Overlord Volumen 11, Capítulo 5 Parte 3

Lee la novela ligera de Overlord volumen 11, capítulo 5 parte 3 en español.
Raruk Berg

Overlord novela ligera vol. 11
Overlord vol. 11 novela ligera
Traducción jpn-ing: Nigel
Traducción ing-esp: Erb
Corrección: . . .

Warning!
Esta traducción es una versión obsoleta, por lo que la traducción no está actualizada con la nueva versión del inglés. En un futuro les traeremos la versión actualizada.

Overlord Volumen 11: Los Artesanos Enanos

Capítulo 5: Lord Dragón de Escarcha

Overlord volumen 11 Cap 5

Parte 3

Aah~"

Hejinmal se encontraba actualmente en un túnel que conducía hacia la Capital Real. Suspiró, de la forma que había hecho su padre.

"No soy bueno luchando..."

"No ser bueno" no abarcaba la totalidad de la historia. Con toda honestidad, era tan débil que si se enfrentaba con sus hermanos menores, podría terminar perdiendo ante ellos. Por lo tanto, estaba nervioso, lo que a su vez resultaba en que murmurara consigo mismo.

"El enemigo... con suerte se asustarán por mi apariencia y huirán."

Hejinmal inhaló con fuerza, succionando su protuberante estómago. Luego extendió las garras y abrió sus fauces. De esa forma, se vería más como un verdadero Dragón.

"Oh, casi lo olvido."

Hejinmal removió delicadamente las gafas sobre su nariz. No eran un objeto mágico, pero si se rompían, no habría forma de reemplazarlas. Por lo tanto, tenía que tratarlas con cuidado.

"Haaa... las Escamas de Dragón son una armadura muy fuerte... pero todo lo que puedo hacer es rogar por que los Enanos no sean salvajes..."

¿Pero y si lo eran?

No, lo más probable era que ése fuera el caso. Eso se debía a que las librerías Enanas eran la fuente de mucha información sobre materiales Dracónicos.

Hejinmal se obligó a dejar de temblar.

Él sabía que todos los Quagoa en la Capital Real estaban mirándolo. Si fuera posible, habría preferido luchar en un túnel más profundo, en el que no hubiera tenido una audiencia. Sin embargo, si fuera así, los Quagoa no sería capaces de verlo luchar, así que su padre lo había prohibido.

Su padre le había dicho que estudiara al enemigo lo mejor que pudiera, y que los tomara como sirvientes si fuera posible. Pero ésta no era una señal de amistad. Por el contrario, siendo uno de los fuertes, tenía el objetivo de demostrar su fuerza y dominar a los débiles.

Por lo tanto, la derrota significaba la muerte. Él moriría si era derrotado en batalla. Incluso si sobrevivía a una derrota, los Quagoa perderían el respeto que sentían por su padre. Eso lo disgustaría, y luego Hejinmal sería asesinado por su padre de todos modos.

Entonces, ¿qué tal si escapaba de inmediato? Después de todo, sería exiliado en un mes, sin importar lo que hiciera.

Era buena idea, pero necesitaba un mes para prepararse para ello.

Hejinmal expulsó el aliento.

El suspiro extremadamente frío congeló toda una pared en una extensión de blanco sólido.

"¡Bien! Mi aliento es normal, y su poder es consistente con mi edad."

Ésta era una de las cartas del triunfo de los Dragones — el liento de Dragón. Los Dragones de Escarcha poseían un aliento congelante, y era más confiable que su propia fuerza física.

"...Aun así."

El aliento de Dragón era una cosa aterradora. Cualquier que supiera incluso un poco sobre los Dragones estaba al tanto de ello. Después de todo, ésta era una habilidad fundamental de todos los Dragones.

De hecho, las librerías Enanas habían dicho precisamente eso. Era imposible que los Enanos que estaban viniendo para acá no estuvieran preparados para ello.

Hejinmal se hundió más en la desesperación.

Aunque su padre ya había dicho lo mismo, si realmente pudiera usar magia o algo, las cosas seguramente serían diferentes—

"Solamente soy un peón de sacrificio."

Sus hermanos obedecían fielmente a su padre de una manera muy Dracónica. El hecho de que no le hubiera encargado esta tarea a ellos, sino a Hejinmal, era una señal de que a su padre no le importaba si moría el hikikomori de la familia.

A él no le molestaba su destino.

Si no hubiera encontrado los libros, si no hubiera conocido la satisfacción de buscar el conocimiento, no sería lo que era hoy. No tenía sentido arrepentirse de eso ahora.

De pronto, la nariz de Hejinmal tembló.

Volvió el oído para escuchar, y captó múltiples pasos acercándose desde el interior del túnel.

Estos no eran los sonidos de pies Quagoa, porque claramente estaban usando zapatos.

¡¿Se trata de los Enanos?! Sólo hay un puñado de ellos, lo que significa que... ¿Están confiados de ganar sólo con esos números? ¿O es un grupo de exploradores de avanzada? ¿Así que, si los derroto el trabajo estará completo y no habrá problemas si regreso?

Estrictamente hablando, el habría cumplido sus órdenes incluso si únicamente derrotaba a ese grupo de exploradores. La pregunta era si una excusa como ésta sería aceptada.

Iluminadas por las piedras resplandecientes, cuatro siluetas —aunque él no podía estar seguro ya que seguían estando demasiado lejos— emergieron de la caverna.

¿Los tres más pequeños son Enanos? ¿Entonces qué es el más grande? Ni siquiera las sub-razas Enanas deberían ser tan grandes. En ése caso, ¿los Enanos le había suplicado ayuda a esa figura más grande, al igual que los Quagoa hicieron con Padre?

Ya fuera o no que los Enanos le hubieran solicitado ayuda, él tenía que tener cuidado de la figura más grande.

Sin embargo, aunque era una silueta grande, seguía siendo mucho más pequeña que un Dragón.

¿Debería ser el primero en atacar con mi aliento?) Hejinmal abandonó de inmediato esa idea.

No. Debo preguntarles qué es lo que quieren e intentar concluir esta tarea mediante la negociación.

Los Dragones regulares habrían lanzado un ataque de inmediato. Sin embargo, Hejinmal no tenía confianza en sí mismo y no quería que este encuentro terminara en tragedia. Por lo tanto, buscó una manera segura de resolver la situación.

Finalmente, su aguda visión Dracónica —aunque la de Hejinmal era inferior a la de su especie— verificó finalmente que el que caminaba al frente del grupo no era un Enano.

¿No he leído sobre ellos anteriormente en un libro? ¿No es ése uno de los Elfos Oscuros, que viven en las profundidades del bosque?

Era imposible que hubiera uno aquí.

Sin embargo, ése es demasiado corto, a comparación a los Elfos Oscuros de los libros. ¿Podría ser que es un niño de la unión entre un Elfo Oscuro y un Enano? ¿O es sólo un niño Elfo Oscuro?

