Drama de las Tres Damas - Especial

Drama de las Tres Damas

IMPORTANTE:

※ Este especial fue escrito por el mismo Maruyama, el cual vino con el Tomo 1 del manga. Esta historia es canon ya que forma parte de la historia principal.

Traductor jpn-ing: Yen P***
Trad/Correc. ing-esp: Raruk Berg

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Hace mucho tiempo, los miembros del gremio conocidos como los 41 Seres Supremos, quienes crearon la Gran Tumba de Nazarick, dieron a cada Piso sus propias características. Por ejemplo: uno era una jungla, el otro era un glaciar, y así sucesivamente. De esa forma, era como si diez mundos diferentes estuvieran encerrados dentro de la tumba.

¿Qué características tiene el Noveno Piso? Si tuviéramos que describirlo, podría decirse que es como un palacio divino. Dado que las 41 cámaras privadas permanecen allí (aunque sólo queda un Ser Supremo) — así como la residencia de la "Súcubo de Blanco" Albedo, quien ocupa la posición más alta entre los NPCs de la tumba —, las habitaciones son similares a las suites de un hotel de lujo. En realidad, sería más correcto llamarlas casas en lugar de habitaciones privadas. Una de ellas tiene un piano de cola e incluso un pequeño bar. Son espacios con cocinas amplias, habitaciones múltiples y baños dobles.

Además, todo en ellas, desde el tapiz hasta los muebles, es precioso y está calculado para no fatigar la vista de sus habitantes; cualquiera disfrutaría contemplar una decoración tan exquisita, y se impresionaría de tal forma que incluso se le escaparía un suspiro de admiración.

Sin embargo, no era posible asegurar que los visitantes siempre reaccionaran de esta forma. En especial en ese preciso momento, en una habitación en particular, donde se encontraba una chica que no parecía estar animada en lo absoluto; tenía los brazos cruzados sobre la mesa cubierta por un mantel blanco, con la barbilla apoyada encima. Había una chispa helada en lo más profundo de sus ojos entreabiertos: además de una gran belleza, un carácter perspicaz y calculador parecía habitar en ellos.

Shalltear Bloodfallen, la vampiresa Guardiana de los tres primeros Pisos, se dirigió a su amiga, quien exactamente tenía la misma mirada desde que había entrado en la habitación.

"¿Q-qué sucede, Aura? Tus ojos me recuerdan a esa basura que alguna vez osó desafiar a Ainz-sama y al que le arranqué los dedos ~arinsu."

Sin embargo, no fue la Elfa Oscura, Guardiana del Sexto Piso y que estaba allí de visita, quien contestó, sino Albedo, la dueña de la habitación. Había una luz gentil en sus ojos dorados y le dedicó una tierna mirada a Aura. Era la mirada de una diosa, pero Aura sabía que esa gentileza era superficial, así que no se alegró en lo absoluto.

"Debe estar cansada. Los Elfos Oscuros necesitan dormir, a diferencia de los demonios como yo o no-muertos, como tú, Shalltear."

"Ya veo... ~arinsu", respondió Shalltear, sin comprender en absoluto cómo se sentía Aura.

"Eso tiene sentido ~arinsu. Además, Aura es apenas una niña. Cuando a los niños les da sueño, hacen ese tipo cara... Oh, pero, Albedo, aunque los demonios no necesitan dormir, comer ni beber, pero es posible hacer cualquiera de ellos, ¿a qué se debe eso ~arinsu?"

"La Gula y la Pereza son dos de los Siete Pecados Capitales y, por lo tanto, inherentes en los demonios. Por supuesto no obtenemos ningún beneficio de ello, así que, en lo que respecta a necesidades, no tenemos ninguna."

Incluso comer una comida que diera un buff, no tendría ningún efecto en un demonio. Alimentar a uno era como tirar valiosos alimentos a la basura.

"AHHH…", Aura suspiró en voz alta para que las otras dos pudieran escucharlas. Albedo y Shalltear dejaron su conversación inconexa y la miraron. Aura les dirigió una mirada de fastidio con sus ojos entrecerrados.

"Ya sé que es de noche, pero eso no quiere decir que esté cansada. Es otra cosa. Me encontré con Demiurge y me dijo: 'Aura, asegúrate de que esas dos no se salgan de control.' ¿No es un poco extraño?" Aura imitó muy bien la forma de hablar de Demiurge, que el rostro del Guardián del Séptimo Piso —un demonio que usualmente quedaba fuera de las órdenes de su amo— vino de inmediato a la mente de las tres.

