antes...
“… Es tal y
como dijiste. Quiero saber lo que están haciendo ahora, y luego quiero
preguntarles sobre algunas cosas para preparar el siguiente paso.”
“Entendido.
Entonces las traeré aquí.”
Ainz sabía
que esto sucedería. O, más bien, que cualquier habitante de Nazarick
probablemente respondería de la misma manera que Aura lo hizo ahora. Por eso,
Ainz continuó con la explicación que había preparado de antemano, aunque era
más un engaño que una explicación.
“N-no, no
hay necesidad de eso. Porque estoy aquí para cumplir dos objetivos que tengo en
mente.”
“… Dos
objetivos, ¿verdad? Ainz-sama ha considerado tantas cosas sólo para una reunión
con las cautivas, ya veo...”
Miró a Ainz
con unos ojos llenos de admiración. Ainz apartó la mirada, incapaz de decirle
que se había preparado de antemano para las posibles discusiones de Aura y
Mare. “Mi primer objetivo, es utilizar mi presencia física para ejercer presión
mental sobre ellas. El segundo objetivo... no está directamente relacionado con
las elfas, pero todo tipo de criaturas que han sido trasladadas al Sexto Piso
después de que pusiéramos al Gran Bosque de Tob bajo nuestro control total.
Pensé que debía ver cómo resultaron las cosas con mis propios ojos. ¿Qué te
parece, Aura? Me gustaría que me enseñaras el lugar que más ha cambiado hasta
ahora, si no te molesta.”
Básicamente,
la gestión de los Pisos se dejaba en manos de sus respectivos Guardianes y Ainz
rara vez intervenía. Por lo tanto, Ainz nunca había tenido la oportunidad de
examinar los cambios de primera mano. Eso era una prueba de la confianza que
Ainz había depositado en los Guardianes. Si el trabajo de un subordinado iba
bien, la intromisión de un superior sólo podía considerarse una molestia.
Ya que se
había tomado la molestia de visitar a las elfas, pensó que también podía echar
un vistazo. No sabía cómo lo interpretaría Aura, pero el aire alrededor de ella
se volvió repentinamente más tenso.
“—Entendido.
Así que con el 'Primero' se refería a eso”, respondió Aura con una expresión
tensa.
“Y no es
necesario el 'si no te molesta' Ainz-sama. Ainz-sama es el gobernante
absoluto de Nazarick. ¡No necesita el permiso de ningún Guardián donde quiera
que decida ir!”
“¿Eh...?
Umm, umu. Estoy agradecido de oírte decir eso.”
“Decir que usted
está agradecido... Bueno, en ese caso, creo que el Campo de Flores es la zona
con mayores cambios, así que por favor déjeme guiarle hasta allí.”
“Campo de
Flores...” —Ainz buscó en sus recuerdos.— “Es el lugar donde se trasladaron
algunos de esos monstruos de tipo vegetal, ¿verdad?”
“Sí, eso es
correcto. Luego está la zona segregada donde hemos reubicado a los monstruos de
tipo vegetal no inteligentes, y la zona habitada por los monstruos de tipo
vegetal inteligentes; algunos de los cuales se han asentado en la aldea que
construimos hace tiempo y viven como lo hacen los humanos. ¿Quiere ir allí?”
Esa aldea había
sido construida dentro de Nazarick —en caso de que si se encontraban con otros
Jugadores en el futuro— con el fin de mostrar que eran capaces de coexistir
pacíficamente con los humanos. Aunque constaba de varias casas pequeñas y
campos de cultivo, era difícil llamar aldea para algo de esa envergadura.
Pero como no
había otra palabra adecuada para ello, terminó llamándose aldea de todos
modos.
“¿Ainz-sama,
recuerda a la dríade llamada Pinison?”
“… Sí, la
recuerdo bien.”
Esto era más bien una mentira, o mejor dicho, él no podía recordar el rostro de ella u otros detalles de ese tipo, sólo una vaga silueta. Por lo tanto, sí que recordaba a alguien así. Como la batalla(3) que tuvo lugar poco después de conocerla había dejado una mayor impresión, en comparación eso, ella era más bien un recuerdo adjunto. Francamente, Ainz no era bueno para recordar cosas como los nombres o rostros de las personas. Él era de los que anotaba su impresión de la persona que acababa de conocer, en el reverso de su tarjeta de visita.
“Ella es
ahora algo así como una Jefa de aldea.”
Al escuchar eso
de Aura, parecía que los monstruos de tipo vegetal eran un grupo caprichoso y
que el título de Jefa de aldea era sólo una posición autoproclamada. Pero al
haber actuado como intermediaria entre los monstruos de tipo vegetal que
llegaron por primera vez a Nazarick y otros monstruos de tipo vegetal, se había
vuelto ligeramente popular. Se podría decir que era la representante de los
monstruos de tipo vegetal que venían del exterior.
Había
algunos monstruos de tipo vegetal que eran más fuertes que Pinison y tendían a
no hacerle caso, pero con el apoyo de Aura y Mare no había existido ningún
problema hasta ahora.
Todos los
monstruos de tipo vegetal que llegaban a Nazarick recibían la 'Bienvenida' de
Aura y Mare. Esta Bienvenida consistía en una muestra de la fuerza de
Aura y Mare, así como en una exhibición de la multitud de otros monstruos que
les seguían. Después de haberse dado cuenta de la diferencia entre sus
respectivas fuerzas, la mayoría de los monstruos terminaban siguiendo
obedientemente las órdenes de los gemelos.
Además,
cuando los monstruos veían a los Dragones del Bosque —obtenidos de la tienda en
efectivo— que acompañaban a Mare, parecían sentir temor por él preguntándose si
en realidad era un dios. El último clavo en ese ataúd, fue cuando le vieron
crear una lluvia y aumentar los niveles nutricionales del suelo hasta unos niveles
aterradores.
“Pero no
creo que todos los monstruos lo adoren como un dios. Quizás se deba a que
algunos monstruos reconocen estos sucesos como obra de la magia druídica. Si
tuviera que explicarlo, es más bien una existencia que hay que alabar...”
Hmm, pensó Aura.