Mientras Hejinmal meditaba estas y muchas otras cosas, su mirada se movió hacia la sombra enorme detrás del Elfo Oscuro, y sus ojos se abrieron sorprendidos.

¡¿Ahhhh?! ¡¿Ése no es un Lich Ancestral?! ¿Qué está haciendo aquí? Esto es malo. Son inmunes al aliento congelante, y pueden lazar [Bolas de Fuego].

El fuego era la debilidad de los Dragones de Escarcha. En otras palabras, su ataque más poderoso era inútil contra este Lich Ancestral, y su oponente podía herirlo gravemente.

Y... ¿Qué es eso? Parece ser una túnica realmente costosa...

Los Dragones tenían un olfato agudo para los tesoros. Ellos podían olfatear el valor aproximado de cualquier objeto, sin importar qué tan valioso fuera. En este momento, su nariz le estaba diciendo que el Lich Ancestral frente a él estaba usando un juego inimaginablemente costoso de túnicas de hechicero.

... No, mirándolo más de cerca, es igual en el caso de la ropa del Elfo Oscuro que camina frente a ellos. Nunca antes había visto algo tan valioso como eso...

Hejinmal era un hikikomori, así que lo único que podía valorar eran las librerías Enanas. En consecuencia, su olfato para los tesoros valiosos podría haber perdido su agudeza. Podría haberse tratado de una habilidad natural, pero seguía siendo posible que se atrofiara si no se usaba. Sin embargo, él no pensaba que ése era el caso.

Y luego, la sombra más atrás parece de una mujer... ¿No es un Enano también? No es un Elfo Oscuro, y tampoco es un Lich Ancestral. Entonces... ¿un Elfo? ¿O un humano? No lo entiendo. Aun así, también parece estar usando unas ropas muy costosas. ...Hm, ¿es que mi nariz ha perdido la sensibilidad? Pero si ése no es el caso...

Finalmente, vio al Enano al final del grupo, y Hejinmal se sintió aliviado.

Sólo un Enano regular, y no está usando nada valioso.

Entonces, Hejinmal agitó la cabeza.

Eso es ser demasiado ingenuo, ¿cierto? Las tres personas frente a él son todo menos normales. Tal vez este Enano sea alguien especial también. La falta de cuidado es peligrosa.

Después de eso, el Elfo Oscuro apuntó hacia él, como diciéndoles a los demás que él estaba allí.

Aunque pensó que podría ser atacado de pronto —por una [Bola de Fuego], en particular— sus oponentes simplemente hicieron una pausa para discutirlo, y pronto estaban dirigiéndose de nuevo hacia Hejinmal.

...¿Debería prepararme para lo peor?

Si lo hubieran atacado de inmediato, él se habría puesto en guardia. Pero no fue así. ¿Qué era lo que debía hacer ahora?

Nggg — me duele el estómago. ¡Espero que sólo se trate de un ser no-muerto de buen corazón que viene a negociar!

Podría morir. Para Hejinmal —que había vivido a salvo toda su vida— el tiempo que transcurrió hasta que el grupo se detuvo fue un tormento interminable.

El grupo finalmente llegó cerca a Hejinmal.

Hejinmal respiró hondo, y luego —con cuidado para no parecer demasiado imponente— habló.

Se trataba de un grupo que se había acercado a Hejinmal, un Dragón, sin ninguna vacilación. Por lo tanto, Hejinmal sentía que intentar aparentar ser amenazante sería muy peligroso.

"El área a partir de este lugar le pertenece a los Quagoa y a nosotros los Dragones. Por qué —ejem— ¿podría preguntarles, buenas personas, qué razones tienen para venir aquí?"

El Elfo Oscuro al frente del grupo cambió de lugar con el Lich Ancestral. En ése momento, Hejinmal se percató de quién era el líder del grupo.

"¿Hm? ¿Estamos por lanzar un ataque y sólo hay un Dragón aquí? Los Dragones que conozco se vuelven más fuertes con la edad — en otras palabras, sus cuerpos crecen y se hacen más poderosos. Teniendo en cuenta tu tamaño, no pareces particularmente fuerte... ¿Qué significa esto?"

¿Qué quería decir con "qué significa esto"? Hejinmal no tenía idea. Sin embargo, parecía que a este Lich Ancestral no le preocupaban los Dragones como él.

Ah, esto... es realmente malo. Es tan malo que casi no puedo comenzar a describirlo.

"En cualquier caso, dudo que hayan enviado sólo a un Dragón para obtener información sobre nosotros... ¿Es ésta una estrategia por parte del enemigo, o estoy siendo paranoico? Por la información que obtuvimos de los Quagoa que capturamos, probablemente es esto último."

Desde el comienzo él no tenía idea de qué estaba hablando el Lich Ancestral. Tampoco parecía que el Lich Ancestral quisiera aclararle las cosas. En otras palabras, probablemente estaba hablando consigo mismo, pero entonces, ¿por qué estaba sintiendo tanto miedo?

"...Es molesto pensar demasiado sobre esto. Veamos qué tipo de Dragón eres."

Una súbita oleada de terror recorrió el cuerpo de Hejinmal.

El Lich estaba demasiado relajado. Hablaba como si hubiera recogido una piedra del suelo. Era un tono de voz que demostraba la confianza que sentía de poder hacer lo que decía.

Y entonces, en el momento en el que vio al Lich Ancestral levantar la mano—

"[Tomar—"

"¡¡UN MOMENTO!!"

Después de su ensordecedor rugido, Hejinmal presionó su cabeza contra el suelo.

Éste era el grado más alto de respeto que un Dragón podía mostrar — una postura servil.

"—Corazón], espera, ¿qué?"

Hejinmal le imploró desesperadamente al Lich Ancestral, cuya mano había dejado de moverse.

"¡Por favor espere! ¡Me llamo Hejinmal! Por favor, ¿Podría preguntar sobre su poderoso nombre?"

Mirando alrededor, pudo ver al Enano quedarse boquiabierto por la conmoción. Sin embargo, el Elfo Oscuro y la persona que parecía una Elfa no parecieron sorprenderse. En otras palabras, para ellos éste era un suceso ordinario.

Hejinmal estaba seguro de que estaba en lo correcto.

"...Me llamo Ainz Ooal Gown... ¿qué significa esa postura tuya?"

"¡¡Sí!! ¡Creo que ésta es la forma correcta que tienen los humanos de dirigirse a alguien al intercambiar nombres, Gown-sama! ¡Esta postura es el mayor signo de respeto que los Dragones podemos mostrar!"

"Eh... Entonces, ¿por qué estás haciendo esto?"

"Naturalmente, es porque me percaté de inmediato que usted es una persona extraordinaria, Gown-sama. ¿Sería posible que pudiera asumir cualquier otra postura frente a un poderoso ser como lo es usted? ¡No, sería imposible!"

Ésta era una apuesta enorme. Lo había apostado todo a ella.

Los Enanos usaban la palabra "acero caliente" para describir la sensación ardiente al momento de apostar, pero lo que Hejinmal sentía ahora era un escalofrío que lo congelaba hasta la médula.