"Si, es extraño."

"¿Verdad?”, asintió Aura, al sentirse apoyada por la respuesta de Albedo.

"Quién debería tomar el control es Ainz-sama~ ️."

"¿Huh?" Aura tocó sus largas orejas élficas, pensando que no había escuchado bien.

"¡Así es, estás en lo cierto! ~arinsu", afirmó a su vez Shalltear, ignorando la confusión de Aura.

"Sería mejor si él estuviese arriba ~arinsu, con un látigo en una mano. Sí, nos azotara y— ¡Oh!, nosotras tendríamos que tener mordazas de anillo en la boca ~arinsu."

Esa conversación solo iría de mal en peor. Cuando dos locas se juntan, nada puede detenerlas. Y si se pasaban de la raya, ¿quién podría arreglar las cosas?

Probablemente yo… Se dijo Aura muy sabiamente, e intervino antes que Albedo, sonrojada y con los ojos relucientes hablara:

"¡… Eso no es lo que quería decir! Él cree que mi trabajo es vigilarlas. ¿Por qué?"

"Es cierto, tú eres la más joven aquí. así que es extraño que él crea que puedes manejarlo. De acuerdo, ya entiendo. Yo tomaré la responsabilidad." Albedo, infló su pecho, empujando sus amplios pechos gemelos hacia delante. Shalltear, hinchó su propio pecho en competencia, y la imitó. Tenía grandes pechos para su edad, pero Aura sabía la verdad detrás de la respuesta de la chica; las únicas emociones que surgieron en su mente fueron lástima y tristeza en su corazón.

"Creo que no entiendes el punto."

"¿Qué punto?" —Aura se encogió de hombros y suspiró como una exhausta empleada de mediana edad.—  "… Olvídalo, en cualquier caso, ¿para qué nos llamaste?"

"En realidad, yo también tengo curiosidad. ¿Sucedió algo ~arinsu?"

"Bueno, la verdad es que no puedo hablar de esto con cualquiera, pero hay algo que me preocupa." Uno pensaría que hay un motivo importante por el cual la Supervisora de los Guardianes llamaría a dos Guardianes individuales de Piso a su habitación, pero sería muy ingenuo de nuestra parte.

Aura conocía perfectamente a Albedo, así que apartó la mirada y se acercó al puesto de pasteles plateados de tres pisos que estaba en la esquina de la mesa. Si se llenaba la boca con varios pasteles preparados hechos por el Jefe de Cocina, podría escapar de su dolorosa realidad y habría valido la pena ir allí.

"Oye, Aura, ¿me estás escuchando?"

"Si, sí, claro que te escucho. Solo ve al grano de una vez." Pero no se detuvo, se sirvió el pastel cuidadosamente, asegurándose de no tirar nada. Sería un desperdicio tirar la crema batida...

"No parece que lo estés tomando muy en serio..."

Percibiendo un poco de molestia por su tono de voz, Aura, que valoraba a sus amigas, dejó lo que estaba haciendo — aunque no sin antes terminar de servir su pastel.

"Si necesitas hablar con alguien, ahí tienes a Shalltear. Qué fastidio... bueno, ¿y de qué se trata?"

"Se trata de mi armadura."

"¿Tu armadura? ¿Y qué pasa con ella ~arinsu?"

"Antes de contarles, me gustaría saber qué tanto saben sobre ella."

Aura y Shalltear se miraron una a la otra y hablaron por turnos.

"Estaba hecho por uno de los Seres Supremos, ¿no es así?"

"Yo he oído que es el único ítem de Clase Divino que posees ~arinsu."

 Los ítems mágicos se categorizan dependiendo de la cantidad de datos —en este mundo, magia— que contengan. Esas categorías van del nivel Bajo, luego pasan al nivel Medio, luego el Superior y finalmente al nivel Más Alto, los Ítems de Clase Divino.

"Así es, ambas están en lo correcto. Mi armadura, Hermes Trismegistus, es un Ítem de Clase Divino. Pero—" Albedo sacó del aire su robusta, gruesa y aparentemente resistente armadura negra de la nada. Hizo un ruido.

"Shalltear, tú puedes lanzar un hechizo que analiza los poderes mágicos de un ítem, ¿cierto?"