Ainz lo comprendió
más o menos. Sería algo parecido como alabar a un Jugador como un “dios” por
haber creado un equipo de aspecto impresionante. O tal vez fuera algo así como
ser un ídolo. Quizás era una mezcla de los dos.
“Ya veo,
entiendo lo esencial. De todos modos, si ustedes dos son capaces de someterlos sin
problemas, entonces está bien. No debería haber problemas con cualquier medio o
método que empleen— … ah, umm. Eso es todo.”
Ainz se
lamentaba ahora por su mala elección de palabras al saber que ellos se las
estaba arreglando muy bien. En lugar de balbucear palabras sin sentido durante
mucho tiempo, debía haberlos elogiado honestamente con un simple, “Bien hecho”.
Echó un rápido
vistazo a la expresión de Aura, y no parecía que ella estuviera particularmente
molesta. Pero, tal vez no lo estaba mostrando en su rostro.
Los
superiores no deberían utilizar palabras que desmoralicen a sus subordinados,
¿no he leído eso en alguno de esos libros sobre gestión...?
Ainz se
advirtió a sí mismo que debía tener más cuidado al elegir sus palabras. Y
también de tener en cuenta el tono y la forma de hablar.
“… Ejem.
Me gustaría ver la aldea, pero limitémonos al Campo de Flores esta vez. Me
disculpo por ello, sobre todo después de que te hayas tomado la molestia de
sugerir algo específico.”
Aura agitó
las manos en señal de angustia.
“¡P-por
favor, no se preocupe! Como dije antes, ¡Ainz-sama es el gobernante absoluto de
Nazarick! Por favor, continúe con este Piso como le plazca, Ainz-sama. Por
favor, ¡permítame disculparme por mi arrogancia al proponer tal sugerencia!”
“N-no es
necesario...”
... ¿Por qué
te disculpas? O, mejor dicho... ¿No es esa una reacción extraña de Aura, no muy
diferente a su reacción de hace un rato? ¿Es posible que el intento de
disimular mi error cuando nos encontramos haya provocado esta extraña reacción?
¿Piensa que estoy tramando algo? Las palabras de Aura no se hicieron esperar
ante el inquieto Ainz.
“No existe
ningún lugar en Nazarick donde a Ainz-sama se le deba negar la entrada... ¡No,
no debe existir ningún lugar así en todo este mundo!”
No, creo que
hay muchos lugares en este mundo en los que no debería entrar, pensó
Ainz. En particular, había muchos lugares en los que, en su opinión, sólo
deberían permitirse ingreso a las mujeres, pero si él manifestaba tal opinión,
Aura le respondería con toda seguridad que estaría bien que Ainz ingresara a
pesar de todo. Así que no respondió, ya que se convertiría rápidamente en una
situación incómoda si lo hacía — al menos para Ainz.
Al echar un
rápido vistazo a Lumière, se dio cuenta de que asentía con la cabeza, como si
dijera que así debía ser. De todos modos, era molesto inventar razones
para que no fuera así.
Teniendo
cuidado de no dejar que esos sentimientos internos se manifiesten, Ainz le
habló suavemente a Aura.
“Entonces,
por favor, muéstrame el camino.”
“¡Entendido!
Déjelo en mis manos.” —dijo Aura mientras se golpeaba el pecho.— “Entonces,
¿cómo deberíamos transportarnos? ¿Le gustaría montar algo?”
“Eso es
aceptable. ¿Puedo molestarte con eso?”
“¡Sí! ¡Por
favor, déjemelo a mí!”
Aura desvió
su mirada hacia algún lugar lejano y arqueó las cejas en señal de concentración
por unos segundos.
“Hay otras
bestias mágicas cerca, pero he decidido llamar a Fen y a Quadracile. ¿Le parece
bien?”
“No
necesitas mi aprobación para cada cosa que hagas aquí. Si Aura considera algo
aceptable, entonces, no tengo ninguna objeción.”
“Gracias.
Por favor, espere un momento.”
“Aah,
entonces estaré a tu cuidado.”, Ainz concluyó la conversación y comenzó a mirar
alrededor de la arena.
Los paseos
más agradables en la Gran Tumba Subterránea de Nazarick —tal actividad
provocaba un tipo de alegría diferente al tipo de entretenimiento disponible en
el Noveno y Décimo Piso— podían encontrarse en el Quinto y Sexto Piso. Aunque
era extremadamente raro, si el momento era el adecuado, se podía ver un
fenómeno luminiscente conocido como 'Aurora' en el Quinto Piso. Por desgracia,
parecía que la probabilidad de que apareciera era muy baja. En contraste, el
Sexto Piso era un lugar lo suficientemente entretenido para un paseo normal.
Estaban a punto de recorrer dicho Piso.
Ainz esbozó
una pequeña sonrisa mientras sentía que su inexistente estómago se aliviaba un
poco.
✧☠︎✧
“Disculpe”,
dijo Aura mientras se alejaba de su Amo y de Lumière para sacar un collar. Este
collar era un ítem de clase legado que permitía la comunicación bidireccional
con su par. Aunque era un ítem relativamente débil, ella siempre lo llevaba
equipado ya que la habilidad del ítem era inaccesible para el usuario a menos
que hubiera estado equipado continuamente durante dos días. Normalmente, los
ítems con tales condiciones especiales solían ser fuertes, pero este era una
excepción. Además, como una de las condiciones para el uso del collar era que
el usuario debía sostenerlo en la mano, lo cual no era óptimo durante los
combates serios.
Sin embargo,
las limitaciones mencionadas anteriormente fueron las únicas restricciones de
uso del ítem, que permitía una comunicación bidireccional indefinida. Era
discutible si un ítem de este tipo era lo suficientemente útil como para
justificar el uso de un espacio de equipo.
“Mare,
Ainz-sama ha venido de visita.”
Tras un
breve silencio, la voz de Mare resonó en su cabeza.
『Eh,
¿eh? ¿Ainz-sama ha venido aquí en persona? ¿Qué está pasando?』
“¿Qué otra
cosa podría ser? Es una inspección, ¡una inspección!”