El tiempo pareció detenerse por varios segundos, pero finalmente, el Lich Ancestral dijo, "Umu. ...¿Así que pretendes someterte a mí?"

"¡Sí! ¡Si usted lo permite, Gown-sama!"

Volvió a mirar furtivamente, y como esperaba, el Elfo Oscuro y la Elfa parecían pensar que todo esto era normal.

"...Hay muchos usos para la carne de Dragón, para su piel, dientes, escamas y similares. ¿Hm? Tú... levanta la cabeza."

La actitud del Lich Ancestral era la de alguien acostumbrado a dar órdenes, así que debía encontrar natural que incluso alguien como Hejinmal se hubiera rendido tan fácilmente ante él. Claramente, el Lich Ancestral no consideraba que Hejinmal fuera digno de mención.

Los Dragones eran la especie más poderosa, pero no eran una especie invencible. Muchos seres podían matar a un Dragón. Los Gigantes de Hielo eran un buen ejemplo de ello.

Sin embargo, si se comparaba a ambas especies, al final, probablemente los Dragones seguían siendo los más fuertes.

Eso se debía a su crecimiento. Los Dragones continuaban creciendo con el pasar del tiempo, y algún día llegarían a ser las entidades más poderosas de todas. Eran una especie muy longeva, y el hecho de que podían seguir creciendo durante toda su vida era un tipo de fuerza en sí mismo.

Desde ésa perspectiva, los no-muertos podrían ser incluso más fuertes que los Dragones. Los no-muertos de alto rango no desarrollaban la fortaleza de sus cuerpos, pero podían acumular conocimientos y experiencia.

Además, Hejinmal había leído en sus libros acerca de los no-muertos legendarios.

Los Devoradores de Almas, que se comían las almas de los vivos. Pestilencias Serpenteantes, que esparcían enfermedades. Sectas de hechiceros que reunían a muchos no-muertos alrededor de un núcleo de Liches Ancestrales. Guphandera Argoros, el Dragón no muerto que aguardaba al interior de una montaña de los muertos y que usaba magia de tipo psíquica. Asesinos Astrales, masas de oscuridad que acechaban en el Valle de las Sombras, y cosas así.

Este Lich Ancestral seguramente debía ser una criatura no-muerta legendaria cuyo nombre había pasado a formar parte de los libros de historia. Sin embargo, al parecer las librerías de los Enanos no tenían registros sobre él.

Hejinmal se incorporó lentamente.

Sintiendo que el Lich Ancestral estaba valorizando su cuerpo. Se sintió avergonzado porque era decididamente anti-Dracónico.

"Ya veo. Así que los Dragones que viven en estos ambientes gélidos almacenan grasa debajo de la piel. Aunque, pensé que los Dragones de Escarcha eran inmunes al frío... ¿O podría ser que estabas almacenando nutrientes en caso de no poder obtener alimentos?"

"No, no se trata de eso. Soy el único que es así..."

"Oooh... Es decir que, ¿eres un espécimen poco común, entonces? ¿Es eso lo que quieres decir?"

Hejinmal no estaba seguro si tenía algún valor por ser poco común, pero no había nadie más como él en su familia. Por lo tanto, era una afirmación correcta.

"Quizás sea así, Gown-sama."

"Ya veo," dijo el Lich Ancestral. Luego continuó en un tono de voz más bajo.

"Matarte sería un desperdicio, entonces."

Los agudos sentidos de Hejinmal oyeron esas palabras.

Se esforzó desesperadamente para mantener su respiración bajo control. Al parecer había tomado otra decisión acertada, que le había permitido continuar con vida.

"¿Hay algún otro Dragón?"

"Sí, los hay. Hay cuatro Dragones mayores que yo, seis de la misma edad, y nueve más jóvenes."

"¡Ooh!"

El Lich Ancestral parecía muy contento, pero Hejinmal estaba seguro de que tenía algún tipo de plan malvado en mente.

"¿Cuántos de ellos son más fuertes que tú?"

"Los cuatro mayores que yo son todos más fuertes. Los Dragones de mi misma edad también son más fuertes."

Incluso mis hermanos menores podrían vencerme. Hejinmal no podía decir esto. Después de todo, si su valor se reducía ante los ojos del Lich Ancestral, podría ser asesinado en el acto.

"Ya veo. Entonces, ¿qué nivel de magia pueden usar estos Dragones mayores? ¿Sólo son capaces de usar hechizos arcanos?"

"El más fuerte de ellos puede usar magia hasta del 3er nivel. Como usted dijo, es magia arcana."

A medida que un Dragón crecía, adquiría naturalmente la habilidad de usar hechizos arcanos, incluso sin esforzarse por aprenderlos. Sin embargo, sólo podían lanzar unos cuantos hechizos. Incluso el padre de Hejinmal sólo era capaz de usar hechizos del 3er nivel.

"¿Qué? ¿Sólo tienen hechizos del 3er nivel?"

El Lich Ancestral parecía indiferente, pero luego se animó como si se hubiera dado cuenta de algo.

"No, probablemente debería preguntar. ¿Y si esto es sólo una estratagema? Se dice que un agila poderosa oculta sus garras. ¿Es posible que el Dragón más fuerte pueda usar hechizos del 8vo nivel?"

"No, es imposible. O más bien—"

Era imposible que existieran hechizos del 8vo nivel. ¿Sería mejor si le decía eso?

No, no podía. La verdad muchas veces hacía más daño que las mentiras. Si él ofendía a este hechicero no-muerto, no había forma de que pudiera prosperar con ello.

"—No. Es imposible que él pueda usar hechizos de tan alto nivel. Una vez oí que había aprendido un hechizo del 3er nivel de resistencia al fuego."

Probablemente debía decir eso, ¿verdad? Su padre no era un oponente que pudiera ser subestimado.

"Umu — ya veo. Bueno, es natural tratar de cubrir las debilidades que uno tiene."

Ese tono indiferente hizo que Hejinmal se inquietara.

"Aura."

"Sí, Ainz-sama."

Al parecer el Elfo Oscuro se llamaba Aura. A juzgar por su olor, probablemente era mujer.

La otra que parecía Elfa, no olía como una mujer. De hecho, no tenía ningún olor, justo como el Lich Ancestral.

"Te entrego a este Dragón. ¿Recuerdo que dijiste que querías uno?"

"Muchísimas gracias. ¿Pero este amigo puede volar?"

Dos pares de ojos lo miraron, unos llenos de dudas, los otros aparentemente diciendo, "Ésa es una buena pregunta."

"Pro-probablemente puedo volar."

Podría ser un hikikomori, pero debería ser capaz de volar. Volar era lo mismo que caminar para los Dragones. No había forma de que pudiera olvidarse de cómo hacerlo. Hejinmal respondió así al mismo tiempo que lamentaba no haber volado hasta aquí.

"En ese caso, lo acepto, Ainz-sama. Hm, entonces, necesito mostrarle quién es el jefe aquí, y hacer que me obedezca por completo."