"Claro ~arinsu." —Shalltear se levantó, se acercó a la armadura, lanzó el hechizo y frunció el ceño.—  "¿Huh? Digo, para ser un Ítem Divino es un poco... ¿Acaso tiene un hechizo que evita a otros que puedan ver su poder ~arinsu?"

"No. Tu lectura fue correcta. Mi armadura puede ser muy fuerte físicamente, pero no tiene ningún otro poder."

Sin duda, es algo muy extraño, pensó Aura.

Tenía sentido que como Tanque —uno que atrae los ataques del enemigo—, Albedo tuviera una armadura que no diera prioridad a la resistencia. El problema era que carecía de otros poderes. Por ejemplo, no tenía resistencia a ataques elementales como el fuego, o hielo, ni tampoco a cualquier otro tipo de magia. Tampoco potenciaba ninguna de sus habilidades. Había muchas maneras de mejorar su potencial, lo cual probablemente lo habría vuelto un mejor ítem. Sin embargo…

"¿Y entonces? ¿Estás diciendo que tienes un problema con un ítem que te fue otorgado por un Ser Supremo? No es algo que se pueda tomar a la ligera…"

Cualquier falta de respeto a los Seres Supremos era imperdonable. No sólo Aura, Shalltear también la miraba con severidad.

"No, no me malinterpreten. No es lo que quise decir. Para empezar, si considero que esta armadura es ideal para mí, pues tengo un as— bueno, un movimiento especial que es como un as bajo la manga."

Algunas clases cuyos prerrequisitos eran muy estrictos, brindaban una habilidad especial. Esta en ocasiones es llamada as bajo la manga. Por ejemplo, Shalltear tenía el poder de crear un clon de sí misma con todo sus ataques y defensas que ella poseía. Coincidentemente, la clase de Aura no ameritaba ningún as alguno, por lo que carecía de él.

"Mi movimiento as es que mi armadura absorbe el daño que recibo. Puedo resistir cualquier golpe —sí, incluso si fuera la Magia de Súper Nivel que trascienden el décimo nivel del cual está tan orgulloso Ainz-sama— sin recibir mucho más que un simple rasguño. El problema es que, si la armadura no es lo suficientemente fuerte, se romperá con el primer golpe."

"¿Mmh? A mí me parece que es una habilidad bastante buena, tal vez sólo un poco delicada…"

Normalmente, las armaduras y otros artefactos mágicos no se quiebran, a menos que se use un hechizo especial de destrucción. Puesto que el metal es un material duradero y especialmente resistente a energías puras como el rayo, el fuego, el hielo, en general las armaduras son piezas muy difíciles de romper. En otras palabras, las armaduras de metal tenían una defensa muy alta, pero un HP muy bajo.

Si Albedo usara la armadura de metal para absorber el daño, entonces, sin considerar esta habilidad particular, existía la posibilidad de que podría romperse con más facilidad de lo que había imaginado. Una vez que la armadura se dañara, su capacidad de defensa que otorgaba bajaría dramáticamente, y Albedo podría verse en aprietos. Aura se daba cuenta ahora que, sin importar cómo le llamara Albedo, su "as bajo la manga'' era más bien una desventaja.

"Si, las armaduras comunes se debilitan y se rompen enseguida. Pero, dado que ya la analizaste, creo que entiendes que ocurre con la mía, ¿verdad, Shalltear? Los 'ases' sólo pueden utilizarse una vez al día, pero este puede usarse tres veces por día."

"¿Huh? ¿Eso quiere decir que no tiene un HP lo suficientemente alto como para soportar los tres golpes?"

 Antes que Albedo pudiera responder a la pregunta de Aura, Shalltear intervino. "¡Ya veo! Con que así es como funciona... ~arinsu."

Albedo sonrió, y Aura quien se sintió excluida, le dio un codazo a Shalltear. Ahora Shalltear comprendía lo que Albedo quería decir, así que comenzó a explicar: "A simple vista, esta armadura luce como una sola pieza, pero en realidad son tres capas."

"¡Oh!", exclamó Aura. En esencia, era una barrera cuya destrucción requería tres golpes.

"Así es, Aura. Me alegra que ahora lo entiendas."