『¡¿Eeeh?!』
“Probablemente
sea para comprobar si nosotros y los Guardianes de Área estamos gestionando correctamente
este Piso. … Por ahora, ha decidido sólo inspeccionar el recientemente alterado
Campo de Flores... pero deberíamos volver a comprobar que los Guardianes de
Área no estén holgazaneando ahora mismo.”
『¿Es
porque... este Piso es el que tiene más forasteros? ¿O está visitando cada Piso
por turnos?』
“—Ahh, tal
vez ese sea el caso.” Algo hizo «click» en el interior de la mente de
Aura. Por supuesto, podría haber sido nada más que la propia imaginación de Aura,
pero pensaba que Mare probablemente tenía razón.
“Ainz-sama
dijo que tenía dos objetivos en mente, pero se trata de Ainz-sama de quien
estamos hablando... No creo que sean sólo dos. Tal vez presionarnos así era su
tercer objetivo tácito.”
『Aah...
¿Quizás está confirmando si estamos manejando nuestras funciones más
importantes y fundamentales con diligencia a pesar de que nuestro trabajo
externo ha aumentado considerablemente?』
Tenían una
vaga idea de por qué Ainz estaba haciendo esto.
Aquellos que
alguna vez habían envidiado a Albedo y Demiurge por sus apretadas agendas —por
ejemplo, Shalltear y Cocytus— ahora se les asignaba cada vez más trabajo fuera
de Nazarick. Se les había dado la oportunidad de demostrar su lealtad con sus
extraordinarios logros militares, especialmente durante la destrucción del
Reino. Tal vez su amo había notado el tipo ambiente festivo que esto había
creado.
Independientemente
de las funciones auxiliares que se les hubieran conferido, Aura y los demás
eran, ante todo, Guardianes de Piso de la Gran Tumba Subterránea de Nazarick.
Tenían el deber absoluto e inmutable de defender, gestionar y controlar los
Pisos que se les habían asignado. Tal vez Ainz quería asegurarse de que no
descuidaban sus deberes más importantes a la luz de su creciente compromiso con
sus nuevas tareas asignadas.
Para Aura y
Mare, recibir una calificación insatisfactoria directamente de su amo, era lo
mismo que decir que habían fracasado como Guardianes de Piso. Si los demás Guardianes
de Piso —especialmente la Supervisora de los Guardianes, Albedo— se enteraban
de esto, seguramente regañaría a los gemelos mientras los miraban fijamente. El
hecho de que su amo no se lo hubiera dicho directamente, era probablemente un
acto de bondad.
“Tal vez anticipó
que difundiríamos la noticia de nuestra inspección a los otros Guardianes del
Piso, lo que los motivaría a poner sus asuntos en orden...”
『Eso
es posible. En ese caso, ¿ese podría ser su cuarto objetivo? Estoy seguro de
que debe haber algo más...』
Aura no pudo
pensar en nada más. Lo mismo sucedía con Mare. Les resultaba un poco frustrante
el pensar que Demiurge o Albedo seguramente serían capaces de anticipar los
objetivos de Ainz con mucha más precisión que ellos.
“De todos
modos, vamos a hacer los preparativos.”
『...
¿Eh? ¿Hacer los preparativos?』
“Ah, lo
siento. No te lo he dicho todavía. Te dije que Ainz tenía dos objetivos, ¿cierto?
El primero, era la inspección; el segunda, era reunirse con las elfas que
estaban asignadas a esas habitaciones vacías.”
『Ah,
esa gente... Son tan ruidosas, siempre diciendo 'familia real esto, familia
real aquello'. Espero que Ainz-sama se las lleve.』
Mare habló
con un toque de molestia en su voz.
Mare, cuyo
pasatiempo favorito era holgazanear en su futón, parecía ser considerado por
esas tres como alguien incapaz de cuidarse correctamente, por lo que terminaron
tratando de cuidarlo muchas más veces que a Aura. Esto incluía colgar su futón
para que se secara, ayudarlo a vestirse y a veces incluso intentar bañarlo.
Esto era demasiado para Mare, pero como se le había confiado su bienestar por
orden de su amo, no podía rechazar sin más sus esfuerzos de cuidado.
“—Ah, Fen y
Quadracile están cerca. No sé el tiempo que les tomará en llegar, pero haz los
preparativos inmediatamente, Mare.”
『Um.
Déjamelo a mí.』
Aura cortó
la conexión con Mare y volvió junto a su amo.
✧☠︎✧
Si algún
invasor que haya experimentado los horrores de Nazarick contemplara el Campo de
Flores —con una infinidad de flores recién florecidas en el Sexto Piso— probablemente
pensaría que se trataba del ocultamiento de algún monstruo que imitaba a las
flores o de una trampa mortal. Pero en este lugar no había nada de eso.
Aunque el
lugar suscitaba una sospecha extrema, lo cierto es que no había trampas que
esperaran a los intrusos.
En YGGDRASIL,
existían monstruos de tipo vegetal e insectoides que imitaban a las flores,
pero aquí no había monstruos de ese tipo. Además, ni siquiera había un Guardián
de Área estacionado en este lugar, a diferencia de lo que solía ocurrir en este
tipo de áreas.
Este lugar,
que podría considerarse que estaba bajo la supervisión directa de Aura y Mare,
en realidad era un hermoso campo de flores.
Ciertamente,
se había planificado convertirlo en una trampa.
No había
forma de que cualquier intruso que lograra llegar hasta el Sexto Piso,
considerara este lugar como un simple campo de flores. Serían cautelosos y
dudarían en acercarse, o tomarían la iniciativa y lo quemarían todo con ataques
basados en fuego que tuvieran efectos secundarios. Como contramedida para tal
ocasión, se habló de cultivar plantas que dispersaran un veneno letal o un
agente paralizante al ser estimuladas por el fuego. Sin embargo, las tres
mujeres del gremio se opusieron con vehemencia a tal idea, de modo que el plan
fue reelaborado. El resultado de eso fue este discreto campo de flores.
Así era como
Ainz recordaba el Campo de Flores, pero dicho campo tenía ahora un aspecto
diferente.