Antes de que Hejinmal pudiera preguntarse qué era exactamente lo que ella iba a hacer, sintió que miles de cuchillas gélidas se clavaban en él.

Estaba muerto. No había ninguna duda de que había muerto. El miedo que le informó de esto a sus instintos se transformó en cuchillas invisibles que atravesaron todo su cuerpo.

En un instante, su mente se puso en blanco. En su estado disminuido de consciencia, pudo sentir con claridad que su corazón había dejado de latir.

"¡Uwaaaaah—!"

Mientras gritaba, se desvaneció el gélido escalofrío negro que trituraba todo su cuerpo.

Su corazón comenzó lentamente a latir de nuevo. Sus extremidades temblaron, y sus pulmones se esforzaron por hacer ingresar oxígeno.

Hejinmal recordó algo como esto de un libro en alguna parte. Se llamaba "sed de sangre". En otras palabras, la Elfa Oscura que sería su Señora era un ser capaz de emitir una sed de sangre lo suficientemente poderosa como para poner al instante a un Dragón de Escarcha en un estado casi fatal de conmoción.

¿En ese caso, qué tipo de ser era el Lich Ancestral al que ella llamaba "Amo"?

No había ninguna duda al respecto. Él estaba más allá de la imaginación de Hejinmal.

Era un ser de un poder absoluto — un Overlord.

Había hecho la elección correcta.

Para cuando Hejinmal recobró los sentidos, encontró que el grupo se había alejado, con miradas de sorpresa en sus rostros.

Justo cuando se preguntaba qué estaba pasando, se dio cuenta de la desagradable sensación debajo de su cintura. Al mirar hacia abajo, a sus pies, Hejinmal se horrorizó.

Al parecer había perdido el control de su vejiga y se había orinado encima. Un charco se esparcía debajo de él como un lago.

"Uuu..."

¿Qué debería decir ahora? Era posible que los hubiera disgustado y que ahora le darían muerte.

"¡E-estuve tan contento que me oriné un poco!"

Había abandonado toda ilusión de estar en control. Aunque presentía que no le creerían, era mejor que decir que se había orinado por miedo.

"¡De hoy en adelante, serviré y atenderé a mi Señora, Aura-sama, y le ofreceré mi máxima devoción y lealtad!"

"Ehhhh..."

La expresión en el rostro de la Elfa Oscura era de repugnancia absoluta.

Esto era malo. Si ella sentía que él no tenía valor, podría ser desechado como un pedazo de basura. Los poderosos podían hacer eso. De hecho, ¿su padre no había hecho lo mismo? Sin embargo, la ayuda llegó de una esquina poco probable.

"Ya veo... Bueno, no hay remedio."

"¿Eh? ¿En serio, Ainz-sama?"

"Mm. Una vez oí sobre algo como esto de uno de mis amigos — Ankoromochimochi-san. Ella me contó cierta vez sobre lo molesta que se ponía cuando su perro se orinaba de la alegría. Parece ser que este tipo de cosas suceden cuando se emocionan demasiado."

"¿Quiere decir, Ankoromochimochi-sama? ¿De veras? ¿Así que es algo parecido a la forma en la que Fen y algunas otras bestias mágicas marcan su territorio?"

"Es posible. Por supuesto, no tengo del todo clara la biología Dracónica. Sin embargo, es probable que ésa sea la razón del comportamiento de este amigo."

El ser que podría haber sido o no un Elfo había estado escuchando en silencio todo este tiempo. Ella inclinó la cabeza a un lado y le preguntó al Lich Ancestral:

"Ainz-sama, ¿sería mejor si nosotras lo hiciéramos también?"

"Shalltear. ¿Es realmente apropiado que digas eso?"

"Mm. Como dijo Aura, si hicieran eso, tendría un colapso por la conmoción. Este tipo de cosas sólo son adorables en los animales pequeños. ...Bueno, Ankoromochimochi-san estaba preocupada porque su perro estaba envejeciendo. Dijo algo acerca de no hacer que se emocione demasiado... ah, aquellos eran buenos tiempos."

La atmósfera cambió alrededor de ellos, a algo completamente opuesto a la sed de sangre de hace un momento.

En cualquier caso, Hejinmal se movió para limpiarse la porción mojada del cuerpo en una pared y se apartó de la mancha.

"Dígame. ¿Qué será lo siguiente que haremos?"

El Enano —que hasta ahora había estado observando lo que sucedía en silencio— habló finalmente. Hejinmal sintió que este Enano era diferente a sus tres compañeros, en cuanto a que no era poderoso.

¿Es que los Enanos los habían contratado como mercenarios y habían enviado a este Enano para mantenerlos vigilados? Si ése fuera el caso, Hejinmal también tendría que mostrarle respeto a este Enano. Aun así, ¿en dónde encajaba él como su subordinado? ¿Qué tipo de órdenes recibiría de ahora en adelante? Estas preguntas incómodas pasaron por su mente.

"Buen punto. Les dejaremos los Quagoa a Aura y a Shalltear. Yo iré con este Dragón y eliminaré a todos los Dragones que se opongan a nosotros."

El cuerpo de Hejinmal volvió a estremecerse.

Había hablado en un tono casual. Él era capaz de tomarse a la ligera a los Dragones. Ésta era la actitud de los poderosos.

Hejinmal dudó sobre lo que debía hacer. Probablemente sería prudente suplicar clemencia por la vida de los otros Dragones. Después de tranquilizarse, habló:

"...Gown-sama, Aura-sama, ¡¿podría tener permitido hablar?!"

"Muy bien. Habla."

"¡Entendido! Se me ha ocurrido algo. Las personas de este lugar no conocen la grandeza de Gown-sama. ¿Estaría dispuesto a mostrar piedad por esos insensatos? ¡En otras palabras, los otros Dragones deberían conocer la gloria de Gown-sama!"

"Umu... ¿qué les parece a ustedes dos?"

"Todo depende de su voluntad, Ainz-sama."

"Así es. No tendremos objeciones frente a ninguna de las decisiones que tome, Ainz-sama."

"En cualquier caso, todo lo que tenemos que hacer es echarlos del Palacio Real, ¿correcto? Dragón, ¿podría hacerte una pregunta?"

El que hablaba era el Enano.

Hejinmal echó un vistazo a los rostros de sus amos. Con toda honestidad, no tenía idea de qué tipo de actitud debía mostrar hacia este Enano. Dicho esto, sería muy peligroso actuar con arrogancia. Sin embargo, un sirviente que era solícito y servil ante los demás devaluaría a su amo.

"Por favor, hazlo."

Después de dudarlo, Hejinmal escogió una respuesta corta para evitar ofender a ninguna de las partes.

"Umu... Sin embargo, no esperaba que pudiera dominar por completo a un Dragón... No, después de ver el poder que posee, debería ser algo natural. Oh, lo siento. ¿Hay otros Dragones alrededor aparte de los que están en este lugar?"

"Es posible."