"Ya veo. En otras palabras, es la armadura ideal para ti, considerando tu as. Tal como se podía esperar de un Ser Supremo, prestó gran atención a todos los detalles." Aura pensó en algo más. "Pero, entonces... ¿Cuál es el problema?"

"Tómalo con calma, a eso voy. Pero primero déjame explicarte un poco más sobre mi armadura. La capa más interna es la armadura de asimilación, que es casi líquida. Cuando revelo mi verdadera forma, me fusiono con ella para endurecer mi piel. La siguiente capa es una armadura que cubre todo mi cuerpo. Y la capa más externa es una armadura que cubre ese traje para incrementar aún más mi defensa."

"Mm-hm."

"Así que las capas se rompen en este orden: armadura superficial, armadura de cuerpo completo y armadura de asimilación." —Albedo tomó aire y Aura tragó saliva. ¿Qué problema podría haber?— "¡Eso significa que no importa qué capa se rompa, mi piel nunca se expondrá!"

"¿… Eh?" Aura se preguntó si había escuchado correctamente. Ignoró el "ya veo…" de Shalltear que estaba a su lado y, le hizo un gesto a Albedo como si dijera, ¿podrías repetir otra vez?

"¿Ya lo entiendes? Entre más se rompa tu armadura, más piel debería quedar expuesta, ¿no es así? No es como si tuviera la intención de revelar mi forma a simples gusanos al azar, pero muy a menudo estoy junto Ainz-sama para protegerlo. Si quiero conquistarlo, ¡realmente necesito una armadura que muestre mi cuerpo", y su expresión solo decía: ¡Esto es por puro sentido común!

"Maravilloso ~arinsu, Albedo. Lo que dices es totalmente correcto ~arinsu."

La estupidez es contagiosa. Aura de pronto se sintió triste. ¿Por qué me molesté en tomarla en serio? Pensando en lo ridículo que era eso, las miraba como si estuviera a una larga distancia mientras las otras dos hablaban con excitación.

"¡Es la única armadura que tengo! No tengo un bikini de acero ni botas que me lleguen hasta los muslos, ¡ni nada!"

"Creo que yo si recibí algo así entre la ropa que me otorgó Peroroncino-sama, pero, como armadura, no era muy efectiva ~arinsu."

Eso desanimó a Albedo. "Eso no funcionará. Debo ser un manjar para la vista de Ainz-sama, pero también ser su protección. Mi armadura debe cumplir ambas funciones o no servirá de nada".

La estupidez volvía a la carga.

"Tú lo entiendes, ¿verdad, Shalltear? Digo, tu armadura tampoco muestra nada. Lo que busco es sensualidad y eficacia — ¡una armadura que pueda combinar ambas cosas!"

Aura no quería meterse en ese embrollo, pero sabía que, si las dejaba continuar, podrían causarle problemas en el futuro. Siempre es mejor lidiar con los asuntos desagradables lo más pronto posible, "¿Qué sentido tiene una armadura como esa? Si las hieren en las áreas expuestas, ¡el daño será enorme!"

"¡Pero! ¡pero! ¡pero!, si uso una armadura así, ¡tendría la posibilidad de quedar embarazada con los bebés de Ainz-sama!" Los dedos de Albedo hicieron un gesto de "V" de victoria.

"Eso no es una armad... simplemente no lo es."

"De acuerdo, entonces ¿qué tal esto ~arinsu?: una armadura traslúcida que solo oculte los puntos cruciales ~arinsu."

"¡Eso podría funcionar!"

¿Hasta dónde piensan llegar con esto? Ah... Como sea. Aura suspiró y estiró su cuello. Ya no quería seguir participando en esa conversación.

"Si surge algún problema, dejaré que Demiurge se encargue", depositando sus esperanzas en su compañero ausente, enterró el tenedor en el pastel que había en su plato.

Se llevó un bocado a la boca y la suave dulzura llenó agradablemente a su agotado cerebro.

"¡Ah! Está delicioso."

Sus compañeras Guardianas —intercambiando apasionadamente teorías de armaduras que ya ni siquiera eran armaduras— desaparecieron de su campo de visión; aunque sintió pena por el herrero que forjara tal cosa.

"… ¿Podría alguien hacer entrar en razón a estas dos mujeres? Supongo que es imposible... Y tal vez sería muy grosero pedírselo a Ainz-sama..."

Aura terminó su pastel en tres bocados y estiró el brazo hacia su próxima rebanada.

 Fin

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