Del Campo de
Flores surgieron brotes lo suficientemente grandes como para albergar a una
persona entera. Había doce de ellos. Bastaba con echarles un vistazo para que
resultaran sospechosos — o mejor dicho, para que uno tuviera la certeza de que
algo sospechoso estaba ocurriendo.
Ainz rebuscó
en sus recuerdos.
Había muchos
monstruos en este mundo que Ainz desconocía, pero estaba seguro de que un
monstruo similar había existido en YGGDRASIL.
Un recuerdo
pasó por su mente como una estrella fugaz.
“¿Estoy en lo cierto al pensar que eso es una Alraune(4)?”
“¡Sí! ¡Eso
es correcto!”
No fueron
colocadas originalmente en Nazarick ni estaban entre los invocados después de que
Nazarick llegara a este mundo. No había duda de que eran una especie extranjera
— una de las traídas desde el Gran Bosque de Tob.
En el centro
del Campo de Flores, había una pala clavada firmemente en el suelo. Se trataba
de un Ítem de Clase Divino llamado, “Recuperación de la Tierra”.
Recuperación
de la Tierra, era un Ítem de Clase Divino con una durabilidad ridículamente
alta, pero, por otro lado, sus capacidades ofensivas eran extremadamente bajas.
Eso era porque la mayor parte de su capacidad de datos estaba dedicada a las
habilidades secundarias.
También en
el Campo de Flores, había una bestia mágica parecida a un conejo angora gigante
— una Aguja de Lanza. La escena idílica en el que estaba sentado en medio del
Campo de Flores comiendo una zanahoria gigante, tenía un encanto de cuento de
hadas, pero probablemente esa no era la razón por la que estaba estacionado
aquí.
Aunque Ainz
no podía confirmar sus sospechas sin preguntar a Aura, sospechaba fervientemente
que estaba aquí como guardián.
Pese a sus
apariencias, seguía siendo una criatura cuyo nivel se situaba por encima del
60. No importaba lo que hicieran las alraunes, no había duda de que podrían ser
aniquiladas fácilmente en caso de que fuera necesario.
“Por cierto,
la zanahoria que el chico de ahí está royendo fue recogida en la granja.
Pinison y los otros monstruos de tipo vegetal usaron sus respectivos poderes
para darle grandes cantidades de nutrientes, lo cual la transformó de una
zanahoria normal a esa cosa gigante.”
“¿No nutrida
sino transformada? ¿Es seguro para el consumo entonces? Aunque los venenos poco
potentes no tendrían efecto alguno en ellos dado su nivel...”
“No es
venenoso. Lo he consultado con el Jefe de Cocina y lo ha aprobado como
ingrediente. Lamentablemente, no proporcionan ningún efecto buff, a
diferencia de los materiales que se almacenaban originalmente en Nazarick. Simplemente
aumentó en tamaño y se hizo más dulce.”
“Es un gran
éxito como alimento, ¿cierto? ¿Podrían los agricultores ordinarios del Reino
Hechicero cultivarlos?”
“Es
imposible. En estos momentos, es difícil cultivarlas a gran escala incluso con
la ayuda de los monstruos de tipo vegetal. Aunque utilicemos el poder de 'Recuperación
de la Tierra', parece que tan solo uno de ellos puede absorber una gran cantidad
de nutrientes del suelo... no llegará a convertir el suelo en una zona desértica,
pero a menos que utilicemos magia para recuperar los nutrientes del suelo, los
campos tendrían que dejarse en reposo durante al menos un año...”
Mientras
Ainz y los demás miraban el campo, uno de los brotes —el más grande— se abrió lentamente.
“Esta es la Señora(5) Alraune. Está a cargo de las catorce alraunes de aquí.”
Aura la
presentó enérgicamente. No había duda de que se refería a la Alraune que se
estaba abriendo.
“¿Catorce?”
—Ainz se apresuró en preguntar, contando disimuladamente el número de alraunes.—
“¿No son doce?”
“Sí. Las otras
dos han nacido recientemente y están escondidas junto a las flores. ¿Debería
sacarlas?”
“… No, no es
necesario.”
Al haber
nacido dentro de Nazarick, ¿se contaría como uno de los monstruos de Nazarick?
¿O era diferente? ¿Cuáles eran sus habilidades? Muchas preguntas surgieron en
su mente, pero antes de que pudiera preguntarle a Aura, el capullo había
terminado de florecer.
Tal y como
esperaba, en su interior había un monstruo de aspecto femenino. Más bien, se
parecía mucho a algunos monstruos que había visto en YGGDRASIL. Para ser un 'Lord'
de su especie, no había mucha diferencia en ella, a excepción de su tamaño.
Su cabello y
sus ojos eran del mismo color que los pétalos de su flor, y todo su cuerpo era
verde, al igual que su tallo. No llevaba ropa, pero dado que su piel parecía
estar formada por una amalgama de finos tallos, su aspecto era bastante
extraño.
Los rasgos
que probablemente eran sus ojos, estaban inclinados hacia arriba y no parecían
nada amistosos. Daba la impresión de que el dueño de esos ojos estaba irritado.
De repente,
Ainz sintió una pequeña punzada de nostalgia. Le recordó a cierta chica del
Reino Santo con un par de ojos de aspecto feroz.
Ainz no era
de los que recordaban fácilmente los rostros de los demás, pero esos ojos eran
algo que había dejado una profunda impresión en él.
La expresión
del monstruo se transformó en algo perverso.
“Buenos días,
Aura-sama. En nombre de las razas verdes, le doy las gracias por la maravillosa
luz de sol que hemos recibido hoy.”
No había
hostilidad en esa voz cristalina. Al contrario, Ainz podía incluso percibir
cierto respeto. Parecía que la sonrisa de antes era sólo una expresión
sincera de bienvenida, pero incluso ahora, no podía evitar sentir que tramaba
algo detrás de esa sonrisa.
Las otras
alraunes agitaron sus pétalos, pero no parecía que planearan abrirse. Sin
embargo, se les podía ver echando miradas a Ainz sin que sus cabezas quedaran
completamente ocultas por sus pétalos.
Sin saber
qué significaba ese comportamiento, no podía afirmar que ellas estuvieran
siendo descortés. Quizás se trataba de una expresión mostrando el máximo
respeto en la cultura Alraune.