"Así que es posible, eh. Entonces, si los hubiera, ¿podrías darles órdenes también?"

"No podría. Ellos pertenecen una tribu diferente."

"Umu — Entonces lo primero es completar el pedido de ahuyentar a los Dragones. Después de eso, le diremos al Consejo que hay otras tribus de Dragones alrededor. De esa forma, tendrán que contar con la fuerza de Su Majestad para proteger la Capital Real que recuperaron. Con seguridad no entregarán con facilidad esta tierra que tanto tiempo les tomó recuperar. ¿No sería ésa la ruta más lucrativa?"

Allí había una palabra que Hejinmal no podía ignorar.

Al parecer este Lich Ancestral era una especie de rey, y sus súbditos eran la Elfa Oscura y la Elfa, tal vez.

"¿No tienes problemas con que exprimamos a tu raza hasta la última gota?"

De qué estás hablando, parecía decir la manera en la que el Enano se encogió de hombros.

"Su Majestad me escogió a mí — a nosotros. ¿No es natural que me ponga de su lado en cualquier disputa?"

"Gracias por tus reflexiones, Gondo."

"Por favor ni lo mencione. Soy yo el que debería darle las gracias. El dolor que me ha atormentado durante todo este tiempo se ha desvanecido en los pocos días que he pasado con Su Majestad. En verdad, usted es mi salvador."

"Me complace que hayamos forjado una relación mutuamente beneficiosa."

"Aunque no siento que Su Majestad podrá beneficiarse de esto, con seguridad le pagaré de vuelta toda la bondad que me ha mostrado."

Incluso el recién llegado Hejinmal podía entender su relación.

El Enano estaba profundamente endeudado con el Lich Ancestral. Era una deuda que no podría pagar incluso si tenía que traicionar a su raza.

"...Si eso es lo que sientes, entonces no me molesta..."

El Lich Ancestral se encogió de hombros y se volvió hacia Hejinmal.

"Muy bien. Entonces, llévame con los otros Dragones que dices que son más fuertes que tú. Además, ¿dónde está la tesorería de la antigua Capital Real Enana?"

Hejinmal sabía dónde estaba la tesorería, y asintió con confianza.

"Siento que su pregunta es bastante afortunada, ya que ambos están en el mismo lugar."

***

Con su Amo y el Enano en la espalda, Hejinmal se dirigió hacia donde estaba su padre. Su cuerpo podría no estar acostumbrado al ejercicio, pero seguía siendo el cuerpo de un Dragón, y cargar a dos personas no le representaba ningún problema en absoluto.

Mientras caminaba escuchaba hablar a Su Majestad, y mientras lo hacía, estaba seguro de que sus conocimientos e instintos eran lo más valioso en este mundo.

Si hubiera mostrado la arrogancia típica de un Dragón en el momento en que se habían conocido, habría sido asesinado. No, si no hubiera proclamado su lealtad en voz alta y no hubiera obtenido su interés, habría muerto sin enterarse siquiera de qué era lo que le había pasado.

Realmente había escapado por los pelos.

Hejinmal contrajo su relajada vejiga.

Si se orinaba de nuevo, la opinión que tenían de él no sólo tocaría fondo, sino que se haría de una pala y continuaría cavando bajo tierra.

Afortunadamente, no habían encontrado a ningún otro Dragón en el camino. Por lo tanto, procedieron directamente hacia la habitación de su padre — o mejor dicho, al trono y a la vez tesorería.

Hejinmal respiró hondo.

"Su sirviente desea informarle a Su Excelsa Majestad que aparte de mi padre, hay tres Dragonas que le sirven de concubinas. ¿Tiene la intención de llevar al Enano con usted?"

Si eran atacados por los alientos congelantes de cuatro Dragones de Escarcha a la vez, él temía que el Enano pudiera ser asesinado.

"¿Hay algún problema?"

"No, en absoluto. Si Su Excelsa Majestad siente que todo está bien, entonces naturalmente, su sirviente no tendrá objeciones."

"Le he concedido inmunidad al frío congelante, así que debería estar bien. Sin embargo, podría ser un poco molesto si somos sometidos a hechizos de área de efecto de otros elementos."

"Su sirviente siente que eso no será un problema, Su Excelsa Majestad. Usar el aliento como arma es el ataque predilecto de los Dragones, y es natural para ellos iniciar el combate con sus alientos. No pensarán en usar sus hechizos arcanos, que son mucho más débiles."

"Entonces no hay ningún problema."

"Ah, Su Majestad. ¿Podría decir algo? Efectivamente, no hay forma de que cuatro simples Dragones puedan presentar siquiera la menor de las dificultades a Su Majestad. Sin embargo, parece ser que mi madre está en ese lugar. ¿Podría pedirle que le perdone la vida?"

"Hm..."

Hejinmal inclinó el cuello y esperó la decisión de su Amo.

Él no había pretendido ir tan lejos como para pedir que su madre fuera perdonada. Sería bueno si ella pudiera ser salvada como él, pero no quería apostar su vida en ello. No es que la odiara, sino que sencillamente, los lazos del parentesco familiar no eran muy fuertes entre los Dragones.

Luego de dejar su nido, incluso sus propios hermanos se convertirían en rivales por el espacio habitable. Además, era común que los Dragones amantes de los tesoros lucharan cuando veían lo que los otros poseían.

Era muy raro que muchos Dragones —particularmente aquellos que habían dejado el nido— vivan juntos en un solo lugar. Nunca llegaría a suceder sin un Dragón abrumadoramente poderoso para reunirlos.

En ese sentido, su padre, Olasird'arc —que había unido a todos como una familia contra los enemigos del exterior— era una anomalía. Incluso se le podría llamar sabio.

"No hay remedio. Intentaré dejar que tu madre sobreviva."

"Muchas gracias, Su Excelsa Majestad."

Las palabras de elogio le salieron de inmediato de la boca porque no quería disgustar a la persona que le mostraba tal generosidad. Además, pensó que si su madre sobrevivía, la carga sobre él podría disminuir en el futuro. Por el contrario, si hubiera más Dragones su propia rareza disminuiría. Si no quería que pensaran que no lo echarían de menos si moría, tendría que hacer todo lo que pudiera para complacerlos.

"Sin embargo, me parece que 'Su Excelsa Majestad' es demasiado... eh. De ahora en adelante, puedes usar 'Rey Hechicero' o 'Ainz' también."

¿Ésta era una trampa, o una prueba? Sin dudarlo, Hejinmal pronunció las palabras que sintió era las correctas:

"¡Entendido, Su Majestad, el Rey Hechicero!"

¿Cómo podía omitir los términos respetuosos que se le debían a alguien como Ainz?

"Mm, vamos."

"¡Entendido!"

Suspiró aliviado al mismo tiempo que lo ocultaba cuidadosamente.

Era una prueba, después de todo. Si hubiera sido descuidado y no le mostraba el debido respeto, seguramente habría recibido el castigo adecuado. Por lo que sabía, incluso podría haber sido asesinado y luego diseccionado.

Si había una cosa que Hejinmal había grabado en su corazón, era que nunca debía ser arrogante.

Al poco tiempo, llegaron a las puertas que conducían a su destino.

Eran un par de puertas dobles que parecía que necesitaban la fuerza de un Dragón para abrirse. Al parecer, los Enanos usaban el par de puertas más pequeñas de al lado para entrar o salir. Las enormes puertas sólo eran usadas para ceremonias y cosas parecidas.

Hejinmal presionó el hombro contra las puertas, aplicó fuerza —con cuidado de no hacer caer a su Amo de su espalda— y las abrió.

Pudo ver a su padre —Olasird'arc— enrollado en su Trono Dorado. Su madre Kilystran y las otras dos concubinas —Munuinia y Mianatalon— también estaban presentes.

Tres pares de ojos perplejos apuntaron hacia Hejinmal. Un par más miró en otra dirección — hacia las personas montadas en su espalda. Este último par le pertenecía a su madre, Kilystran.

Antes de que nadie pudiera hablar, Hejinmal gritó:

"¡El que se está sentado en mi espalda es el Rey Hechicero Ainz Ooal Gown! ¡Él es el soberano que gobernará esta tierra y a nosotros los Dragones!"

Estrictamente hablando, él era sirviente de Aura, la Elfa Oscura. Sin embargo, de esta forma sería más fácil de entender para ellos, y en cualquier caso, había hecho esta declaración después de pedir y recibir permiso para hacerla.

El silencio inundó el cuarto cuando las palabras se desvanecieron. A los otros Dragones les tomó algo de tiempo comprender lo que Hejinmal acababa de decir.

"¡¿Te has vuelto loco, mocoso?!"

La ira de su padre estalló en un instante.

Era natural. Su padre era el Señor de esta tierra. —No, era el "antiguo" Señor. Por lo tanto, era una reacción natural para él.

Su padre se levantó de su posición enrollada y asumió una postura de combate que le permitiría atacar de inmediato.

¡Hiiieeee!

En verdad, era muy aterrador.

Entre él y Olasird'arc, no había duda de que su padre era más fuerte. No se trataba sólo de un asunto de poderío y fortaleza, sino que había una gran diferencia en términos de experiencia de batalla. Además, el cuerpo de Olasird'arc era más delgado y convencional en comparación con el de Hejinmal.

Decir que Hejinmal no tenía ninguna posibilidad de obtener la victoria sería afirmar lo obvio.

Sin embargo, él no había tenido más remedio que hacer esa declaración. De acuerdo a los libros de Hejinmal, ningún seguidor haría que su amo declarara su identidad él mismo.

Por lo tanto, miró secretamente a su padre con una expresión que le decía, "no fue idea mía". Sin embargo, fue ignorada por completo. Hejinmal era el único blanco de su furiosa mirada. A los ojos de su padre, que creía que los Dragones eran la raza más fuerte de todas, las personas como su Amo y los Enanos no merecían ser considerados.

"—Rey de los Dragones. ¿Te someterás a mí a cambio de tu vida?"

"¡¿Qué demonios dices, maldito Esqueleto?!"

¡Cómo podría ser un Esqueleto! Gimió Hejinmal en su interior.

Al mismo tiempo, se sintió algo indignado, ante el hecho de que su padre no hubiera visto los tesoros que vestía su Amo. Tal vez estaba tan furioso que ni siquiera se había dado cuenta.

¿Si no lo hubiera hecho enfadar, tal vez no habría terminado de esta manera?...

No, era imposible. Por lo que sabía, podría haber sido incluso peor. Mientras la mente de Hejinmal daba vueltas desvariando, una expresión de sorpresa surgió en el rostro de su padre.

"...No, espera. ¿Qué son esas ropas que llevas puestas?"

Tal vez después de calmarse, se había activado su olfato Dracónico por los tesoros.

Hejinmal sentía que esto era muy malo, y miró alrededor buscando ayuda. Sin embargo, todas las concubinas tenían la misma mirada de emoción en la cara; un hambre bestial por los tesoros que tenían frente a los ojos. Sólo su madre estaba intentando abandonar el lugar disimuladamente, pero no tenía ninguna intención de ayudar a su hijo.

"Es la primera vez que veo tesoros como esos. Si quieres que perdone tu insensatez, entonces ofréceme tu vestimenta, Esqueleto."

"Umu... tratar con los tontos es realmente agotador."

Resonó una fría voz.

¿Por qué los instintos de su padre, como parte de los vivos, no le advertían que lo que le esperaba era la Muerte? Debía de haber sido obra de su avaricia Dracónica.

"¡Idiota! ¡Acabas de desperdiciar la única oportunidad que tenías de salvarte! No, debo matarte—"

"[Tomar Corazón]."

Y con eso, el cuerpo de su padre cayó impotente al suelo.

Todos los ojos se dirigieron al cuerpo del Dragón más fuerte en este lugar.

Por la forma en la que permanecía completamente quieto parecería que estuviera durmiendo. Por supuesto, eso definitivamente no era así.

El aire en el cuarto se tornó frío, y el Ser Supremo habló.

"No tengo ningún interés en 'palabras finales'. Entonces, Hejinmal, ¿cuál de ellas es tu madre? Le mostraré clemencia y le perdonaré la vida. En cuanto a las otras, bueno, estoy seguro de que habrá muchos usos para ellas luego de desmenuzarlas."

"¡Soy yo!"

"¡Soy yo!"

"¡Soy yo!"

Tres voces resonaron a la vez. Por un instante, el mismo Hejinmal casi dice "¡Soy yo!" también.

"...¿Qué es esto? ¿No me digas que está la madre que te dio a luz, la madre que te educó, y la madre que cuidó de ti?"

Hejinmal miró a las dos Dragonas que no tenían parentesco de sangre con él.

Ambas eran presas del miedo.

Sus ojos estaban oscurecidos con terror. Eso también era natural; después de todo el más poderoso de los Dragones presentes había sido asesinado en un instante.

No pensaban en luchar o huir o lo que sea. Se habían aferrado a la única oportunidad de supervivencia que se les había presentado. Al igual que él mismo, habían tomado la decisión más correcta para seguir viviendo.

Sus temerosos ojos miraron a Hejinmal, intentando congraciarse con él. ¿Cómo reaccionarían si él decía, "No, sólo tengo una madre"? Su Amo absoluto seguramente mataría a las otras dos sin un momento de vacilación.

En este momento, el poder sobre la vida y la muerte de las otras dos Dragonas descansaba en las manos de Hejinmal. Sin embargo, él no podía deleitarse con esto. Todo lo que sentía era una enorme simpatía por las que se encontraban en la misma situación en la que él mismo había estado. Al mismo tiempo, planeó hacer que sus "madres" le deban favores durante mucho tiempo.

"Es como usted dice, Su Majestad. ¡Tengo tres madres!"