“Y entonces—”,
la Señora Alraune dirigió su mirada hacia Ainz.
“Este es el
gobernante de la Gran Tumba Subterránea de Nazarick, el rey entre reyes que
domina por completo no sólo ese bosque sino toda esta zona, que fundó el Reino
Hechicero donde muchas razas diversas pueden convivir en paz. El gobernante
absoluto, Su Majestad, ¡el Rey Hechicero Ainz Ooal Gown!”
Después de
que Aura anunciara con orgullo la presencia de Ainz, el rostro de la Señora
Alraune se volvió aún más perverso. Los pétalos de las otras Alraunes temblaron
y comenzaron a ocultar lentamente sus rostros. ¿Era porque estaban alarmadas o
asustadas? ¿O quizás era una señal de gran admiración?
Era
imposible juzgar solo por las expresiones de sus rostros, pero Ainz sintió que
probablemente era lo segundo.
“Es un honor
recibir a su gracia, el soberano de esta tierra, el gobernante del Reino
Hechicero y, sobre todo, el amo de Mare-sama y Aura-sama, Su Majestad, el Rey
Hechicero Ainz Ooal Gown.” —Sus brazos abiertos probablemente eran una forma de
saludo.— “Me llamo Violeta. Estoy encantada de conocerle.”
Oye, ¿acaso
no es ese el color de tu cabello?, pensó Ainz.
En pocas
palabras, era un nombre sencillo y poco pensado. No es que esto sea algo que
Ainz pudiera decirlo en voz alta. Burlarse en la cara de alguien por un nombre
que (probablemente) le habían puesto sus padres, no era una buena idea.
“Umm. Lo
recordaré. De todos modos, esta tierra está confiada a Aura y Mare. Es poco
probable que haya una situación en la que recibas instrucciones directas de mi
persona. Debes seguir actuando de acuerdo a las órdenes de los gemelos.”
Terminó su
frase con palabras vagas porque no sabía cómo los gemelos manejaban a estas
alraunes. Ainz había experimentado por sí mismo los problemas que podían surgir
cuando el director general y el jefe de departamento daban órdenes
contradictorias.
En primer
lugar, no tenía nada valioso que decir porque no sabía qué trabajo se les había
encomendado a las alraunes, ni cómo se las estaban manejando.
“Entendido,
Su Majestad el Rey Hechicero.”
¿No es
sorprendente su etiqueta para alguien que se supone que ha vivido en el bosque? Ainz alabó
el sentido de la formalidad del monstruo. ¿Cuándo y dónde adquirió este
conocimiento? ¿Fue entrenada por los gemelos? O en algún otro lugar...
—O, aunque la forma en que hablaba podría llevar a ese matiz, ¿quizás en realidad estaba hablando de una manera más parecida a la de una Alraune? Por ejemplo, podría decir algo así como: “Ainz es un capullo muy grande(6)”.
Era bueno
que pudieran comunicarse entre sí, pero Ainz se preguntaba si esta desconexión
podría crear algún problema. De todos modos, no es que le importara mucho que
le llamaran capullo.
Y así, Ainz
miró alrededor del Campo de Flores.
Pensó que las
alraunes obstruían un poco su campo de visión, pero al menos todo lo demás
seguía como lo recordaba. Con una sonrisa apenas perceptible —aunque su rostro
no se movió, por supuesto— se dio la vuelta enérgicamente, tratando de parecer
lo más elegante posible mientras hacía girar su túnica. Allí le esperaban
Fenrir e Itzamna, la mascota de Aura, junto a Lumière.
Cuando
empezó a caminar, Aura se apresuró a ponerse a su lado y preguntó: “¿Está bien
dejarlo así? ¿Les concederá una audiencia a las otras alraunes?”
“No, eso no
será necesario. He visto lo que quería ver. Ahora, ¿puedes llevarme donde esas
elfas?”
“Entendido”,
respondió Aura y, junto a ella, Ainz cabalgó con Fen por el Sexto Piso.
Pronto se
acercaron a su destino. Mirando hacia arriba, pudieron ver el árbol ligeramente
deforme que era la residencia de Aura y Mare asomando entre las ramas de los
árboles de gran altura.
Al cabo de
unos segundos, salieron del bosque y ante ellos se extendió un prado. En el
centro del prado había un árbol robusto, más ancho que alto, con sus ramas excesivamente
crecidas proyectando sombras sobre el suelo.
Ante una
abertura en el tronco del árbol, se encontraban Mare y las tres elfas que lo
atendían. No había duda de que estaban allí para dar la bienvenida a Ainz. No
sabía en qué momento Aura había conseguido ponerse en contacto con Mare, pero
si había sido inmediatamente después de que él llegara al Piso, podría haberles
hecho esperar un buen rato.
No era como
si hubiera prometido reunirse con ellos a una hora fija, así que Ainz no tenía
ningún motivo para sentirse culpable.
Pero,
bueno...
Supongamos que
Ainz fuera el director de una sucursal y recibiera una llamada de que el
director general —que había viajado desde la sede central— acababa de llegar a
la estación de tren más cercana. Él también habría salido inmediatamente a
esperar frente a la oficina de la sucursal. Era inconcebible que no preparara
una bienvenida. Con ese pensamiento en mente, se podría decir que Ainz tuvo la
culpa de no avisarles de la hora exacta a la que llegaría.
Ainz quería
decir que él no tenía la culpa, puesto que no había pensado en ese punto hasta
que ya habían llegado, pero ¿podría considerarse realmente una excusa legítima?
No estaba seguro de cuánto tiempo ellos le habían esperado, pero sabía que si él
decía, “No tenían que esperarme”, no tendría nada que decir en respuesta a la
reprimenda de que tenía que tener mayor consideración con los sentimientos de
los demás y la posición en la que se encontraban.
Y también—
Lumière y
las demás sirvientas probablemente se disgustarían si las elfas llevaran
uniformes de sirvientas.
Las sirvientas
regulares estaban muy orgullosas de servir a Ainz. Había oído decir a Sebas
que, si bien las candidatas a sirvientas del exterior no serían intimidadas
directamente, sí lo serían indirectamente, al no enseñarles a desempeñar
correctamente sus funciones y demás.