"¿Es así? Es una lástima. Aun así, una promesa es una promesa. Muy bien, las perdonaré... Sin embargo, ¿sólo hay un cadáver de Dragón? Los Dragones son demasiado útiles. Uno sólo no parece del todo suficiente... Qué lástima."

Luego de mirar furtivamente alrededor, las tres concubinas se inclinaron ante Ainz usando la postura de sumisión.

"Vayan y reúnan a todos los Dragones de este lugar. Luego, infórmenles que ahora están bajo mi dominio. ...Si alguno se niega a aceptar esto, entonces me encargaré personalmente de él. Ahora vayan."

Las concubinas se movieron de inmediato y echaron a correr a toda velocidad. Era una velocidad que o bien asombraría a los espectadores o bien los dejaría mudos del terror.

Hejinmal no pensó ni por un segundo que podrían intentar escapar. Frente a este poderoso lanzador de magia, las oportunidades que tenían de escapar eran casi nulas. Ellas también deberían de haberse dado cuenta. No, para Hejinmal, no había ninguna diferencia incluso si escapaban. Después de todo, si lo hacían, él sabía que el Rey Hechicero las encontraría y se encargaría de ellas.

Tok. Alguien golpeo suavemente la cabeza de Hejinmal. Al voltear, pudo ver los ojos de su Amo mirándolo.

"Tengo otra orden para ti. Es una orden muy importante. Reúne todos los libros Enanos que tengas, incluyendo los que no hayas terminado de leer, y también todos los que estén fuera de tu habitación, y tráemelos."

"¡Sí! ¡Entendido! ¡Lo haré de inmediato!"

Después de bajar con nerviosismo a los dos, Hejinmal corrió con todas sus fuerzas.

***

"Entonces, se han marchado."

Ainz observaba mientras Hejinmal se perdía en la distancia. Le había preguntado cuántos eran los Dragones que vivían aquí. Por lo tanto, si los números no coincidían, seguiría siendo beneficioso para él.

Sólo había un cadáver de Dragón. Después de pensar en los usos que tenía para él, seguía queriendo más. Sin embargo, castigar a las personas que acababa de someter y que no habían hecho nada malo con el propósito de generar cadáveres violaría sus ideales de una recompensa y castigo justos.

Kuku, rió Ainz.

Si huían, los cazaría, los mataría, y se llevaría los cuerpos de vuelta. Mientras se preguntaba cómo hacer uso de dichos cadáveres, Ainz volvió la mirada hacia la resplandeciente montaña de oro sobre la que había estado descansando el Dragón que tenía en frente.

"Ése es un Dragón para ti. Es una auténtica montaña de tesoros."

No era nada a comparación de la tesorería de Nazarick, pero seguía siendo la cantidad más grande de riquezas que había visto desde que llegó a este mundo.

Había monedas de oro, pero eran superadas en número por los minerales auríferos, y lo que parecía ser piedras preciosas en bruto.

Había una cadena de oro de más de cinco metros de largo, la piel de alguna bestia, guantes de oro incrustados con joyas, un bastón sencillo que parecía mágico... ¿de dónde había sacado todas estas cosas?

Tal vez sólo el Dragón convertido en cadáver lo sabía.

"Umu, casi nada de bronce ni oro de tontos. ¿Entonces la mayoría de esto es oro natural? ¿Es así como trabaja el sentido del olfato de un Dragón...?"

Gondo murmuraba todo eso para sí mismo mientras estudiaba los brillantes minerales. ¿Es que tienen alguna diferencia con el oro?, pensó Ainz, y decidió valorizarlos apropiadamente una vez que volviera a casa.

"¿Confío en que no habrá problemas en ejercer mis derechos de vencedor sobre el tesoro del Dragón?"

"Esos derechos son suyos, por supuesto. Sin embargo, ¿qué le parece si intenta abrir eso mientras no haya nadie cerca?"

"Juju. Eres un villano."

"Es puramente en nombre de la investigación, por supuesto. Entonces, por favor dígame si hay algo que desee, Su Majestad. De acuerdo a ese Dragón, no hay un registro del tesoro ni nada parecido, pero podría no estar bien tomar un tesoro Enano que sea demasiado famoso."

"¿Por qué no decir que lo tomó el Dragón?"

"Si eso sucede, podrían solicitar que Su Majestad devuelva el tesoro del Dragón, ¿no es así? Aunque no creo que el Concejo le diga nada a Su Majestad, sería mejor no sembrar las semillas de un conflicto futuro, ¿no le parece?"

"Es como dices. Entonces, cerraremos la puerta de la entrada. Mientras menos personas sepan sobre lo que va a ocurrir, mejor."

"Por favor, Su Majestad."

Ainz y Gondo procedieron a sus respectivas tareas.

En primer lugar, Ainz usó [Portal] para traer a los Asesinos de Ocho Filos.

"—Tengo una orden para ustedes. Investiguen este palacio, incluyendo cuartos secretos, y traigan aquí todos los libros que encuentren. Si encuentran Dragones, díganles que son mis subordinados. Si son atacados, pueden matarlos. Sin embargo, eviten dar el primer paso. Además... aunque dudo que haya alguno cerca, podría haber seres poderosos presentes, así que muévanse en grupos. Si encuentran alguna entidad así, denle prioridad a traerme esa información de vuelta."

Ya que los libros estaban escritos en el idioma de los Enanos, sólo Gondo podría entenderlos, así que Ainz no tenía otra opción más que permitirle leerlos.

Mientras veía a sus subordinados dispersándose por el Palacio Real, Ainz arrojó el cadáver del Dragón a través del [Portal].

Mm, primero extraeré todos los materiales, y luego los procesaré. Y entonces, si el Dragón está dispuesto a aceptar la resurrección, tendré otro lote a la mano. Aunque dudo que sea probable...

Ante la mirada de Yuri Alfa de las Pléyades, le ordenó almacenar el cadáver en el 5to Piso, y con el fin de no dejar que se pudriera, le ordenó ponerlo en hielo.

"¡Su Majestad! No hay señales de que haya sido abierta. Parece que los tesoros siguen estando en su lugar."

"Ya veo. Entonces la abriré."

Se despidió de Yuri, y después de que se cerraran las grandes puertas, Ainz se paró frente a la entrada de la Tesorería.

Mientras recordaba sus días en Yggdrasil, el pecho de Ainz se llenó de júbilo. Siempre había sido una experiencia emocionante encontrar una recompensa con forma de cofre. Incluso si sólo había un cristal de datos en su interior, uno no lo sabría hasta abrirlo. En este momento sentía ese mismo tipo de emoción.

Sin embargo — le fue negada a la fuerza.

Cada vez que sus alegres emociones eran canceladas, daba lugar a cierto grado de descontento. Aun así, todavía estaba algo animado.

Ainz sacó un objeto mágico que parecía una tabla.

Era un artefacto: Epigoni[1].

Era un objeto mágico que sólo podía ser usado siete veces, pero que poseía las habilidades para abrir cerraduras de un ladrón de nivel 90.