Probablemente
no les importaría mucho en este caso, ya que las elfas actuaban como sirvientas
al servicio de Aura y Mare, pero no podía estar seguro al 100%. Además, puede
que no les gustara que las elfas llevasen el mismo uniforme que ellas. Para las
sirvientas regulares, su uniforme era como si fuera un uniforme de combate.
Fenrir llegó
antes que las cuatro personas que esperaban allí.
“Gracias por
venir aquí a darme la bienvenida. Estoy muy complacido con la profundidad de tu
lealtad.”
Antes de
desmontar de Fenrir, Ainz tomó la iniciativa de hablar primero. Había pensado
en esperar a que Mare lo saludara primero, pero decidió que este enfoque
dejaría una mejor impresión.
“M-muchas
gracias.” Sonriendo, Mare inclinó la cabeza y las tres elfas lo imitaron rápidamente.
¡Bien!
Ainz levantó
el puño mentalmente ante el aparente buen comienzo que tuvo, y miró a las elfas
después de que levantaran la cabeza.
El rostro de
todas ellas — no, sus cuerpos enteros parecían rígidos. las elfas tragaron
saliva al recibir la mirada de Ainz.
Se mirase
como se mirase, todas estaban demasiado tensas. La cuestión era si se debía al
miedo u otra cosa. En otras palabras, si se trataba del miedo a una muerte
inminente por parecer irreverente, o de la tensión que uno sentía al conocer a
una persona famosa.
Para
asegurarse que era así, Ainz comprobó si su aura estaba activa. No proyectaba
ninguna hostilidad o intención asesina a las elfas, así que eso no debería ser
la causa de su miedo.
Esto es
inesperadamente problemático, aunque hasta ahora todo iba bien...
Los
oponentes tendían a ser sensibles a las emociones de los seres fuertes como
Ainz, y terminaban siendo dominados por el miedo. En cierto sentido, esto era
como ser leído por el oponente, así que también recibió varias indicaciones
durante su entrenamiento con Cocytus para evitarlo. Por otro lado, el propio
Ainz no podía sentir la intención asesina de los demás.
Obligó a
Cocytus —que detestaba la idea— a dirigir su intención asesina hacia él y terminó
sintiendo cierta presión. Sin embargo, no estaba seguro de si eso era lo que se
conoce como intención asesina. Tal vez los no-muertos no eran buenos
para percibir ese tipo de cosas.
Los no-muertos
eran completamente inmunes a los efectos mentales, así que tal vez percibir la intención
asesina podría contarse como un efecto mental en un sentido amplio.
Dicho esto,
Shalltear podía percibirlo perfectamente. Cocytus dijo: “Tal. Vez. Aumentar. La.
Habilidad. De. Uno. Como. Guerrero. Hace. Que. Fuera. Más. Fácil. Sentir. Tal. Emoción”.
Ainz pensó que probablemente debería incluir en su aprendizaje, la habilidad de
sentir tales emociones como uno de sus objetivos futuros. Tal vez se debía a
que Ainz era demasiado tonto para sentir tales emociones.
Oops— demasiados
pensamientos sin sentido.
Mare empezó
a hablar al mismo tiempo que Ainz empezaba a recuperar la compostura.
“U-umm, y-ya
ves, sobre Ainz-sama q-queriendo reunirse c-con estas e-elfas hoy, ¿sucede algo?”
Aunque Mare
estaba más tímido que de costumbre, parecía que ya había escuchado los detalles
de Aura. Esto facilitó las cosas.
Ainz dirigió
su mirada de Mare hacia las elfas con un movimiento exagerado. Las elfas
volvieron a dirigir su mirada a sus pies como si quisieran escapar de su
mirada. Estaban visiblemente temblorosas.
Se mirase
como se mirase, esto no nacía de la tensión.
Probablemente
esto se deba al miedo. ¿Siguen en guardia a pesar de haber sido subordinadas de
un par de niños Elfos Oscuros? Sinceramente, después de prometer su lealtad y
vivir aquí en paz durante todo este tiempo como seres vivos, habría sido genial
que entendieran que este no-muerto es diferente a los que conocían... Bueno, mi
apariencia es así. Aunque sus mentes lo entendieran, sería difícil que sus
corazones lo aceptaran.
En este
mundo, se decía que los no-muertos odiaban a los vivos y eran considerados
enemigos de todos los seres vivos. Así que era natural que estas elfas se
pusieran en guardia y temblaran de miedo ante el ser no-muerto que tenían
delante.
Tal vez su
reacción hubiera sido diferente si hubieran vivido bajo el mando de Shalltear y
se hubieran acostumbrado a los no-muertos, pero apenas había no-muertos en el
Sexto Piso, así que no podían hacer nada al respecto.
—Después
de todo, ver algo en primera mano es más efectivo que oírlo cien veces.
Lo mismo
ocurría en YGGDRASIL. Las técnicas categorizadas como habilidades del Jugador,
eran más fáciles de entender al verlas directamente en contraste con sólo obtener
una explicación verbal. Por supuesto, también se necesitaba practicarlo unas
cuantas veces —no, cientos de veces— para aprenderla por sí mismo.
“… Sí, así
es Mare. Quiero hacer una... sí, una simple pregunta a las que están detrás de
ti.”
Las elfas
empezaron a respirar más rápido y superficialmente.
No necesitan
tener tanto miedo, quiso decir Ainz desde el fondo de su corazón. Por
supuesto, no podía decir: “no hay nada que temer~~” con una voz alegre. No
podía romper su personaje de gobernante de Nazarick, Ainz Ooal Gown, pero sería
molesto si ellas no se sintieran a gusto.
“… No tienen
que preocuparse tanto. No he venido a hacerles daño.”
Quiso
continuar con: “Así que estén tranquilas”, pero se detuvo tras pensar que ni
siquiera él se lo creería si se lo dijera un ser temible. Incluso si el
director general los invitara a una reunión informal, dudaría que hubiera algún
empleado que ignorara su condición tan fácilmente.
Haa. Qué
molesto...
Aunque sabía
que sería una mala jugada, de repente sintió unas ganas de lanzar「Dominar」.
Era porque no confiaba en poder engatusarlas o hacerlas sentir a gusto.
La persona
recordaría lo que dijo, e hizo incluso después de que la magia terminara.
Además, el uso de la magia de control mental se consideraba un acto bárbaro en
otros países.
No sabía
cómo lo veían las elfas, pero desde luego que no lo encontrarían nada
agradable.
De hecho, si
alguien llegara a hacer eso a alguien de Nazarick, incluso Ainz esperaría una
oportunidad para matarlo.
Por
supuesto, Ainz no dudaría en utilizarlo para reunir información importante. En
todo caso, incluso estaría dispuesto a lanzar「Controlar
Amnesia」sin dudarlo.
Pero, no
había necesidad de ir tan lejos en el escenario actual. No es que estuviera
seguro de que ellas hubieran hecho algo malo, o le estuvieran ocultando alguna
información.
¿—Zenberu?
En aquel entonces era diferente. Si uso magia para obtener información cuyo
contenido podría conseguir fácilmente hablando con ellas, pondría en duda las
habilidades de Aura y Mare.
Los gemelos,
no, todos en la Gran Tumba Subterránea de Nazarick tenían una lealtad eterna
hacia Ainz; creían que cualquier cosa que hiciera sería la correcta — lo cual
era una forma de pensar peligrosa en su opinión.
Por eso, no
debía dar una impresión de insatisfacción con su trabajo en la medida de lo posible.
No podía entender a qué podía llevar un malentendido de este tipo, además,
tampoco es que estuviera insatisfecho con el trabajo de los gemelos.
En caso de
que fuera a utilizar la magia de control mental, debería haberlo hecho desde el
principio.
No lo hizo
cuando fueron capturadas inicialmente porque quería convertirlas en aliadas a
través de la buena voluntad — quería posicionarse como su salvador. Teniendo en
cuenta la inversión que se hizo en ellas hasta ese momento, usar magia de control
mental para forzarlas sería una falta de visión.
“—Umm. En
primer lugar, este no es lugar para tener una conversación. Vayamos a otra
parte.”
Si no tenía
confianza a que ellas abrieran sus corazones a través de las palabras, podría
utilizar un método diferente. Primero, cambiar de lugar.
“En ese
caso, ¡vamos arriba!”
“¡Si! ¡P-por
favor, hágalo!”
“Aa—”
Ainz dirigió
su mirada hacia arriba — hacia el árbol gigante.
¿Cómo podía
ser este lugar el sitio para su conversación?
En cierto
sentido, se podría decir que este era el terreno de las elfas, así que, ¿no
sería más fácil para ellas hablar aquí? Pero si lo hacían, ¿quién iba a preparar
las bebidas? ¿Serían Aura y Mare? No, no sería un problema si Lumière, que
vino, hiciera eso.
No está mal.
Al final, la única diferencia consiste en si la conversación tendría lugar en
un ambiente armonioso o tenso. Si abrirían la boca por buena voluntad o por
presión. Ummm, no queda mucho tiempo. Es raro, aunque ya he preparado el
material de presentación y he simulado sus preguntas y respuestas... como hice
en el Reino Enano y en el Reino Santo... ¿Estoy un poco fuera de mi confort
últimamente?
Había sido
invitado por el otro bando, por lo que debía responder lo antes posible.
Desafortunadamente, siempre terminaba pensando demasiado en tales situaciones.
… Hablando
de eso, nunca vi a las sirvientas regulares sirviendo bebidas a los invitados
sin órdenes. N-no, lo hicieron... una vez... tal vez.
No había
manera de que ellas no prepararan las bebidas. Cuando Ainz las había pedido anteriormente,
ellas le proporcionaban inmediatamente una selección de bebidas. Así que
probablemente estaban guardadas en algún lugar de la habitación de Ainz. Las sirvientas
regulares se esforzaban cada día para convertirse en las sirvientas perfectas.
Era difícil pensar que se olvidaran, o que simplemente fueran insensibles a
tales necesidades.
Eso
significaba que probablemente pensaban que como Ainz —el gobernante— no bebía,
entonces los demás tampoco deberían hacerlo. Era similar en cómo era incómodo
para los subordinados tomar una copa cuando el CEO no lo hacía.
La forma
correcta de hacer las cosas, sería preparar bebidas para Ainz —aunque no
pudiera beber— y luego, además de eso, proporcionarlas también a los demás.
Lo siento
por los invitados que tuvimos hasta ahora...
Decidió
hablar sobre este tema con Pestonya más tarde, ya que se estaba poniendo
nervioso por estar desperdiciando demasiada energía mental en cosas no
relacionadas con esta reunión.
Espera, eso
no es lo que debería estar pensando ahora. Debería estar eligiendo el lugar
para nuestras bebidas. Los gemelos pensarán que no me gusta tomar el té en casa
de ellos si los hago esperar más. Eso sería malo. ¡Pero—! Preocupado,
Ainz miró a su alrededor.
“¡Ah!”
Ainz
reprimió el movimiento de sus hombros ante la repentina vocalización de Aura.
Su mente también se despejó forzosamente de los pensamientos excesivos con este
repentino susto.
“¿Ainz-sama
está pensando en tener la conversación en otro lugar del Sexto Piso?”
“Mm, umm.
Así es. El clima es estupendo, así que estaba pensando que tal vez deberíamos
hacerlo al aire libre.”
“En ese caso, haré los preparativos. ¡Tenemos sombrillas y una mesa para nosotros! ¡Estas eran las cosas que Bukubukuchagama-sama usaba cuando tenía que conversar con los otros Seres Supremos! Podemos usarlas. Hay una casa vacía en el pueblo. Además, aún no se lo he enseñado a Ainz-sama, ¡pero también hay un gazebo(1) en este Piso!”
“Recuerdo
haberlo visitado con los demás.”
Ainz recordó
de repente el tiempo que pasó con sus compañeros hablando sobre cosas sin
sentido.
—Siento que
últimamente las recuerdo cada vez menos.