Era muy valioso, y no quería usarlo si fuera posible, pero no había invocado a ningún vasallo con un alto nivel para abrir cerraduras. Los Asesinos de Ocho Filos estaban especializados en el combate sigiloso, y sus habilidades para abrir cerraduras eran muy pobres.

"No hay remedio."

Ainz —que muy raramente usaba los objetos poco comunes que había obtenido— decidió usarlo después de dudarlo un poco. Al parecer tenía ganas de ver los tesoros en el interior.

Acercó el artefacto a la puerta de la Tesorería, y activó su poder.

Mientras observaban a través de la abertura de la puerta al abrirse, Ainz y Gondo apretaron los puños.

Ninguno de los dos dijo nada, pero sus expresiones lo decían todo.

El brillo del oro era poco más que un efecto de la luz. No brillaría sin luz. Sin embargo, lo que vieron fue una enorme montaña de tesoros que parecía brillar desde el interior. Desafortunadamente, la palabra "ordenado" no podía aplicársele.

"... Asombroso."

De igual manera que con el tesoro del Dragón, el tesoro Enano no podía compararse al de Nazarick, pero para Ainz, seguía siendo una suma digna de elogio.

Ainz recogió una moneda. Nunca antes había visto monedas como estas, y no se parecía a las monedas usadas para el comercio de hoy en día. Sin embargo, no se sentía como si hubiera sido hecha por los Enanos, sencillamente porque tenía el perfil de un humano grabado en su superficie.

"Se dice que en el pasado, los Enanos comerciaron con la gran nación humana que gobernaba el área circundante a esta cordillera de montañas. Éste debe ser el retrato del gobernante de esa nación. Los herreros rúnicos florecieron en ese entonces; fue su época dorada."

"Umu."

Ainz hizo girar la moneda entre sus dedos, arrojándola sobre una pila de tesoros. El oro tintineó contra el oro, produciendo un sonido agudo que satisfacía los oídos.

"Entonces, por favor discúlpeme por un momento mientras busco los manuales técnicos y cualquier otro objeto creado por los investigadores rúnicos, y todo eso."

"Hazlo. Yo echaré un vistazo alrededor por mí mismo."

Pandora's Actor probablemente estaría muy contento de ver esto.

Mientras recordaba la extraña actitud que tenía, le vino a la mente la imagen de él mismo asegurándose de que la puerta de la Tesorería estuviera debidamente cerrada.

Vio armaduras y armas aparentemente enterradas entre las monedas de oro. ¿Eso no las dañaría? ¿Por qué no les importaba el daño?

Ya veo, si todo estuviera limpio y ordenado, entonces cualquier ladrón que ingresara podría encontrar rápidamente el tesoro que estuviera buscando. ¿Así que en lugar de eso han desordenado las cosas? Si ése fuese el caso, entonces también podrían haber usado ese antiguo truco...

"Gondo, tengo algo que preguntarte. ¿Es posible que haya una puerta secreta debajo de esta montaña de tesoros?"

Gondo miró hacia atrás con sorpresa.

"¡Ya veo! ...No es imposible, pero incluso si la hubiera, sería muy difícil de encontrar. Después de todo, tendríamos que mover todo el tesoro que hay aquí."

Como mínimo, tendrían que mover las monedas de oro.

"Entonces, podemos estimar la distancia desde este nivel al nivel inferior, y si hay una discrepancia en la altura entonces ¿estaríamos en lo correcto, no?"

"Siento que incluso si uno quisiera colocar una cámara secreta en este lugar, no sería nada más que una puerta secreta corrediza para ocultar numerosas piezas del tesoro. Medir el grosor también sería bastante difícil. Además, ya que se trata de la tesorería, las paredes y el piso son naturalmente más gruesos."

La mirada de Gondo parecía estar preguntando qué era lo siguiente que debían intentar, pero Ainz agitó la cabeza. Francamente, tomar un objeto de este lugar se sentía como un regalo complementario. Parecía un desperdicio tomarse tantas molestias para obtenerlo.

"Ésa no es la razón por la que vinimos aquí, y no sabemos si realmente existe. Sería tonto perder demasiado tiempo en ello. En cualquier caso, una vez que los Enanos vengan a reclamar su ciudad, haremos que sirvan de testigos y compraremos esos objetos al precio apropiado."

"Entiendo. Entonces iré y veré si nuestro objetivo se encuentra aquí."

Gondo comenzó a buscar de nuevo, y Ainz tomó varios objetos que parecían ser más mágicos que los demás.

"¿Hm? ¿Esto es...?"

Entre aquellos objetos, Ainz descubrió una espada.

Bien podría ser el objeto más mágico de entre todo lo que había aquí.

"Umu... juzgando en base a niveles, ¿debería estar alrededor del nivel 50, entonces?"

Era lo suficientemente larga como para ser considerada una espada larga, y estaba complejamente decorada.

No estaba seguro si esto había sido hecho en Yggdrasil. Pero si era un objeto de este mundo, entonces su poder mágico sería totalmente inverosímil. Ainz tocó el cuerpo de la espada. Era suave y uniforme.

"Qué hermosa y exquisita espada. Pero no tiene runas grabadas en ella. ¿Cómo puede ser eso?"

Ainz la tomó de la empuñadura. En un instante, la espada vibró. Se sentía como si el mana estuviera fluyendo a través de ella.

"Esto es... ¿algo que incluso yo puedo usar?"

Ainz no podía usar espadas largas debido a las restricciones de su clase. Sin embargo, parecía que esta espada había sido imbuida con algún tipo de poder mágico que ignoraba esa restricción.

"Interesante."

Luego de blandirla varias veces, Ainz empujó su mano casualmente contra la espada.

No hubo dolor. Al parecer, la inmunidad de Ainz contra ataques por debajo del nivel 60 seguía estando en efecto. No tenía la magia especial imbuida en la espada de Gazef.

Habiendo perdido algo de interés, Ainz lanzó un hechizo.

"[Identificación Mayor de—]"

"¡Su Majestad! ¿Cómo va la búsqueda? ¿Encontró algo interesante?"

"—Varios artículos, pero decidiré luego cuál llevarme."

"¿Es así? ¡Lo dejaré con eso, entonces!"

Ahora que el grito de Gondo había interrumpido el hechizo, Ainz arrojó la espada de vuelta a la pila.

Aunque una espada que pudiera usar era muy interesante, dadas las presentes circunstancias, no era más que eso. Cualquier objeto que Ainz tomara de aquí tendría que ser más especial y beneficioso.

¿Ése es el calibre de los objetos mágicos en este lugar? Qué lástima. Bueno, supongo que no debería haber esperado un Objeto de Clase Mundial o algo así.

Ainz continuó buscando, y un objeto le llamó la atención.

"Gondo, he hecho mi elección. No estoy seguro de si éste es un tesoro nacional, pero ¿podrías venir y ayudarme a darle un vistazo?"


Notas

  1. Erb: El nombre en japonés es "Destructor de las Siete Puertas" y las letras encima dicen "Epigoni".

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