Quizás fue porque
dejó de ver las sombras de sus camaradas en los NPCs. O porque se estaba
olvidando poco a poco de sus antiguos camaradas, o tal vez había empezado a ver
a los NPCs cada vez más como entidades independientes. Estaría bien que fuera
el segundo caso, pero sería triste que resultara ser el primero.
Todos los
recuerdos agradables de Suzuki Satoru que brillan incluso ahora, fueron hechos
con sus antiguos camaradas.
…… ¡No es
eso! ¡No son recuerdos del pasado! ¡Ainz Ooal Gown todavía está aquí! ¡Todavía
está vivo!
Ainz dejó
escapar un suspiro mientras su corazón ardía de emociones que no podía
describir. Dirigió su mirada hacia Aura y Mare.
… Chicos...
Me pregunto cómo se sintieron cuando esas personas abandonaron este lugar...
No, por aquel entonces todavía eran NPCs. Si en ese momento... ups.
Sacudió la
cabeza.
Sus
pensamientos se estaban yendo por demasiadas tangentes. Tenía que asegurarse de
que este plan tuviera éxito.
Ainz echó un
vistazo a su alrededor, parecía que nadie notaba nada extraño en él.
Probablemente
pensaban que él estaba reflexionando sobre la propuesta de Aura. Ahora era un
buen momento para ponerle fin a sus pensamientos.
“Bueno
entonces... Este Piso no está mal, pero esta es una ocasión tan rara que bien podríamos
tener nuestra conversación en otro lugar. Tal vez sea bueno que ellas echen un
vistazo a otros lugares que están bajo nuestro dominio.”
Si quería
contar con su buena voluntad, sería mejor que fuera en un lugar al que
estuvieran acostumbradas, pero él sólo quería alejarse de aquí.
En ese caso,
¿cuál sería un buen lugar? Había dos opciones. Una, era E-Rantel. La otra, era
el Noveno Piso de Nazarick.
Estas elfas
se llevarían una buena impresión si vieran las diversas razas que coexistían en
E-Rantel, pero no podía estar seguro de que no hubiera problemas. Si ocurriese algo
violento —como que los atacasen—, él tenía muchas formas de proteger a las
elfas lo cual también ayudaría a ganarse la confianza de ellas. Sin embargo,
sería problemático si alguien hiciera algo que diera una impresión negativa a
las elfas. Por ejemplo, si alguien se pusiera a fingir y dijera que el Rey
Hechicero es la fuente de todas sus dificultades.
Como parte
del plan, quizá podría hacer el uso de control mental en algunos humanos y
hacerlos trabajar en conjunto, pero eso sólo haría que las elfas sospecharan.
En primer
lugar, Ainz era una fuente de temor en E-Rantel. Aunque había gente que lo
admiraba — eran una minoría. La proporción era algo así como de 7 a 3, por
desgracia. Por lo tanto, sería una mala idea si las dejara ver que la gente le teme.
Además, existía el peligro de que las elfas se hicieran una idea equivocada de
que las distintas razas de E-Rantel habían sido traídas allí como esclavos.
Con eso en
mente... Como pensaba, debería ser en el Noveno Piso. En ese caso, ¿en qué
parte del Noveno Piso sería?
¿Debería ser
la habitación de Ainz, contándola como práctica para Lumière en el suministro
de bebidas?
Ainz
reflexionó.
Tomar bebidas
en la sala del CEO o en una cafetería. ¿Cuál de los dos les haría sentir más
cómodas si estuviera en su lugar?
“Sólo hay
una respuesta. No hay nada más que pensar. Vamos al Noveno Piso. Allí está la
cafetería. Hablemos mientras almorzamos algo ligero— ¿Ya han almorzado?”
“N-no,
todavía no.”
“Ya veo.
Entonces, es el momento justo.”
En realidad,
Ainz también estaba tratando de relajarlas al tener sus estómagos llenos.
Tardó un
poco en llegar, así que le preocupaba que ellas ya hubieran almorzado. Pues no,
estaban informadas de antemano de su llegada. No podían haber tenido margen
para almorzar cuando no sabían la hora exacta de su llegada.
“Bien.
Entonces, hablemos mientras almorzamos.”
Ainz dirigió
su mirada hacia las elfas, “¿Qué les parece?”
Las elfas
empezaron a entrar en pánico, tratando de empujarse unas a otras para ser la
elegida y dar una respuesta. La que estaba en el medio terminó respondiendo, más
como consecuencia de haber sido presionada por ambas partes que por voluntad
propia de erigirse como su representante.
“S-sí. Si
les parece bien a Aura-sama y a Mare-sama.”
Desde luego,
no era algo que él pudiera decidir sin preguntar a los gemelos, pensó Ainz, así
que les preguntó a ellas también.
“Si no hay
problema, quiero llevarlas a la cafetería. ¿Qué les parece? Quiero que los dos vengan
también si es posible.”
“¡Nos parece
bien! ¿Verdad, Mare?”
“Uh, nn. Ah, no, quiero decir que sí. Me parece bien eso tal como dijo m-mi onee-chan.”
“Eso está bien. Así que...” —Ainz miró a las elfas— “Voy a abrir un「Gate」.”
Notas
- ↑ Hitori: Una empresa negra es un término japonés para las empresas con malas condiciones de trabajo.
- ↑ Raruk Berg: El rastrillo es la puerta enrejada que cerraba habitualmente los castillos, fortalezas, alcázares y otros edificios en la Edad Media.
- ↑ Raruk Berg: Esta batalla es contra el Árbol del Mal, el cual es una historia especial que vino en un CD-drama.
- ↑ Raruk Berg: La Alraune, es un tipo de monstruo que vive en regiones boscosas y tiene la forma de una bella mujer envuelta con los pétalos de una flor gigante.
- ↑ Raruk Berg: Lleva el título de ‘Lord’, pero puesto que es de género femenino lo dejé como Señora en lugar de Lord.
- ↑ Hitori: Ainz parece estar considerando si las travesuras de auto-traducción están en juego aquí.
- ↑ Raruk Berg: Un gazebo es un pabellón cubierto que se ubica en un jardín, un parque u otro sitio abierto. Suele tener forma circular o hexagonal y presentar columnas que sostienen una cúpula.